Opinión: Los revolucionarios, ¿dónde estaban? ¿Dónde están?

Por: Antonio José rivera Chávez
guaripeterojo@outlook.com

Todo cuanto ocurre hoy no es producto de un azar sino por el contrario el resultado de malas practicas Políticas-Económicas y Sociales cuando en forma díscola se trato de construir una sociedad diferente pero con todos los vicios del pasado y en especial tolerando la corrupción como mecanismo para penetrar entre las clases dominantes y principalmente para domesticar a las Fuerzas Armadas en el estudio y comprensión del Socialismo como forma de Estado lo cual con ese método es de dudosa asimilación en forma sincera.

No se sabe como y cuando los revolucionarios perdieron la brújula racional de su tesón en el pasado para investigar, descubrir y denunciar la corrupción administrativa lo cual le daba a la hora de asumir funciones gubernamentales una enorme experiencia para reducir a la corrupción administrativa a su mínima expresión. Sin embargo resulto que esa ética militante y esos aprontes contra la Delincuencia Fiscal Organizada cobardemente fue depositada en el cesto de la basura para complacer a la Nueva Clase Militar en el Poder la cual se aburguiso y el guiso se convirtió en actividad licita y soportable cuando ha debido ocurrir todo lo contrario. El algún momento la voz de Tazcon y últimamente la de Mario Silva fueron un resonador para la conciencia de los revolucionarios quienes con el Cuento de Cuartel de “defender la revolución” lo callan todo no dándose cuenta del peligro eminente de la confrontación por las desilguadades generadas por estas practicas delictivas.

Lo peor de este asunto es la manera en que se trata de abordar el desorden administrativo ,los fraudes, los robos, la malversación,etc cuando se apunta hacia la derecha como si el gobierno fuera de tal debilidad que todos sus órganos de control hayan sido incapaces para frenar por lo menos las actividades hasta la fecha de sus propios elementos y se envalentona ante una derecha débil nacional e internacionalmente con poca capacidad de acción para regir la corrupción dentro de nuestra sociedad. Culpa esencial de los revolucionarios cuando han callado ante los enemigos reales del proceso infiltrado en el “socialismo” dándole un giro mercantil para enterrar los principios de honestidad de los militantes revolucionarios. La desigualdad en todos los ámbitos de la sociedad es evidente aun mas cuando a la alta burocracia se le asignan jugosos sueldos para evitar ser sobornados pero vaya medida cuando no solo no actúan contra la corrupción sino la estimulan mientras los obreros en su mayoría reciben sueldo básico.

Ahora será mas difícil esperar por la reacción militante de los revolucionarios cuando ya las cosas pintan hacia la farsa y protección de los “peces gordos”, los tiburones de la revolución.