lunes, 24 de febrero de 2014

Opinión: Torturas revolucionarias

Por: Antonio José Rivera Chávez
guaripeterojo@outlook.com

Luego de caído el dictador Gral. Marcos Pérez Jiménez en los finales de los años cincuenta del siglo pasado se estableció dentro de las restricciones establecidas por el militarismo en bajo perfil para el momento una forma de gobernar cuya base era el voto general o sea “democrático”.

Estos gobiernos fueron precedidos de campañas electorales cuyas ofertas eran las de siempre (en todo tiempo) pero resaltaba por razones humanitarias y por haber sentido en carne propia en sus lideres,dirigentes,militantes,simpatizantes,activistas y colaboradores la tortura como forma común para humillar o buscar confesiones del opositor en esos tiempos del militarismo sádico-perezjimenista se hablo del “ring”como la mas común de las torturas que consistía en poner al prisionero al borde de los rines para neumáticos y además aplicar golpes para aumentar el sufrimiento .Además había una gama de variantes para destruir la voluntad del ser humano disidente del gobierno dictatorial. Sin embargo, los gobiernos establecidos por esos años al poco tiempo a través de un organismo político-policial especial para la represión no solo del delito común si no también de los políticos, la DIGEPOL, empezó a revivir la tortura, el sadismo, la maldad como arma físico-espiritual contra los detenidos entonces la excusa como antes fue el anti-comunismo perverso enemigo de la patria. La DIGEPOL trituraba a los enemigos del sistema al compás del SIFA, y fue en los TO (Teatros de Operaciones Anti-Guerrilleros) donde la saña contra los civiles (guerrilleros o no) rebeldes se hizo de sus mejores momentos .Ahí en esos TO la cosa era mas grave y se enseñaban métodos dictados por la CIA con aplicaciones tecno-eléctricas, uso de helicópteros, bañeras llenas de agua, carpas de la muerte, etc. Toda una variedad occidental de matar, destruir o degradar la condición humana. Bueno así por el horror de estos hechos los buscadores de votos por la vía electoral habían ofrecido respeto por los Derechos Humanos y las leyes lo cual ha sido una gran farsa histórica.

Los jóvenes para el momento nos extrañábamos y lamentábamos que aquellos “héroes” contra la dictadura convertidos en burócratas no renunciaran a su participación en estos gobiernos o ha sus propios partidos y era que la vida fácil a la sombra del Pozo de la Dicha del Erario Publico parece tener aromas monetarios que adormecen la indignación contra las injusticias y hace de ciertos “políticos” mequetrefes dispuestos a justificar por alguna vía supra-sensorial la aprobación de la tortura y muerte de prisioneros.En esas mentes había quedado enterrada la Seguridad Nacional,Guasina y Sacupana( prisiones y centros de la tortura del militarismo perezjimenista).Hoy día vemos con lastima como quienes tomaron la tortura como denuncia política contra el sistema –con toda razón-adornando el estiércol de sus miserias con cuentos de cuartel desde donde se habla del Imperio, de fascistas,burgueses,etc sin condenar la tortura y aplicar la ley contra ella sea de donde sea. Parece ser que existe una tortura revolucionaria y otra “burguesa” según esta se fabrique para defender el burocratismo degenerado, militarismo o simple y llanamente el “status” que favorece la corrupción .La tortura en la actualidad en tiempos de revueltas mas que de revolución en este proceso ha llegado a la aceptación de métodos desconocidos hasta la fecha como ese de introducir la punta del fusil por el ano a estudiantes detenidos lo cual no se lleva a las ultimas consecuencias y de paso estos soldados sádicos deben tener algo de homosexuales o de distorsión de su propia sexualidad al hacer este uso de su propia fuerza , la alcahuetería y la impunidad se esconde detrás de tecnicismos extremos para no castigar a los culpables. Esta burochorocracia torturadora directa o indirectamente se hace la tonta porque lo que tienen en juego no es la plenitud democrática sino su vigencia al lado de los Fondos Públicos los cuales también manejan sin Ética alguna.Son cobardes, no revolucionarios.

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