lunes, 12 de diciembre de 2011

Opinión: En el país de la imprudencia

Por: ANGEL RAFAEL LOMBARDI BOSCAN
DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE LUZ

¡Se vive a riesgo! Y dentro de un proceso de involución tétrico y desesperanzador. Pareciera que el Realismo Mágico, tan bien descrito en “Cien Años de Soledad” (1967) y otras obras afines, se estuviese ahondando aún más dentro de nuestra sociedad condenándonos a vivir de espalda a los avances de la modernidad.

Decimos esto porque un reciente titular de prensa señalaba: CHOQUE DE AVION CON UN BURRO DEJO VARADOS A 250 PASAJEROS. Que un burro se haya atravesado en la pista del aeropuerto internacional “Josefa Camejo” de Las Piedras en Punto Fijo, Estado Falcón, es de por si ya algo insólito. Aunque mas increíble aún, y que bien pudiera servir como argumento para una película de espanto, es que el piloto y el copiloto de la aeronave en cuestión, un modelo Shorts 360, de corto alcance y con una capacidad para treinta pasajeros, de la línea aérea Tiara Air de la isla de Aruba, decidieron emprender el vuelo con todo y que buena parte del tren de aterrizaje donde ocurrió el impacto se averió. Me imagino a los pilotos arubianos bajo shock luego del incidente con el burro en plena pista y tratando de emprender la huida a como diera lugar.

Ya antes había escuchado que algún ave en las inmediaciones de los aeropuertos son los causantes de algún que otro accidente al chocar con las turbinas de las naves, pero que un burro en plena pista lo hiciese, creo que forma parte de algún Record Guinness difícil de emular.

Es que Lewis Carrol (1832-1898), el mismo que hizo “Alicia en el País de las Maravillas” (1865) y que se caracterizó por su fecunda imaginación, se quedaría corto si toma como inspiración para sus relatos a la realidad venezolana.

Las autoridades de Aruba, cuando llegó la aeronave accidentada por el dichoso burro, prohibieron de inmediato a la compañía Tiara Air seguir volando hasta que se hayan solventado todos los problemas en el fuselaje de la nave. Mientras que las autoridades venezolanas aún no se habían pronunciado ante el vergonzoso incidente. Como mínimo le sale al Director del Aeropuerto “Josefa Camejo” su expedita destitución, aunque no creo que pase nada, y todo termine por convertirse en una jocosa anécdota. Y es que en ésta “país portátil” como diría Adriano González León, las responsabilidades se pelotean y diluyen.

Todavía está muy presente en el recuerdo de muchos el siniestro de Mérida, de Santa Barbara Airlines, en el año 2008, cuando los pilotos sin radar, y a ojo, decidieron acortar camino por una ruta peligrosa y no recomendada por lo escarpado de la cordillera y sucedió la tragedia. Es muy raro que ocurran accidentes aéreos a nivel mundial, las compañías aéreas poseen unos protocolos de seguridad muy estrictos, no obstante en Venezuela a cada rato vemos problemas con las aeronaves de las distintas líneas aéreas del país que por falta de mantenimiento ponen en riesgo la vida de los usuarios.

En el país de la imprudencia ya es poco lo que puede asombrarnos!

1 comentario:

  1. pero bueno esto es el colmo osea vamos a echarle la culpa a los pilotos arubianos pues y que los q tienen la culpa se queden limpio verdad eso fue un descuido del aeropuerto vayan a ver si pueden cerar el coral del aeropuerto como debe de ser y asi no habrian accidentes

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