"Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó...", comenzaron a cantar a todo pulmón familiares, amigos y aficionados cuando las muchachas de la selección nacional femenina Sub 17 salieron del terminal internacional del aeropuerto internacional de Maiquetía. El himno tronó, entre abrazos y aplausos, para darles la bienvenida que merecían, mientras que lágrimas de emoción corrieron por las sonrientes caras de las campeonas sudamericanas.
Las mundialistas aterrizaron una hora más tarde de lo previsto. Salieron sosteniendo una gran bandera de Venezuela ante los gritos de felicitaciones. La capitana, Lourdes Moreno, tenía en sus manos el trofeo del Campeonato Sudamericano. Gabriela García portaba el trofeo de máxima goleadora del torneo, que consiguió tras anotar ocho dianas en la trayectoria hacia la hazaña vinotinto.
"¡Gaby! ¡Gaby! ¡Gaby!", gritaba su gente, que le rodeó de inmediato. Unas treinta personas viajaron desde Tunapui, en el estado Sucre, la localidad natal de la artillera, para compartir con ella.
"Muy contenta por haber ganado el título y dejar el nombre de Venezuela en alto... Y a mi pueblo, Tunapui", dijo con timidez García al subir al autobús preparado por la Federación Venezolana de Fútbol para trasladar a las chicas y al entrenador.
"Me siento muy orgulloso", comentaba el padre de Gaby, Lucas. "Desde muy chiquita, ella se la pasaba haciendo deporte y acá está ahora".
Y, en medio de la algarabía reinante, hubo tiempo para mirar al futuro. "Tenemos que seguir entrenando para hacer un buen trabajo en el Mundial", lanzó García.

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