Por: Ramón Yánez
ramnyanez@yahoo.com
Hace bastante tiempo que venimos machacando sobre un problema que afecta a miles de sucrenses: la necesidad de una Farmacia y Hospital del Seguro Social en Cumaná inicialmente y luego otro para la zona de Paria. Y recientemente recordamos que el ofrecimiento para satisfacer esta reivindicación viene, como promesa no cumplida desde 1969, cuando Copei estrenaba como Gobernador del Estado a José Berrizbeitia.
Señor Gobernador, Diputados Regionales y Nacionales y Alcaldes del Estado Sucre, si ustedes patrióticamente se deciden meter la mano por el logro de esta reivindicación, claro que se logrará. El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales -Señor Gobernador, Diputados y Alcaldes- tiene en el país 54 hospitales y ambulatorios, distribuidos en los estados Miranda, Vargas, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Falcón, Guárico, Monagas, Nueva Esparta, Táchira, Trujillo, Yaracuy y Zulia. En la región Nororiental, sólo Sucre carece de esos servicios…a pesar de los cuantiosos aportes de esta entidad - del sector público y privado- por varias décadas al IVSS, es tal vez el peor recompensado por esa institución.
En crónicas y reportajes nuestros publicados en PROVINCIA, Diario VEA y Aporrea sobro el sacrificio que deben hacer los sucrenses para retirar los medicamentos de alto costo en Guaraguao (Pto. La Cruz) han caído en el vacío. Esto es un Calvario que supera las 14 estaciones del camino recorrido por Cristo cuando era torturado…son más de 400 curvas, de las cuales 56 de alta peligrosidad que deben afrontarse para anotarse en el cupo de la lista de los días lunes y jueves de cada semana, teniendo que viajar de madrugada y muchos duermen en las aceras de la Farmacia de Guaraguao, como cualquier indigente. Esta tragedia, señor Gobernador, Diputados y Alcaldes se terminará cuando ustedes, con fervor patrio y sucrense lo decidan; el Coronel Rotondaro, tal vez imbuido aún de su espíritu y formación militar, los planteamientos de este civil y modesto periodista de provincia aún no resuenan con fuerza en sus oídos; pero, las voces de ustedes, unidos por cualquier vía, si tendrán que ser escuchadas por el Presidente del IVSS y si no resulta con él; bueno, pueden elevar el problema al mismo Presidente de la República quien con toda seguridad si les escuchará y ordenará la solución.
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