Opinión: Respirando por la herida

De: Amaio (Mayito) Solano

El día de las elecciones cuando se supo que el ganador fue Nicolás Maduro Moros, el candidato perdedor, Enrique Capriles Radonsky, comenzó a respirar por la herida que le dejó el Comandante Chávez cuando compitieron el mes de Octubre de 2012 por la presidencia de la República. Esta vez se desesperó y llamó a su gente a salir a la calle y tocar cacerola, a descargar toda su “arrechera” y se desbordó ese pueblo a romper las vidrieras, a quemar CDI, a quemar escuela, a asesinar a sus hermanos venezolanos que se atrevieron a impedir las quemas de los Centros Diagnóstico Integral. Todo esto fue una locura y Capriles no hizo nada para controlar a sus seguidores e impedir que siguieran destrozando lo que a todos nos beneficia por igual.

En todo el territorio venezolano se cometieron hechos horrendos como la quema de unas casas en Upata, donde habitaban unos niños con sus padres; las marcas de las uñas que le dejó una mujer desquiciada a la doctora cubana en su sitio de trabajo, las muertes de “La limonera” y la quema de un carro perteneciente a un señor con el cual se ganaba el pan para su familia. Esto me hizo recordar cuando salieron a las calles en el 2002 a guarimbear y le quemaron el microbus a un padre de familia que trabaja y también salió lesionado por las llamas.

Los políticos de la oposición se han dado a la tarea de desconocer la realidad de los hechos de esos días. Es su costumbre. Ellos no tienen más camino, sólo uno, donde está la violencia desconociendo siempre la voluntad de la mayoría de los venezolanos. Por eso se vuelven violentos sus seguidores con tan sólo ellos hacerles el llamado a la calle. Capriles se niega a aceptar los resultados (ojalá recapacite) y se ha dedicado a ofender a las mujeres entre ellas a Tibisay Lucena, presidenta del CNE, a Cilia Flores (esposa del Presidente Maduro), a Cristina Kirchner, Presidenta de Argentina y a los presidentes que asistieron al acto del nuevo Presidente de Venezuela. No podemos olvidar que él comenzó sus ofensas con la familia del Comandante Presidente Hugo Chávez.

María León integrante del Gran Polo Patriótico, junto a las demás mujeres, salieron al paso para enfrentar las ofensas del perdedor. Y esta gran mujer conocida también como “María la Leona” lo llamó cobarde por atreverse a ofender a una mujer suramericana que representa el patriotismo y que no dudó en apoyar al Comandante Hugo Chávez”. También le recordó que por su irresponsabilidad se produjeron las muertes de nueva personas.

Capriles está herido, y por esa herida es que este gran perdedor respira, miente y niega su responsabilidad en los sucesos del lunes, martes y miércoles después de las elecciones del 14 de abril de 2013. Respirar por la herida le hace brotar su “arrechera” volviéndolo el animal más peligroso e irracional; se le vuelven locas las neuronas imposibilitándolo de entender que el Presidente se llama Nicolás Maduro y eso le da lo que una vez dijo cuando compitió con el Comandante: “Por ahí dicen que los chavistas Chaqui-chaqui con Capriles”.

Respirar por la herida, al perdedor lo pone a pedir cadena de radio y televisión para la auditoría ya anunciada y lo hace ofender al ministro de la Defensa, Diego Molero, diciéndole que él es “la nada ante la mayoría de los venezolanos”. Esta frase es muy entendible. Los políticos de la oposición siempre se han creído que son ellos la mayoría, por eso Capriles ofende con sus palabras al ministro.

Las venezolanas y los venezolanos que votaron por el “futuro y progreso” no se han dado cuenta que transitar por el “camino” de Capriles es peligroso. ¿Vieron como a esta persona le dio tanta “arrechera” y los mandó para la calle con sus ollas a tocar cacerolazo y al otro día les dijo que tocaran dentro de sus casas? Los va a volver locos mientras él, Leopoldo López, Julio Borges, María Corina entre otros, los miran muy cómodamente desde los muebles de sus casas a través de la televisión. Y no creo que por Globovisión, porque en este canal se niegan a transmitir esas imágenes; por eso ellos no aceptan el destrozo que hicieron sus seguidores. Pero gracias a Dios aquí hay leyes que cuando los llamen a declarar se van a tener que quitar las vendas de los ojos para que puedan ver la realidad y el porqué son culpables.

Capriles debe cultivar la ética de la paz y no crear un “camino” de odio y rencor. El llenó las calles de sangre con personas chavistas que sin armas se enfrentaron a su gente armadas y perdieron la vida. El quiere dialogar, pero se olvida que el diálogo se da en paz, para que haya entendimiento y comprensión. El no sabe que “La ética para la sustentabilidad es la ética de una cultura de paz y no de violencia”. Por eso el Presidente Maduro habla de paz, paz y paz.

El rector de la oposición Vicente Díaz reconoce que Enrique Capriles perdió las elecciones. Esa es la verdad la cual el candidato perdedor no quiere reconocer para seguir regando el polvo venenoso en su camino, para que sus seguidores lo respiren y padezcan de lo que a él le dio…y salgan como ganado en barajuste cuando le abren la puerta del corral llevándose todo por delante.

Capriles debe recordar por si se le ha olvidado que los venezolanos tenemos deberes y derechos contemplados en la Constitución Bolivariana de Venezuela, los cuales debemos cumplir con ellos. Después no digan que son perseguidos políticos. También los medios de comunicación tienen su responsabilidad establecida en la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión. “La responsabilidad” en estos medios tiene su ética la cual sus dueños la han echado a un lado para en vez de informar la verdad de lo que está ocurriendo, la ocultan quitándole el derecho a un pueblo a estar informado.

Respirando por la herida el candidato perdedor tuvo que volver a la Gobernación de Miranda, pero esto no lo aparta de su responsabilidad ante los hechos acaecidos. La Ministra del Poder Popular para los Servicios Penitenciarios, Iris Valera le dijo: “Te garantizo que en la cárcel nadie te tocará. Te estamos preparando la celda porque tienes que pagar tus crímenes”, por desatar una oleada de violencia que provocó 10 muertes durante los días 14,15 y 16 de abril en todo el país.