lunes, 8 de octubre de 2012

Opinión: Contra abuso y desastre

Por: JOSE ISIDRO CORDERO
ventanapan2@yahoo.com

Hoy, en el día que escribo (Sábado), está en plena vigencia el mandato de que nos abstengamos de comentar sobre lo que, por la eventualidad electoral, todos quisiéramos. Para quienes hemos sido formados bajo el precepto de que, en una sociedad, la convivencia tiene su punto de sostén en el respeto a las normas, nada difícil nos resulta adaptarnos. Sin embargo, para el día y hora en que este escrito esté en manos los lectores, la vigencia habrá desaparecido. Por tal razón puedo decir, sin ubicarme en plano violatorio, que la emisión de mi voto estuvo pensada conforme al objetivo de contribuir a abrir las puertas de la esperanza que anida en el espíritu del pueblo venezolano. Tal decisión nunca estuvo montada sobre un pedestal anclado en la emoción; quizás sí, alimentada y mantenida en el tiempo por la expresión multitudinaria de gente resistida a dejarse arrastrar al abismo.

Desde esa perspectiva, y más allá de lo que haya podido suceder en la sumatoria que incluye mi voto, el deseo de que la patria encuentre nuevo rumbo sigue actualizado, pertenezco al conjunto de venezolanos que mantienen en alto el estandarte de la unidad, de la fraternidad, de la compresión, de la tolerancia y, ¿por qué no? de la hermandad para sabernos partícipes, en estrecho vínculo, en el combate por una misma causa: el logro de la patria grande, en el entendido de que Venezuela necesita, sin demora, un brinco enérgico hacia la modernidad y el progreso. Sea quien sea, al que desde ahora en adelante le corresponda, por mandato popular, tomar las riendas para conducir, debe entender de que, el país no resiste más la incómoda senda de la violencia, de la inseguridad, de la desigualdad, de la exclusión, del señalamiento infundado y de la pobreza. Contra eso, que en términos reales significa un abuso contra la dignidad de la persona humana y un desastre a los fines de construir una sociedad buena, concurro y concurriré siempre al acto del sufragio.

A dos expresiones de campaña electoral debemos recostar nuestra confianza en que las cosas, desde ahora en adelante, serán distintas en este país. Una, la dicha por el Presidente Chávez: "Mi próximo gobierno será más eficiente, menos burocrático, y más comprometido”. Capto en esta expresión un propósito de enmienda; pero como uno ya ha sido mordido por culebra, uno se resiste. La otra expresión, dicha por Capriles: “Les digo a todos ustedes que el día lunes 8 de octubre, Venezuela amanecerá distinta, y no habrá ni vencidos ni vencedores, y todos debemos abrazarnos como hermanos”. Mi voto en esta sincera expresión. Estoy dispuesto a abrazar.

BRISAS SUAVES
UN RUEGO. A los señores del Gobierno les pedimos que aligeren los trabajos de repavimentación de la avenida Gran Mariscal de Cumaná, no vaya a ser que entremos al mes de diciembre y nos topemos con esa importante arteria vial en estado incómodo para transitar. Sabemos que el trabajo se está haciendo, pero es bueno despejar dudas. Por cierto, que esa avenida nos parecía una de las mejorcitas para el paso de vehículos, en Cumaná como que hay otras más desastrosas…

EL BRINCO DE TALANQUERA, de los actores políticos, es un fenómeno mundial. La gente en Venezuela a veces se escandaliza por que fulano o zutano pasaron de un bando a otro. Las convicciones en política, no es que sean débiles, sino que tienden, en ocasiones, a sufrir de anemia, se debilitan y caen. A lo que debemos ponerle atención es al argumento esgrimido por los saltadores. Infiero que a partir de este lunes conoceremos de contingentes pasando de un lado a otro; y tendrá que ser así. Nadie se abraza a distancia; entonces, para que nos abracemos como hermanos, alguien debe pasar de un lado a otro…

DOS TIPS DE campaña. Este, el primero, me lo contó un amigo. Según, en la gira hecha por Henrique Capriles, desde Carúpano a Cumaná, llegó en la noche a esta ciudad, y entre la gente que lo esperaba en la zona de concentración, urbanización Villa Olímpica, se encontraba César Yégres. Cuando la oscuridad comenzó a reinar, al sitio hicieron acto de presencia activistas del PSUV que comenzaron a amenazar a los presentes y a lanzar piedras; César Yégres , quien al parecer no está acostumbrado a fumar, tenía un cigarro en la mano, y en el agite que se formó, alguien lo oyó gritar: “¡Me dieron , me dieron!”, al momento que se tapaba la boca con la mano; corrió a auxiliarlo, le bajo la mano y se dio cuenta: “No César, es que te metiste el cigarro, en la boca, con la candela para adentro”, le dijo. Otro, este sí lo presencié. Estábamos en el aeropuerto de Cumaná, Iván Hernández y yo, esperando la llegada de Capriles para su cierre de campaña en Sucre. Cada vez que aterrizaba un avión, la gente formaba un algarabía, sobre todo las mujeres eran las más exaltadas. Cuando en definitiva llegó el avión donde venía Capriles, el estruendo fue máximo; entonces Iván me gritó: “¡Mira, Chilo, están llorando, que les pasaría!” Creí que se refería a algunas mujeres, pero no; cuatro hombres, bien fornidos, miraban, como estáticos hacia la pista, mientras que de sus ojos bajaban hacia sus mejillas sendos chorros de lágrimas. Los miré, y le dije a Iván: “Esa es la emoción que el candidato despierta”…

ENTIENDAN QUE la campaña no ha terminado, ella sigue. ¡Que nadie pase a dormirse en los laureles ni se lance a los brazos de la desilusión!...

LO DIJO OLIVER Goldsmith, escritor inglés del siglo XVIII: “Nuestra mayor gloria no está en no haber caído nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos”…
USTED VOLVERÁ a leerme.

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