Opinión: Ayer Chávez

Por: Amalio (Mayito) Solano

Ayer Chávez: el hijo, el hermano, el “Tribilin”, el muchacho vendedor de arañas, el declamador, el locutor, el jugador de pelotas, el padre, el militar comandante del 4 de Febrero, el que estuvo preso en la Cárcel de Yare y fue indultado junto con sus compañeros militares por el ex presidente Caldera, y se dedicó a la política para llegar a la presidencia por medio de los votos de la mayoría de los venezolanos; los venezolanos que creímos y crememos en sus mensajes reivindicativos. Hoy no está físicamente con nosotros, pero nos dejó una inmensa obra en tan sólo catorces años de gobierno socialista.

¿Quién puede negar que el Comandante Presidente Hugo Chávez, no cumplió con lo que en sus campañas políticas les prometía a los pobres? Son miles y miles de personas que hoy “viven viviendo” y que la oposición niega. Tampoco es de negarse que hay mujeres y hombres que en ese “vivir viviendo”, mordieron la mano del que hombre que las y los sacó de un vivir muriendo, para llevarlas y llevarlos con su hijos e hijas a una “vivienda digna y equipada”.

Ayer Chávez rompió con ese paradigma a que los otros gobiernos nos tenían acostumbrados: a no ver la realidad de la política venezolana; a las relaciones internacionales con otros gobiernos y a esa gran mentira de que la faja petrolífera del Faja del Orinoco “no es petróleo, eso es bitumen”, decían. Después de veinte años tuvieron que aceptar los políticos de la oposición venezolana que Estados Unidos reconoció que sí es petróleo. Los gringos lo sabían y los apátridas venezolanos también estaban conscientes de eso.

Ayer Chávez revivió a Bolívar, nuestro Libertador. Popularizó mucho más nuestro Himno Nacional; “la canción más hermosa de Venezuela”, como lo dijo Alí Primera. La música de nuestro llano la sacó de la sabana dándola a conocer en su voz junto a Cristóbal Jiménez. “Chávez no canta”. Decía la gente de la oposición, pero el Comandante era como la garúa que no moja pero empapa. Es decir: no cantaba según ellos, pero alegraba. Él se divertía y sus seguidores gozaban con su canto. No era músico, pero tocaba y le regalaban guitarras. No bailaba, pero movía los pies y saltaba en las tarimas al son de la música y con los cantantes que anduvieron con él durante las campañas.

Cuando en el ayer a nuestro comandante le dieron el golpe de Estado, lo trataron de lo peor; a tal extremo de estar cerca de la muerte por las manos de sus enemigos militares allá en La Orchila cuando se lo llevaron preso. Por medio de un soldado que dio a conocer lo que el Comandante Presidente había escrito, se supo que nunca renunció. Y el pueblo en las calles a viva voz pedía que regresara su Presidente, pero vivo. El pueblo y la Fuerza Armada aliada al Presidente rescataron a Hugo Chávez Frías. Y llegó el Comandante de madrugada a reencontrarse con su pueblo.

Al estar en el Palacio y volver a sus funciones, rescató el cuadro del Libertador que el dictador Pedro Carmona Estanga (el breve”) junto a sus fariseos, lo había escondido en un baño del Palacio. Así es como quiere la oposición ver a Simón Bolívar.

En el ayer, el canto “Patria”, que originalmente es una marcha del Batallón Blindado “Bravos de Apure” de Maracay, compuesto por el músico Heriberto Maluenga (fallecido en el 2000) militar asimilado con el grado de Maestro Técnico. Este himno que sólo lo cantaban los militares, el Comandante en la postrimería de su vida cantó una estrofa y el coro, así lo dio a conocer. Hoy también es cantado por el pueblo chavista.

Cuando Chávez estuvo en Brasil, allá por el año de 1999, específicamente en la Biblioteca Central, comenzó su discurso diciendo que se sentía como ese vaso lleno de agua (lo tenía en frente). Ese día se sintió un humilde vaso lleno de honores. Así lo expresó.

En ese ayer, Chávez siguiendo con su discurso dijo: “El bolivarianismo no es una tesis para Venezuela solamente, es una tesis que no le pertenece a Venezuela. Nosotros con mucha humildad la proponemos al mundo, especialmente al mundo latinoamericano y caribeño, esta nuestra América, donde Brasil, ha jugado, está jugando y jugará sin duda, un papel fundamental, un papel esencial”.

Ayer nuestro Comandante se nos fue cuando menos esperábamos que se nos fuera, cuando aún tenía mucho por hacer en nuestra patria y continuar promoviendo la unión de los países latinoamericanos y del Caribe. Pero como siempre fue un hombre visionario que miraba más allá del horizonte. Por eso dejó todo en orden. Dejó las tareas para que con Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela, se cumpla el programa de gobierno 2013-2019.