Por: Antonio José Rivera Chávez
guaripeterojo@outlook.com
Venezuela, como territorio ocupado desde los tiempos del mal llamado descubrimiento hasta la fecha ha venido padeciendo por la vía de la transculturizacion la pena del mal uso del conocimiento “científico” para la presencia y desarrollo en el ámbito de la administración de los recursos financieros del hoy llamado “guisador” quien con sus influencias y conocimientos realiza la obra de tomarse para si en la sabia practica de la solución parte de los Fondos Públicos en un hábil uso de ese conocimiento importado desde las academias externas.
El dominio escaso de las cuentas reales le dio a la burocracia española en los primeros tiempos del Control Fiscal aduanero una excelente oportunidad para el beneficio propio dada la ignorancia de la población en general la cual era desconocedora y poco maliciosa como para detectar el Contincoleo de los Ingresos por motivo de impuestos, tasas y obligaciones del comerciante quien como siempre también estaría en el asunto.Las cosas no han variado para nada en eso del Control Fiscal y las Finanzas Publicas a varios siglos de la llegada de los hispanos y aun cuando ya no ejercen el “Imperio” en estas tierras nos dejaron el idioma como herencia para facilitar al vivo criollo la verborrea necesaria para convencer a la población del manejo pulcro que hace de los Fondos a su cargo aun cuando sea todo lo contrario. La matemática-contable y la Ciencia Económica se combina con el Derecho Financiero con todas las malas artes del buen guisador para en ajustes macroeconómicos hacer lo necesario desde donde quien mas se beneficia es ese burócrata guisador aplicando el arte del conocimiento perverso para hacer de la indigencia popular generalizada un tremendo negocio donde por lo demás se despierta la admiración de los tontos inútiles y hasta de los útiles en cada aparición publica de este sinvergüenza que usando hasta el idioma ingles explicara en red nacional de comunicación como se salva “el bolsillo” popular de la mano criminal de la burguesía parasitaria entregándole al burochorocrata toda la autoridad para “despalillarle”el salario al Juan Pendejo de siempre. El desbalance en el conocimiento político-económico por lo demás permite que al momento de elegir, el verdugo se lleve por sus geniales practicas el voto mayoritario de los necesitados que así paga al “mazo” de las Finanzas Publicas sus penurias .
La actualidad latinoamericana es reflejo en mucho de este ilustre administrador tal cual ocurre con los llamados Fondos Buitres porque por otra parte se usa el lenguaje como alícuota de la publicidad para favorecer al “guisador” y en este caso el gobierno argentino (mal administrador) es una Santa paloma y el buitre el operador privado cuando en verdad se complementan y se reparten la ganancia porque la yunta corrupto-comerciante( industrial o especulador) es necesaria para el guiso nuestro de cada día. Solamente los gobiernos de Fuerza se roban los Fondos Públicos a la brava como ocurre aquí con los “maletinazos” repletos de dólares que viajan de la mano de los guisadores por el mundo .La fuerza sustituye la academia y la ilustración cuando se trata del militarismo en casos posibles para obviar a los profesionales y técnicos para un mejor reparto cuartelario.
En el caso de la ilustración nacional para su burocracia se hablan maravillas de un conocido Programa de Becas el cual en la realidad lejos de mejorar el aparataje gubernamental en su eficacia nos dio muestras de unos sabelotodos con signo negativo y es cuestión de revisar los currículos de los implicados en los grandes guisos para darnos cuenta de como el malhechor hizo del master o doctorado para ejercitar la mano depredadora con mayor sutileza. Inclusive el dominio de el ingles (por excelencia) u otro idioma (ahora quizás el chino) son apoyo especial para el “guiso ilustrado”. Dios nos coja confesados dijo una Virgen. Amen.
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