Contexto electoral: El gobierno busca captar a la clase media

Por: Marcos Hernández López
Director encuestadora Hercon Consultores
Twitter: @Hercon44
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¿El azul o amarillo serán los nuevo rojo? En el 2006 fue el azul. El presidente Hugo Chávez a partir del mes de Agosto del presente año inicia una nueva etapa de "cambio radical". El mismo lo admitió: "Estoy iniciando una nueva vida, más espiritual, más reflexiva, diversa, multifactorial ¿Por qué hay que ponerse camisa roja todo el tiempo?". La guayabera roja rojita parece haber pasado a la historia por los momentos. Todo indica que para esta campaña electoral el clóset del Presidente estará muy presente los colores azul y amarillo.

Los analistas políticos aseguran que pesar que lo niegue constantemente, cada decisión que tome el jefe de Estado de ahora y hasta el 2012, tiene una intención política electoral que busca alcanzar la reelección presidencial. Presidente Chávez trata de captar a la clase media y voto joven, que no son rojos en su mayoría. El líder de la revolución Bolivariana necesita afianzar el triunfo y por eso pasa de un extremo a otro en sus discursos y aparenta ser menos radical. Es decir, la estrategia revolucionaria esta develada y se dibuja clara de cara al 2012. Para nadie es un secreto, que es parte de una táctica política cuando el comandante presidente se quiere mostrar menos radical e incluso ha cuestionado a sus seguidores más fieles, que hicieron del color rojo un viso común para el oficialismo. El presidente Chávez hasta a dicho "Esa gente que anda de ropa interior roja y no sé qué más roja, pudiera ser hasta sospechosa".

No es la primera vez que el mandatario arriesga el uso del tono rojo para sus múltiples campañas. Lo hizo en 2006, cuando rivalizó con Manuel Rosales por la Presidencia de la República. Recuerden amigo lector que su estrategia se matizó de azul y se apoyo en su lema: Por amor.

De rojo, amarillo o azul, es relevante hacer comprensión del enfoque estratégico que tiene la campaña presidencial de Hugo Chávez, al menos es otro, en sus discursos e imagen, visiblemente más delgado, algo fatigado y con razonamientos más humanos se dirige a las masas, mientras los consultores se preguntan: ¿Qué busca el Presidente? Llegarle a la clase media y voto joven.

Para Manuel Felipe Sierra, periodista y analista político, lo recordó: " El color y el discurso fue un fracaso porque renegó de lo que Chávez representaba para sus seguidores y el mensaje que enviaba para su revolución, desde que se declaró socialista en el año 2004".

Obviamente, el jefe de Estado quiere flexibilizarse y dice: "Para ser socialista no hace falta vestirse de rojo”, es decir, quiere expresar al cambiar el tono de vestir, para quien el objetivo de esta estrategia está en los que se "rehúsan a ponerse una camisa roja". Y ahora asegura "Ponte una camisa amarilla o de otro color como yo, que igual estarás conmigo". Pero, ese no es el único sentido del cambio de imagen. Orlando Goncalves, asesor electoral, cree que las secuelas que le deja su enfermedad es la razón de su transformación.

Axiomáticamente, los cambios continuarán y no se quedan en mera imagen. El jefe del Estado no sólo insta a evitar el sectarismo entre sus adeptos, sino que les modificó el grito de guerra: ¡Viviremos y venceremos!".

Además, el candidato de la oposición que se elegirá el próximo 12 de febrero 2012 será un joven: Henrique Capriles, Pablo Pérez o Leopoldo López, tres jóvenes con muchas energías, conectados con los jóvenes, simpáticos, con discursos de cambio y utilizan en sus recorridos por el país colores variados, menos el verde militar por ser el color preferido o “patentado” por la revolución, el desafío del primer mandatario es complejo, el Chávez del 2006 no es el 2012, su aspecto humano es diferente y recurriendo a ideas que solo parecen reivindicar el burocratismo.

En conclusión amigo lector, la mayoría de la clase media y voto joven, son dos sectores llamados a ser protagónicos en las venideras elecciones presidenciales 2012, esta gente no usan franela roja y menos el verde militar por lo menos en sus favoritas prendas de vestir y esta realidad la conocen los estrategas del gobierno. Ciertamente la clase media es la que menos sale a votar, pero mantiene un criterio creciente descontento y malestar. Este colectivo se ubica según los estudios de opinión entre 6 y 7 venezolanos, de cada 10, están inconformes con la gestión del gobierno respecto a problemas como la inseguridad, desempleo, inflación, transporte, vialidad y electricidad. Mientras voto joven es significativo en el contexto electoral presidencial no tanto por sus cualidades sino por la cantidad.