Opinión: Revolución y vecindario

Por: Antonio José Rivera Chávez
guaripeterojo@outlook.com

Una revolución es objetivamente cierta cuando podemos sentir en todos los ámbitos de la sociedad una transformación básicamente en las ideas, en el comportamiento cotidiano donde los hombres pensaren en otras cosas desconocidas hasta la llegada del rayo del cambio. La mejor forma de observar esta falacia llamada revolución bolivariana alimentada desde el Estado son los vecindarios donde se puede constatar con precisión como anda el mundo de las ideas socialistas en general.

Sobresale el enchufado (de siempre) muchas veces reciclado destilando oportunismo pero sonriente porque sigue en el negocio (burocrático)ostentando Poder ante el admirado conglomerado que rinde pleitesía al “vivo”cuya habilidad se muestra en una nueva camioneta todo terreno y una franela roja ayer verde para evitar dudas de su progreso. Nada que ver con cuentos de cuartel y plan de la patria. Su plan es el guiso nuestro de cada día. En otro nivel se conocen los agentes libres del Capitalismo Corrupto participes en el mercado ofreciendo cosas como pensiones,dolares,viviendas,motos,vehículos,etc maravillando al condominio porque sin profesión y sin partido se meten una boloña de real a la luz revolucionaria de las tracalerias. Estos como los anteriores tienen amigos en el proceso necesarios para moverse como pez en el agua sin morir en el intento porque el reparto va y viene entre la burochorocracia.

Luego esta la mayoría temerosa la cual tiene como principio la idea de que el único que se opuso a la naturaleza fue Bolívar y murió pelando siendo sumisa, obediente y silenciosa. Los chismosos y chismosas ocupan un espacioso lugar donde se habla de todos menos de los corruptos propios que son chéveres porque pagan el condominio con fidelidad y son de lo más simpáticos. Mención especial para los miembros de la Junta de Condominio quienes siempre son acusados de amigos de los ajeno y el contincoleo pero jamás se ha visto a uno de estos ciudadanos presos. La apoteosis de este tipo de organización ocurre cuando un enchufado llega a la Presidencia de la Junta cuando se reúne el hambre con las ganas de comer y los gastos del Edificio o vecindario se van a las nubes a lo cual todo el mundo refunfuña pero al final le dan el voto al perverso.

Sigue la composición con aquellos que creyeron en la revolución socialista deambulando como animas solas clamando por solidaridad, rebaja de los gastos, participación, ayudas para los mas necesitados, etc siendo vacilados por las “mayorías”. El submundo de los trabajadores donde están los vigilantes ( mas bien dignos de ser vigilados) el conserje,los plomeros, albañiles y afines quienes son parte de la masa “vaciadora” del conglomerado, cuando llaman doctor o comandante a todos los enfluxados porque algo les queda cuando llegan pasados de trago o cuando hay prósperos negocios.

Lo que si no hay en estos lugares son Comités de Base, círculos bolivarianos o revolucionarios ni contimenos jóvenes socialistas o comunistas haciendo labores por el gobierno porque les da pena pero para orgullo de los gobierneros tampoco creen en santos, ni aparecidos y solo se relacionan con el Estado si se trata de conseguir chambas entonces se pregunta uno: ¿Y de donde esta gente del gobierno habla tanta broza si no hay harina pan para la mazamorra? Todavía que se sepa no hay mazamorra sin masa.Este cuento de cuartel no tiene nada que envidiar a los otros tantos cuentos infantiles de caperucita, el Lobo Feroz, etc que todo el mundo los conoce los cuenta pero nadie los cree al menos que no tenga uso de razon.