Prensa Fundadanza.- En el acto que marcó el inicio de la Vigésima Octava Edición del Festival Sucrentino Internacional de Danza, realizado en el Museo Gran Mariscal de Ayacucho de Cumaná, se realizó el bautizo de la revista Rodolfo Varela: 53 años Abriendo Caminos, editada con el patrocinio de PDVSA Costa Afuera.
Las bailarinas del ballet clásico Nena Coronil fueron las encargadas de verter los pétalos de rosas rojas sobre el material impreso, que refleja la trayectoria artística del maestro, y su larga faceta como promotor cultural en el estado Tachira y su tierra adoptiva-como suele referirse al estado Sucre.
Hace aproximadamente unos 29 años –relata el profesor José Malavé en el prólogo- arribó Rodolfo Varela a Cumaná, cargado de ganas de hacer, con su cuerpo de bailarín de treinta y tantos años, su experiencia de provincia fría tachirense, su camino de noche fría caraqueña en la incipiente danza contemporánea con Griska Holguín o Sonia Sanoja, su paso novicio por la vida y la danza de la cosmopolita y fría ciudad neoyorquina bajo el soplo del maestro, recientemente fallecido, Merce Cunningham. En fin, un hombre maduro de atesorado impulso vital y artístico forjado en la confrontación con lo diario, lo arduo y lo estético.
En esta cálida actividad, el maestro Varela y la presidenta de la fundación Museo Gran Mariscal de Ayacucho, Dra. Rosa Cova, despejaron la cinta que inauguró la exposición Gigantografía de la Danza, con imágenes de las actuaciones del elenco nacionalista y contemporáneo de la Compañía Nacional de Danza. La muestra permanecerá por 30 días en este bello recinto, ubicado en el centro de Cumaná, que resguarda algunas pertenencias del héroe epónimo de Cumaná, Antonio José de Sucre.
El Ensamble de flautas de la orquesta juvenil e infantil del estado Sucre, fue el encargado de iniciar el programa musical de esta velada, que incluyó Allegro, Campesino Alegre, Autum leaves, y Primavera. Seguidamente, la actriz Milka Ugas tuvo a su cargo el performance “ La Loca Luz Caraballo”, del escritor y poeta Andrés Eloy Blanco, a quien se le rinde homenaje en esta edición del festival sucrentino, con proyección de su obra literaria en cada uno de los 10 días de programación.
Y como la danza no podía faltar en este inicio de la gran fiesta de la danza sucrense, ,el cierre del evento estuvo a cargo del ballet clásico Nena Coronil, con una actuación que levantó a los presentes de sus asientos, para aplaudir emocionados las coreografías Pizicatto de Carolina Carvajal y Festival, de Albert Ribero.
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