sábado, 23 de julio de 2011

Toyota-Cumaná: En la planta se respira un ambiente de anarquía

Prensa Toyota-Cumaná.- La Junta Directiva de Toyota de Venezuela, C.A., desea hacer del conocimiento de nuestros amigos periodistas, su posición ante la situación que se viene presentando desde hace un tiempo en nuestra sede de Cumaná.

En febrero del 2009, un grupo minoritario de trabajadores -representados por el sindicato Sintratoyota y acompañados por asesores legales-, presentaron a la organización un escrito donde se exponía el reclamo de unos supuestos pasivos laborales.

En virtud de este reclamo, la empresa realizó un análisis de los diversos puntos presentados en el escrito, se verificó la metodología de cálculo y los montos cancelados, comprobando que los reclamos no eran procedentes. Estos resultados fueron informados al Sindicato y a sus Asesores Legales y, ante la diferencia de criterios que existía, un grupo minoritario de trabajadores decidió llevar este reclamo a instancias judiciales e introdujeron en su momento dos demandas ante los tribunales de la Región. Este derecho que tienen los trabajadores, la Empresa lo respeta y espera que también se le respete el derecho a la defensa que tiene Toyota de Venezuela, C.A., acudiendo a las diferentes instancias que permita la Constitución y las Leyes.

Por la naturaleza de los reclamos, no pueden ser tratados de manera colectiva, se deben tratar de manera individual; porque son condiciones diferentes para cada trabajador y por esta razón los trabajadores que se sienten afectados, tienen que introducir la demanda correspondiente. Hasta la fecha, la empresa tiene 32 demandas en proceso, de las cuales en sólo seis (6), se han cumplido con todos los lapsos y concluyendo el proceso de primera instancia con fallos favorables a los trabajadores. En respuesta a esto, la Empresa ha ejercido su derecho de apelar ante la segunda instancia y actualmente se encuentra esperando el fallo del juzgado correspondiente.

Toyota de Venezuela, C.A. ha estado abierta al diálogo, por esta razón, el tema siempre se ha mantenido en la agenda de las reuniones que se realizan semanalmente con los representantes del Sindicato, incluso en la reunión mensual que se realiza entre el Sindicato y la Junta Directiva de la empresa. En este sentido, sus planteamientos sobre estos reclamos han sido escuchados y la empresa ha manifestado su posición firme en cuanto al pago correcto de estos supuestos pasivos laborales y la necesidad, ante la diferencia de criterio, de esperar la decisión firme de los tribunales en la última instancia que corresponda.

Es importante destacar, que durante los 29 años que Toyota de Venezuela, C.A. tiene instalado en Cumana, se han celebrado un total de nueve (9) contratos colectivos -incluyendo el vigente- con siete (7) sindicatos diferentes, y en cada uno de ellos se ha buscado el mayor beneficio para los trabajadores, partiendo del principio y valor del respeto por su gente y entendiendo que ellos son el motor y principal recurso para el desarrollo y continuidad de la empresa. A lo largo de todo este tiempo, ninguno de los Sindicatos ni sus representantes Legales, habían manifestado la inconformidad con el pago de ningún concepto, por lo que extraña la aparición de estos supuestos pasivos en el año 2009.

El 20 de mayo, el Tribunal Tercero de Juicio del Trabajo de Cumana, emite la sentencia de las dos primeras demandas, fallando a favor de los trabajadores. Ese día, los trabajadores paralizaron las actividades de la planta de manera ilegal, y un grupo cercano a los 200 trabajadores se apostaron en los alrededores del Tribunal en la espera de la decisión. A partir de este momento, el Sindicato junto con sus Asesores Legales, plantearon nuevamente que en función de la decisión del Tribunal, se estableciera una mesa de negociación para llegar a un acuerdo extrajudicial de forma colectiva, para la cancelación de los supuestos pasivos laborales. La respuesta de la empresa fue consistente con la posición que ha mantenido desde el comienzo, lo que no fue aceptado y el día 30 de mayo, un grupo de trabajadores miembros del sindicato, se apostaron en las puertas de la planta como medida violenta de protesta, evitando el despacho de los vehículos, buscando presionar a la Empresa para una negociación extrajudicial extensible al 100% de los trabajadores.

En vista de esta situación, Toyota de Venezuela, C.A. el 13 de junio, aceptó una reunión con el Sindicato y sus Asesores Legales, en la cual participaron incluso dos de los trabajadores demandantes, para una nueva revisión de cada uno de los conceptos salariales incluidos entre los reclamos de estos supuestos pasivos. Como en ocasiones anteriores, nuevamente se les demostró -todo esto respaldado documentalmente- que los cálculos de la Empresa, desde un principio, estaban correctamente realizados y por lo tanto el reclamo no debía proceder. Sin embargo, Toyota de Venezuela, C.A., manifestó que respetaba el derecho de los trabajadores a reclamar ante los organismos Judiciales y solicitó a los representantes del Sindicato, que respetaran también el derecho que tiene la empresa y que esperaran la resolución del juzgado.

Lamentablemente, el día 07 de Julio los representantes del sindicato abandonaron la mesa técnica y, junto a un grupo de trabajadores, decidieron cerrar definitivamente los accesos de la planta, impidiendo nuevamente la salida de vehículos e incluso la entrada de los propios trabajadores. Adicionalmente, el día 14 de Julio, tomaron acciones aun más violentas, arremetiendo contra las instalaciones, trabajadores e incluso algunos medios de comunicación que llegaron al lugar para realizar la cobertura periodística de esta protesta radical, muestra de un vandalismo que denota el poco interés en resolver esta situación por la vía legal.

Estas acciones trajeron como consecuencia, al no estar garantizada la seguridad de nuestros trabajadores y de las instalaciones de la planta, el cierre temporal y la paralización de la producción, situación que se prolongó durante dos días, restableciendo todas las operaciones nuevamente el día martes 19 de julio.

A pesar de que la planta está en funcionamiento, en estos momentos se respira un ambiente de ingobernabilidad y anarquía, debido a las múltiples amenazas y agresiones verbales que reciben los trabajadores por parte de los grupos minoritarios violentos, situación que tanto la Junta Directiva, como la mayoría de los trabajadores así como el resto de los miembros de la comunidad sucrense que reconoce la importancia de Toyota de Venezuela C.A. en la región, rechazan y repudian.

La Junta Directiva mira con preocupación esta situación, que lamentablemente, se ha vuelto violenta y que no garantiza un ambiente apropiado para que el resto de los trabajadores pueda desempeñarse y continuar con el desarrollo de sus labores. Es por ello que los invitamos a la reflexión, a no dejarse influenciar por entes externos que tienen intereses diferentes, no alineados a los valores y principios de la organización.

Defendamos, juntos, nuestro derecho al trabajo y al crecimiento de nuestra región de Oriente y el de nuestro país.

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