Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO
A pesar de ser el término “Quinta República” el afloramiento de un capricho de quienes se dieron a conocer en la vida política venezolana mediante un fallido Golpe de Estado, con empleo de las armas de la República, la expresión se ha quedado revoleteando en la conciencia colectiva como en una especie de artilugio mágico envolvente de todo el entusiasmo de participación política. Quienes propusieron y han animado el uso de esa expresión pretenden mantenerla como concepto doctrinario derivado de la incongruente ideología del “Socialismo del Siglo XXI”. Hasta allí han podido llegar, porque el giro de la gestión administrativa impulsada por ellos viene resultando un total fracaso. Quince años llevan con el poder político en sus manos sin lograr solucionar ni uno de los grandes problemas del país, al contrario, durante ese tiempo la República se ha venido a ruina.
Los ideólogos y los operadores del denominado “Socialismo del Siglo XXI”, principalmente su más entusiasta impulsor, el Presidente Hugo Chávez, dando muestras evidentes de una extremada miopía en materia de conducción de gobierno y testificando con sus actuaciones la más exacta ignorancia en el conocimiento de los problemas nacionales, le asignaron preeminencia a los aspectos políticos, restándole importancia a cualquiera otro. Fueron insensatos, al negarse a escuchar las voces de quienes indicaban a los problemas económicos como causantes de los males nacionales. Nada los detuvo en su afán de darle golpes funestos a la propiedad privada, de liquidar los medios de producción en manos privadas. Todo iba bien mientras tuvieron las arcas repletas, pero el agotamiento de ellas, el manirrotismo, el vicio de llenar talegas individuales y la ceguera ocasionada por posturas sectarias y excluyentes les anuncian el fin de su dinastía.
Evidentemente, ya no hay vuelta a atrás. Nada podrán hacer para frenar la estrepitosa caída. Digámoslo sin más rodeos: es lastimoso, pero el gobierno de Nicolás Maduro está prácticamente en el suelo. Sólo lo sostiene el carcomido hilito de las mentiras. Entonces, ¿cuál será la suerte de la República frente a la inminencia del fracaso de la “Quinta”? Ya está ahí en la puerta; los sonidos de la “Sexta República” se oyen. Es más, estamos montados ya sobre ella. Para ver resultados más claro con paisaje despejado es cuestión de pocos días y de algo de paciencia.
BRISAS SUAVES
¡CUANDO EL CINISMO predomina! Según los jerarcas del Ministerio de Turismo venezolano, ha aparecido en el país algo novedoso: el abarrotamiento de las terminales de pasajeros. Y lo anuncian con elevada algarabía a través de los medios de comunicación social (Ultimas Noticias: 16-08-2014). Con desparpajo nunca visto, ellos tratan de inocular l idea de ser esa manifestación un indicio de la voluminosa cantidad de dinero en los bolsillos de los venezolanos, del disfrute de un encantador estado de felicidad y del inagotable impulso a viajar presente en los venezolanos. Son cínicos, ellos lo saben: la gente abarrota las terminales terrestres y aéreos, los primeros por la restringida oferta de pasajes, debido a falta de vehículos; son inmensos los cementerios de vehículos imposibles de poner en circulación por escasez de repuestos. Los segundo, los aéreos, también por restricción de la oferta de pasajes porque las líneas aéreas han dejado de prestar servicios debido a la negativa del Gobierno a cambiarles los bolívares por dólares como está establecido en los Convenios. El Gobierno se quiere pasar de pícaro…
ESTÁN CERCA LAS PARLAMENTARIAS. A mis lectores y a otros, a los cuales pudiera llegarles la onda por vías conexas, les digo de mi situación de persona civilmente hábil para desempañar cargos de elección popular, para lo cual creo contar con experiencia suficiente. No tengan pena, nada pierden con hacerme propuestas, el esfuerzo será poco, porque como decía un expresidente muy refranero: “No me empujen, que yo voy”…
ESTAN COMO CONTAMINADOS la mayoría de los funcionarios públicos, les tienen fobia a determinados sectores de la población. La solución de los problemas colectivos de estos no está en sus planes. Veamos el caso de los funcionarios de Hidrocaribe, la empresa pública prestadora del servicio de agua potable; amplios sectores de la población llevan meses recibiendo el servicio de agua a cuenta gotas, y hasta pasan tres o más días consecutivos sin recibir una gota. Entre esos amplios sectores con problemas de falta de agua están los del parcelamiento Miranda de Cumaná, cuando éstos han ido a las oficinas de Hidrocaribe en busca de solución, la respuesta es invariable, con una semisonrisa en los labios les dicen: “Ustedes son los burguesitos de Cumaná”, y ahí queda todo. Pregunto, ¿eso de ser burgués o no, qué relación tiene con el reclamo de buena prestación de un servicios público no gratis? Señores de la Defensoría del Pueblo, traten ustedes de dar respuesta…
MUCHOS TEÓRICOS catalogan esa manifestación como sinvergüensura de la gente; yo la catalogo como expresión de un profundo estado de necesidad. Me refiero a las inmensas colas de personas formadas a las puertas de los establecimientos indicados por el Gobierno para vender algunos productos de la dieta básica. En estos últimos días las colas son más largas. La mayoría son mujeres con niños en los brazos tratando de comprar un paquete de leche, mujeres paradas allí desde las tres de la mañana. Eso debe acabarse, nuestro pueblo no se merece ese suplicio…
USTED VOLVERÁ a leerme.
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