Por: Ramón Ýánez
ramnyanez@yahoo.com
Hace mas de cuarenta años que se inició la lucha por la Autopista Cumaná-Pto. La Cruz. Recuerdo que en la sede de recién creada Corporiente, presidida por Alberto Silva Guillén, en la Av. Gran Mariscal, se exhibía lo que sería la gran Autopista de Oriente, incluyendo, por supuesto el trozo correspondiente a esta entidad.
Fue entonces cuando apareció el sueño de la Autopista. Pasó Caldera, pasó Lusinchi y vino Luis Herrera, quien aprovechando un poco el lomito topográfico construyó el pedazo que va de Los Bordones a El Peñón, lo cual para los cumaneses fue como una chupeta para el muchacho llorón. Nos alegramos, muchos creímos en el “ahora sí”; pero, nos quedamos con los crespos hechos. Desde la Cámara de Comercio, pionera en esta lucha, surgían comisiones, declaraciones, gestiones…y nada. Volvió Carlos Andrés y con él y sus representantes las promesas, sólo promesas.
En esa incertidumbre ya transcurrían dieciocho años, hasta que de nuevo la Cámara de Comercio tomó la iniciativa de convocar a una Gran Marcha pro-Autopista. La idea sensibilizó a todos los sectores. A las ocho de la mañana, centenares de personas de todas las tendencias políticas y religiosas nos concentramos entusiasmados en la Redoma “El Indio”. El Manifiesto emitido decía en su primera parte: “Propósito: llamar la atención de las autoridades nacionales y regionales, así como del País Nacional, en el justo pedimento que nuestra entidad federal viene reclamando desde hace 18 años: LA AUTOPISTA SUCRE-ANZOÁTEGUI, que nos una de una vez por todas con el resto del país”. Era Domingo 6 de marzo de 1988; este mes se cumplieron 24 años de esa fecha y 42 de cuando se inicia el sueño…curioso ¿verdad?..24 y 42…bueno para los jugadores de terminales.
En el denso comunicado se planteaban todas las razones para construcción de la autopista. Hubo solidaridad absoluta de todas las organizaciones políticas, gremiales, sociales y culturales del Estado. La marcha que partió de “El Indio”, fue un éxito como movilización reivindicativa.
De entonces para acá a esa obra se le ha metido un dineral y ahí está en veremos. ¿Habrá en el Planeta Tierra un país forrado de dinero que tarde más de 40 años para construir unos 70 kilómetros de autopista? . Ahora, cuando las perspectivas son de muchos más recursos y grandes proyectos regionales, debiera rescatarse el espíritu del 6 de marzo de 1988 y replantear la lucha unitaria, como entonces, para ver si la Autopista Cumaná-Puerto La Cruz deja de ser un sueño…aunque El Indio, ya parece que se adelantó para recibir su llegada.
De este “mono” ya casi cincuentenario ¿Qué pensarán nuestros líderes y parlamentarios regionales y nacionales? ¿Correrá la misma suerte que el Convento de San Francisco? ¿Seguirá en la lista de espera como también está la Biblioteca de la UDO?...O ¿será que ya esa Autopista los sucrenses debemos asumirla como un sueño frustrado?
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