La iglesia de Santa Inés en Cumaná, capital del estado Sucre, es un ícono del origen de la ciudad y de su transformación. El templo, cuya construcción se remonta al siglo XVI, cuando se funda la ciudad, estuvo protegida por el fuerte Santa María de la Cabeza durante la colonia. Con el tiempo tuvo varios nombres, entre ellos Nuestra Señora del Carmen, o Ermita del Carmen, desde el año 1797.
El terremoto del 15 de julio de 1853 destruyó la iglesia, y sobre estas ruinas, desde el año 1862, se comenzó a construir el templo con el nombre de la Patrona de la ciudad, Santa Inés Virgen y Mártir, conservando la antigüedad y el espíritu de fe de los cumaneses.
Significa este templo una reliquia histórica que recoge todo el amor y feligresía del pueblo cumanés, con una infraestructura colonial de gran atractivo turístico y conservado como un valioso patrimonio cultural.
El sentimiento de pertenencia ante este patrimonio movió a feligreses organizados en la Asociación Pro-Restauración del conjunto arquitectónico de Santa Inés, junto al Gobierno Estadal, a ejecutar un proyecto de rehabilitación del templo capitalino.
Seis fases de restauración
El presidente de la Corporación Socialista de Turismo (Corsotur), Rosendo Acosta, explicó que para comenzar con los trabajos de restauración del templo se necesita el permiso del Instituto Nacional de Patrimonio (IPC).
Para tener el aval de este organismo, iniciaron una serie de estudios arquitectónicos, históricos y de inventario para su posterior análisis y aprobación por parte del IPC.
Recalcó prioritaria la restauración del templo, Patrimonio Cultural de la Nación desde el año 1960, pues presenta señales de deterioro generado por la humedad sobre techos y paredes, secuelas de movimientos sísmicos, condiciones climáticas, drenajes de aguas de lluvia, entre otros agentes que han dañado consecutivamente la estructura.
El plan abarca la solicitud ante el IPC para los estudios, una revisión histórica, evaluación arquitectónica con patología estructural del templo y dinámica de suelos.
La cuarta fase constituye la realización de un inventario y registro de bienes intangibles; mientra la quinta tiene como objetivo la formulación del proyecto en sus diferentes áreas para su posterior ejecución.
Acosta explicó que los estudios están avanzados hasta la tercera fase (diagnóstico físico). Se realizó el estudio de las condiciones de deterioro de la estructura (techos, paredes, fundaciones) por parte de especialistas en patología de obras civiles de la empresa BRS Ingenieros C.A.
Actualmente, se desarrolla el informe de ingeniería de detalles y cómputos, con propuestas para la intervención de la estructura, así como en el estudio con geo radar en el templo de Santa Inés.
Recalcó que la técnica Geo Radar es un sistema basado en el estudio de las reflexiones de las ondas electromagnéticas, de alta frecuencia para la inspección del subsuelo. Es un ensayo no invasivo que no requiere rotura en el piso del templo, que data del año 1910.
El mismo permitirá determinar la existencia de fallas geológicas, el estado de las fundaciones y vigas, la existencia de fosas donde antes enterraban a los difuntos, entre otros elementos de importancia.
La motivación por el rescate del templo comenzó en diciembre de 2011, cuando se efectuó una campaña Teleradio Maratón, que permitió recaudar recursos económicos que fueron destinados directamente a la iglesia.
Con aportes financieros del Ejecutivo sucrense, y de lo recaudado en el templo, contrataron a los expertos para los estudios históricos y de patología estructural desarrollados hasta ahora en el santuario, por un monto que asciende a 356.000 bolívares.
Un espacio que conserva la historia
El cronista de Cumaná, Tulio Ramón Badaracco, aseguró que el templo de Santa Inés es el mismo que existía mucho antes del año 1622 cuando se comenzó a construir el fuerte Santa María de la Cabeza.
"Para mí es la misma iglesia que construyeron los primeros misioneros que entraron a Cumaná, en 1515. Ese mismo templo que fue destruido tantas veces por terremotos y por otros accidentes de la naturaleza", expresó.
Recordó que la iglesia Nuestra Señora del Carmen, por ende el de Santa Inés, se levantó sobre el patio de armas del fuerte Santa María de la Cabeza con arquitectura gótica. Bajo el templo se ubican fosas, donde fueron enterrados obispos, gobernadores y personalidades de la historia que dieron su vida por la patria.
En la construcción del templo Santa Inés se empleó bahareque, producto que actualmente es analizado por la arquitecta Ana Teresa Oropeza, junto a otros expertos, para la reconstrucción de esta iglesia, refirió.
El templo conserva importantes obras de arte colonial. Además, fue lugar de bautizo del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, cuando tenía 17 días de nacido, en el año 1795.
Badaracco refiere que en el templo está depositada la fe de los cumaneses, por tanto "debe ser considerado como el guardacustodio del espíritu de la ciudad de Cumaná. Allí existe el espíritu de la ciudad que tantos valores le ha dado al país, y al mundo".
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