domingo, 12 de mayo de 2013

Opinión: Comprando legitimidad

Por: JOSE ISIDRO CORDERO

¿Conforme al criterio del respeto a la dignidad de un país, cualquiera sea su tamaño, su estructura organizativa y su aporte al concierto de las naciones, es pertinente que se señale a sus autoridades o representantes como compradores de legitimidad? Diría que esa actitud, que no sólo apunta al representante o autoridad que pudiera estar en el error, sino que también chispea ácido a la cara de todo el conjunto nacional, lo cual es diametralmente opuesto a toda manifestación orientada a la búsqueda de la convivencia entre los pueblos.

Actualmente pesa sobre los hombros de Venezuela una situación como la señalada. A la luz de los acontecimientos políticos vividos por la nación durante lo que va de este año 2013, en específico lo acontecido después de la muerte de Hugo Chávez y la manera cómo los que se autoproclamaron “herederos de su legado”, los ojos de todos los países del mundo se posan sobre el nuestro con el celo de detectar cualquier inclinación a atentar contra los Derechos Humanos y a ponerse al margen de los principios básicos en el ejercicio de la democracia.

Sucede que, a las denuncias, por parte de la oposición, de múltiples irregularidades durante el proceso electoral que culminó el 14 de abril y al rechazo de los resultados emitidos por Consejo Nacional Electoral (CNE) indicando a Nicolás Maduro como ganador, a quienes se mantienen en el poder gubernamental les urgió la necesidad de buscar pisos de legitimidad y frente a la inquietud y suspicacia de los gobernantes y pueblos de los países del subcontinente aceptaron, como vía de solución al conflicto político, realizar la auditoría general al proceso de votación propuesto por el sector de oposición, exigiendo como contraparte la presencia de los Jefes Gobierno al acto de juramentación de Maduro como Presidente de la República, lo cual se entiende como un reconocimiento explícito a la legitimidad.

Inmediatamente, pasado el acto de juramentación, habiéndose producido la asistencia de varios Jefes de Gobierno, creyendo que se había afincado en la conciencia colectiva la idea de la legitimidad, los personeros del gobierno nuestro se resistieron a hacer la auditoría electoral conforme a lo pedido, de allí que los colombianos, en expresión muy propia de ellos, asomaron la tesis de que los del gobierno venezolano le jugaron “conejo” a Unasur; se interpreta como que le jugaron pícaro. Ese comportamiento reforzó la suspicacia y potenció la idea de la ilegitimidad del Gobierno tomando amplio espacio en el ánimo de los dirigentes continentales. Frente a esa realidad, Maduro quiso aflojar tuercas y salió en gira hacia los países del sur con un saco de ofrecimientos que bien supone una compra de legitimidad, como así se lo hizo saber, a su llegada al aeropuerto de Brasilia, una multitud de personas portando pancartas, entre las cuales había muchas que decían; “Maduro, la legitimidad no se compra”. ¡Qué vergüenza para nosotros! ¿A quién acusamos de eso?

BRISAS SUAVES
ESTUVE EN CARACAS esta semana pasada. Por curiosidad, que siempre llevo enmochilada, husmeé en los asuntos políticos, tuve el tacto de hablar con amigos de posición encumbrada en el PSUV, Ellos, que saben de mi posición en la reducida calle de la democracia cristiana, afirmaron que, Diosdado Cabello carga por dentro una rabia rencorosa contra Maduro, porque éste le impidió, con ayuda del PSUV, asumir la presidencia de la República en el momento de la ausencia de Chávez al acto de juramentación, conforme a lo establecido en la Constitución. Me aseguraron que la golpiza propinada a los diputados de oposición dentro de la Asamblea Nacional, fue un acto premeditado y organizado por Cabello para desprestigiar a Maduro en el plano internacional. De ser así, creo que Cabello logró el objetivo…

SABÍA A LO QUE se enfrentaría al abril la puerta y traspasar el dintel. El Gobernador de Sucre, profesor Luis Acuña Cedeño, según y que manifestó, en una reunión privada con un grupo de sus más allegados partidarios, que estaba muy “arrepentido de haber aceptado ser candidato para esta vaina de la Gobernación”. Tenga temple, Gobernador, los hombres no se arrepiente de los pasos que dan, sino de flaquear ante los retos…

OSWALDO ÁLVAREZ PAZ, dijo (El Nacional: 20-02-2013): “Es tiempo de lucha. Las vías institucionales están exploradas y agotadas. Los esfuerzos por promover el diálogo sobre temas concretos han fracasado. Las respuestas se han limitado a insultos y ofensas. Sólo hay dos opciones, peleamos o nos rendimos”. Rendirse, nunca. Pero es importante determinar el sentido y método de la pelea. Cuando Oswaldo dijo esas palabras, faltaba un recorrido para el 14 de abril, fecha a partir de la cual la exigencia de la lucha está más presente y se está dando bajos métodos pacíficos que auguran prontos frutos positivos…

¡QUE ESCANDALO en los apasionados por el deporte Dominó! Todo porque un amigo mío, de cuyo nombre sólo doy las iniciales: EJRT, en la testarudez de querer demostrar que juega Dominó, cosa a la que le hemos dicho que no se dedique, se sentó hace pocos días a jugar con varias personas de mediano avance. Jugó nueve partidas, con el siguiente resultado: perdió cinco zapateros en línea, dos chancletas y dos sencillos. Dejó de jugar y al pararse de la mesa dijo, consolándose a sí mismo: “Una mala tarde la tiene cualquier torero”. ¡Y qué mala tarde!...

SE LE COMPLICAN las cosas al madurismo y al gobierno de Venezuela en el ámbito internacional. Los parlamentos de los países del continente están dando muestras de no reconocer su legitimidad dicen: “No puede haber tolerancia con la violación de los derechos humanos. No consentimos la violencia ni la falta de diálogo político. Debemos establecer un límite a aquellos países que violen las normas esenciales de convivencia democrática”…
USTED VOLVERA a leerme.

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