Opinión: Quién ganó, quién perdió

Por: ALEXIS REVERON

Quiero en primer lugar agradecer a las ocho mil y tantas personas que creyeron en mi propuesta como candidato al concejo municipal de Bermúdez. Agradezco profundamente su gesto. Sus preocupaciones por tener una ciudad ordenada y prospera, fue el motivo para acudir al acto de votar y cumplir con su responsabilidad.

Sabemos cuan difícil es asimilar lo que no debió ocurrir. Sin embargo, siguen existiendo suficientes motivos para no doblegarse ante el descaro y la villanía. Aquí nadie gano. Por el contrario, se perdió una gran oportunidad de tener otra gestión municipal que garantizara de verdad, un destino y un futuro promisor para nuestra querida ciudad. El personaje que continua y quienes le acompañan, si no rectifican, darán al traste con las inmensas posibilidades de tener desarrollo y avances sustanciales para una ciudad que se hunde en la desidia y en el más completo abandono, jamás nunca visto.

Ciertamente tengo mis dudas, de que esto sea así mientras estos personajes sigan actuando de manera deshonesta y obscena. Sabemos perfectamente que continúan ahí, por que la “petrochequera”, el agavillamiento, la coacción, la mentira y la demagogia se lo permiten. Saben que no ganaron en buena lid. Sabían que no arribarían por sus propios merito, por que su gestión es nauseabunda y pútrida. Por eso apelaron al abuso del poder para amedrentar y someter a miles, que no querían saber más de su mala y estorbosa gestión.

Saben que escriben una nefasta historia. No les basta con repartirse los dineros de las obras que otorgan desde el gobierno central y que nadie los ve. También le ponen la uña corrupta a los gastos corrientes. Existen nomina de muertos y personajes inexistentes. Se expolian el dinero del erario público que debería servir para resolver problemas como la vialidad urbana, la salud, la educación y la seguridad de los carupaneros. Lo utilizaron para “comprar votos” y así aventajar al oponente sin el menor de los escrúpulos.

Es por eso que hoy no escapan de la condena pública y que no agachan la cabeza, por pena, sino por la condena que cada mirada le clava por cómplices ineptos o sencillamente por corruptos. Hoy exhiben una ridícula embriaguez de poder. Fracasaran, lo sabemos de ante mano. Todo lo que hagan para mantenerse en poder será efímero, se irán desfigurando hasta desaparecer para siempre. El diseño de su gestión esta concebido para humillar a la gente, sin igualdad ni justicia, solo utiliza la chapa de revolucionarios para practicar un apartheid bárbaro y atroz.

Una vez más gano la desidia y perdió la sensatez. Estaremos vigilantes y atentos. No permitiremos que el silencio y la lenidad de los que administran justicia, continúen, ante una población asombrada e impotente, frente a un apartheid odioso que se cobija solapadamente en el compadrazgo y la adulancia de oportunistas. Defenderemos la igualdad social y la justicia esquilmada por los que se hacen llamar defensores de este mal llamado “proceso revolucionario”. Nuestro compromiso es absolutamente social. De esta experiencia sacaremos el mejor partido. Mañana es otro día, seguiremos en la lucha.