De: Amalio (Mayito) Solano
Fueron siete los colombianos a quienes el peso de la ley les cayó sin ninguna contemplación. Estas personas, se encontraban en el estado Amazonas cuando fueron sorprendidos trasladándose en una balsa por las aguas del grandioso Orinoco, y se les acusa de atentar contra el ambiente al verter agentes contaminantes al río.
Este grupo de hombres ocupaban de manera ilícita las áreas naturales protegidas, modificaron y destruyeron bienes protegidos por la ley y degradaron suelos totalmente aptos para el cultivo de alimentos. Aunado a esto, el fiscal auxiliar de flagrancia del estado Amazonas, Jhornan Hurtado, durante la presentación de los involucrados también los acusó del uso indebido de materiales peligrosos y de verter materiales que degradan las aguas. Así como también fueron acusados de cometer delitos en contra del estado venezolano.
Todo esto sucedió en el municipio Atabapo, específicamente en el pueblo conocido con el nombre de Pintao, el día 29 de abril de 2013. Los imputados se trasladaban en la embarcación la cual no estaba identificada; conversaban plácidamente en la balsa de sus delitos mientras de manera conscientes o no, les causaban daños al ambiente dispersando agentes químicos a las aguas del río.
Los efectivos del Destacamento de Frontera No 94 de la Guardia Nacional Bolivariana del estado, los sorprendió incautándoles varios metros de manguera para extraer material aurífero. También se les decomisó objetos que los incriminaban los cuales estaban ocultos en un trasfondo de la balsa. Es así como estas personas fueron detenidas y puestas a la orden del Ministerio Público.
Por tales delitos cometidos, les cayó la Ley Penal del Ambiente y la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento del Terrorismo. Ahora estos colombianos que contribuían al deterioro ambiental de nuestro territorio, se encuentran privados de libertad por orden del Tribunal 3º de Control del estado. Los elementos que presentó el representante del Ministerio Público, fueron totalmente convincente para que estas personas hoy se encuentren tras las rejas y nuestro padre Río Orinoco deje de beber veneno al menos de las manos criminales de estas personas que olvidaron o ignoraron que ahora en este gobierno socialista, sí se toma en cuenta la preservación de nuestro planeta tierra o Pachamama como les llaman nuestros hermanos bolivianos; y sí se toma en cuenta el ecosistema, nuestros mares, lagos y ríos.
Precisamente nuestra Constitución, en el Capítulo IX, Artículos 127, 128 y 129, nos habla de los Derechos Ambientales. También la Ley Penal del Ambiente en el Capítulo VIII de los Delitos contra la Calidad Ambiental, nos habla de la Corrupción y envenenamiento de aguas de uso público, Artículo 83, y del vertido de materiales degradantes en cuerpos de agua. Artículo 84.
Ahora el Plan de la Patria, que es el Programa de Gobierno Bolivariano 2013-2019 que nos dejó el Comandante Hugo Chávez, contempla en los Grandes Objetivos “La preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana”. Estaríamos hablando entonces de una ética, donde el ser humano tenga conciencia de que así como la naturaleza se autorregula, también nosotros podemos controlarnos de esos impulsos antropogénicos en contra de ella; olvidándonos que como nosotros, la naturaleza también siente el daño que le hacemos cuando de manera indiscriminada arremetemos contra los bosques y los árboles cuando contaminamos los suelos y las aguas.
Llevar a la cárcel a los siete colombianos por dañar las aguas del Río Orinoco y el daño al ecosistema, debe servir de ejemplo para quienes cometen delito ambiental; porque “…Toda persona tiene el derecho individual y colectiva a disfrutar de una vida y de un ambiente seguro, sano y ecológicamente equilibrado”.
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