Opinión: Los medios del miedo

Por: Antonio José Rivera Chávez
guaripeterojo@outlook.com

El día de las elecciones municipales ( 8 de Diciembre) quedo claro como avanza la tenaza política –económica en lo relacionado con la información la cual bajo el filtro invisible de la represión Estatal sufrió un viraje sorprendente cuando solo los dirigentes oficialistas,burócratas,militares y afines ocuparon los espacios de TV y radio en la casi totalidad de emisoras para dar muestras esencialmente de una normalidad ciudadana y su conformidad con el proceso dirigido por el CNE.

Es evidente que no se refiere esta nota a la difusión de violencia y mucho menos a la protesta ilegal. Había hechos en estas elecciones necesarias de su divulgación para alimentar la democracia y colocar a los violentos en su justo lugar pero “los medios del miedo” callaron para consolidar estas practicas abusivas y ventajistas siendo esta complicidad a futuro una manera de normalizarlas para complacer a la burocracia todopoderosa.

Conociendo que solo pocos años atrás existían varios centros de opinión e información activos contra el silencio de los conformistas no es nada difícil destacar ciertos factores para la intimidación como seria el propio aparato burocrático del Estado tomado por asalto por los miembros mas sectarios del partido único convertido en cuerpo represivo ante cualquier expresión de disidencia usando para tal fin tribunales, el Seniat,Indepabis,la Fiscalía, el DIM,el Sebin y pare usted de contar cualquier institución capaz de elaborar un expediente para quien opine en contra de las Políticas Publicas actuales. Así mismo al no existir un objetivo firme por parte de los opositores para cambiar el esquema político represivo actual es obligatorio para permanecer en el tiempo plegarse a la voluntad totalitaria sin despertar la ira de los mandantes.

Sin embargo en tiempos de censura son los partidos y los ciudadanos organizados o no, los encargados de elevar el desacuerdo con lo establecido en la mejor forma lo cual se traduce en actividad clandestina para pintar graffittis, elaborar volantes y repartirlos, mitines relámpagos, etc para lo cual el único requisito es tener militantes para estas tareas. Algunas veces estas cosas parecen débiles ante el gigantesco Estado pero debe tener presente todo disidente que el veneno a la larga mata y lo importante es que en cada movilización o propaganda se capten voluntades para acumular fuerzas y se puedan desarrollar tareas mas importantes lo cual requerirá entonces de formas organizativas mas exigentes pero necesarias para la toma del Poder por las vías establecidas constitucionalmente.

Mientras, el temblor de capitalistas y trabajadores de la información estremecerá las ondas radiales y televisivas ocultando las verdades que el pueblo quiero oír y ver.