Opinión: Otra pregunta más

De: Amalio (Mayito) Solano

A veces el ser humano deja a un lado su sinceridad y su honestidad para llegar a caer de la noche a la mañana en el lodo, donde personas al pasar lo encuentra que no puede dar un paso para salir de allí, dejando estupefacto a esos seres que creyeron que era una persona honesta y en quien se podía creer y confiar. Pero como bien sabemos toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario.

Cuando en la Asamblea Nacional se discutió el caso de Juan Carlos Caldera, acerca de los billetes que en el video se vio aceptando de Luis peña, supuesto emisario del empresario Wuilmer Ruperti, recordé cuando Juan me dijo una mañana estas palabras: “Ahí en esa Alcaldía cualquier rana echa pelo”. Se refería a la corrupción que había en la Alcaldía del Municipio Caroní, en tiempo de los adecos.

Quiero decir con esto que en el partido de Primero Justicia, también los miembros echan pelos. Ya sabemos de Julio Borges, de López y del mismo Capriles. Ahora le tocó al diputado Caldera, y de qué manera. Muchas personas creyeron que el hombre era honesto, que nunca legaría a ensuciarse con dinero mal habido, pero grande fue la sorpresa cuando se vio en el video que sus manos se ensuciaban con ese “cochino dinero”. Según él, le montaron una trampa. Si fue así, da a pensar que se la montó su apreciado amigo Enrique Capriles Radonsky, a quien él tanto defendió en la Asamblea.

En el recinto de la Asamblea Nacional, el “inocente” que cayó en la trampa conciente de lo que estaba haciendo, se mostraba nervioso e incoherente en su exposición que hasta se salió del tema para distraer a los demás y llegó a pedirle a Diosdado Cabello, para hablar desde el estrado. Esta petición le fue negada. Luego pidió un micrófono inalámbrico y también le fue negado. Estaba exigente el diputado quien nunca pensó que el famoso video llegara a manos del también diputado socialista Julio Chávez.

Fueron dos sobres que recibió el “inocente” Caldera con “40 mil bolívares para su campaña a la Alcaldía de Sucre “. ¡Qué bárbaro! Si Ahora es cuando falta para que el CNE autorice esa campaña. Nadie se comió ese cuento mal contado y todo apunta que era para la campaña del candidato de la oposición quien tendrá que aclarar muchas cositas, así como, el diputado “inocente” cuando dijo: “La tarea no ha sido terminado”.

Juan Carlos Caldera está bien claro que cometió un delito. No puso por delante su honestidad, no fue sincero consigo mismo y cayó en el pozo contentivo de lodo. Lo peor es que sus amigos del partido lo vieron hundiendose y no lo ayudaron. Literalmente hablando dejaron que el lodo se lo tragara. Capriles y Julio Borges hicieron leña con el “inocente” diputado caído en la trampa, lo abandonaron y ahora paga la consecuencia de un mandadito.

¿Por qué ese video cae en manos del diputado Julio Chávez? Algo tuvo que hacerle Caldera a esa gente para que el video fuera divulgado. Así que la prueba para su vida como dijera al tomar la palabra en la Asamblea, se la puso él mismo. Tremendo rollo de alambre púa en que se metió. Truncó su carrera política, se remitió a la prueba y defendió a Capriles a capa y espada, mientras éste lo humilló botándolo del partido, y remató el diputado Julio Borges Secretario General quien dijo que el diputado queda fuera de su militancia política.

Juan Carlos Caldera después de salir de la Asamblea Nacional, dio una rueda de prensa y un periodista le preguntó: ¿Cuál fue el destino del dinero? Y le respondió de inmediato: “Otra pregunta más”. No le interesaba esa, por eso pidió otra pegunta. Es como cuando el bateador deja pasa la bola porque no le gusta esa.

Unos días después el diputado Julio Chávez, en declaración para un periódico señaló que: “Este empresario (Wuilmer Ruperto) estaría cansado de ser victima de todo estos mecanismos de chantaje, de presión y recaudación forzosa”. Amanecerá y sabremos de muchas preguntas más cuando al ser interpelado Juan Carlos Caldera en la Asamblea Nacional, comience a soltar prendas donde aparezcan nombres de personas relacionadas con este sonado caso del video de los billetes.

Aquí no va a dejar preguntas sin responder. En este caso dirá “otra pregunta más”, pero después de explicar la que le formulen, así sea por escrito.