Por: Amalio (Mayito) Solano
amasol-5@hotmail.com
Los simpatizantes del presidente Chávez han manifestado preocupación por su salud, por su mejoría, por tenerlo de vuelta a Venezuela; mientras la oposición también lo ha hecho de la boca para afuera deseando que se muera, como lo manifestó una señora que llamó a un programa de radio desde el estado Zulia. Otras personas de la oposición siguiendo a esta señora se pronunciaron queriendo verlo fuera del país y que Elía Jaua se quede como presidente.
Digan lo que digan, aquí el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela se llama Hugo Chávez Frías. La oposición se cree que para hacer arepa no hay que echarle agua a la harina y amasarla. Además olvidan que el candidato del PSUV para las próximas elecciones es el comandante; el hombre de aquel “por ahora” que se ha sembrado en el pueblo venezolano y más allá de nuestras fronteras para siempre.
Chávez está en Cuba y crece su popularidad; las calles y avenidas se visten de rojo con las mujeres. Todo es alegría que se ve como un jardín florido. Los hombres acompañan a las mujeres y se ven las consignas en apoyo al comandante. También se oyen las hermosas canciones revolucionarias. Todo se ve hermoso en revolución.
La verdad que la oposición con su candidato presidencial no encuentra que hacer, los números no les dan, como tampoco le cuadran al diputado Julio Borges los números de las viviendas. Ah, lo que pasa es que para él un edificio que contiene varios apartamentos, lo cuenta como una sola vivienda. Claro que así nunca le va a dar, pero lo peor es que él piensa que los chavistas son pendejos. Aquí si se saca cuenta y se le cumple al pueblo. Que todavía hay damnificados. Claro que sí los hay, pero están construyendo edificios y casas para que tengan una vivienda digna. Eso hay que decirlo.
Del lado de ellos no se conoce la alegría, sólo se ve tristeza y andan encarados. Me hacen recordar cuando los militares en otros tiempos ni se reían. Ahora en revolución ellos comparten con el pueblo, se ríen y aplauden. Eso es “vivir viviendo” con alegría sin dejar a un lado sus responsabilidades. Hoy los militares comparten sus emociones junto al pueblo.
Da tristeza y pena ajena que los jóvenes de la oposición se encadenen, se cosan la boca y se corten la piel para llamar la atención a nivel internacional. A ellos ya no les paran pelotas por sus mentiras, por sus necedades. En la oposición sólo se ve malicias. Ahí tenemos el caso del atentado al Alcalde Tomás Bello de Pariguán, en el estado Anzoátegui, quien sufrió un atentado en El Tigre, planificado por el presidente del concejo municipal (adeco) quien lo mandó a matar porque él quería ser el alcalde. Ahora ese ambicioso de poder y sus matones se enfrentan a las leyes venezolanas.
Es lamentable que los adecos tengan esa mentalidad asesina y traicionera en pleno siglo XXI. Eso sólo se ve en esta gente que todavía se cree que está en la Cuarta República, donde mandaban a matar a los estudiantes y dirigentes políticos de otros partidos. Por eso los adecos, copeyanos y los de otros partidos jamás volverán a gobernar ni que se vistan de rojo como el gobernador de Maturín. “El gato” tiene su “jujú”, es decir su gatico encerrado y anda desesperado.
Y quien no levanta ni polvo en la sabana es el candidato Capriles Radonkis. Las estrategias que han tomado sus asesores no le sirven porque el pueblo ahora no se come el cuento ese de que Chávez le va a quitar su casa, la bodega, la mujer a quien tiene dos o más y otras tontería que en el pasado muchos les creyeron a estos políticos guavinosos y mentirosos.
“Perro huevero no pierde la costumbre ni que le quemen la trompa”. Así que Capriles seguirá en lo mismo aunque se case. Y aunque tenga las pepas de ojos grandes, no podrá ver más allá de lo que ve el comandante. Por eso están tan preocupados que ya no encuentran que hacer con su candidato Radonkis. Este “majunche” no sube en las encuestas ni que se ponga a subir los cerros.
Digan lo que digan, las encuestas dan ganador al presidente. Así que él comandante de la revolución por ahora no se va, se queda. Y para terminar recojo las palabras de una señora quien dijo: “Que va mijo esta vez a mi no me engañan, yo voto por Chávez”.
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