Por: Econ. Antonio José Rivera Chávez
guaripeterojo@outlook.com
El extraño comportamiento de las voces de la revolución desconectadas en su totalidad de la realidad nacional mas bien predicadores de “ideologías” donde todo se elabora para espantar la impopularidad construyendo castillos en el aire. Persiguiendo con el cuento de cuartel de cada día engatusar incautos para seguir buscando la aceptación de las masas y mantenerse en el Poder.
El tiempo no encaja en estos deseos siendo cada vez mas evidente en el análisis temporal en estos quince años de gobierno en ejercicio que donde existieron construcciones para la producción para el momento hay destrucción e improductividad aun cuando hasta de Potencia Mundial se habían auto denominado en razón del petróleo que subyace en las profundidades de nuestro suelo pero que sin traspasar los limites de nuestra geografía y entrar al mercado capitalista de la oferta y la demanda no tiene precio rentable tal cual ocurre con nuestra muy barata gasolina. Las ilusiones del socialismo del siglo XXI se han posesionado de las mentes oportunistas para retrotraernos al mundo extraviado de la irracionalidad donde se establecen teorías distantes de la practica necesaria para lograr el objetivo convertidas en vapores de la fantasía ineficiente desde donde se libran las mas perdidas batallas contra el Sistema Capitalista Mundial y hasta las demandas judiciales internacionales convertidas en sentencias contra la Nación son celebradas como logros socialistas por la vía de la cuantificación de “rebajas” en los litigios. Locura total.
En esta trifulca del revolucionario contra la realidad la manipulación se hace presente como Método para transformarlo todo en hechos libertarios y hasta una “guerra económica”se han inventado donde el pobre y en especial los pensionados y desempleados se encuentran en una trinchera en total indefensión debido a que “el arma”del sueldo o del rebusque resulta escaso para afrontar el paquetazo de la explosión nuclear detonado por la ausencia de inteligencia para afrontar con justas medidas en favor de una economía para el progreso y no para la escasez ,la limitación absurda, la persecusion,el ocio y el burocratismo . Rezarle a los Castro, Chávez y Cia no es el mejor procedimiento para amoldar el proceso en el cauce necesario y suficiente para el rescate de la comodidad de los desposeídos. Cada hecho cotidiano para encubrir estas necesidades populares serán escasas si no se traduce el discurso “épico” en bienes y servicios en la vida del trabajador. Hace falta una guerra pero no de palabras, ni de engaños. Un ataque a fondo a todo cuanto separa a la familia venezolana de la paz, el trabajo y una educación de calidad para una patria grande. No deben olvidar los del PLAN (y peinilla) de la Patria que no es con represión como se lograra la suprema felicidad de las mayorías.
Por ahora, Juan Pendejo, el pensionado heroico, sigue esperando los dos bonos ofrecidos a principios de año por el actual Presidente además del recuerdo en vida del Comandante difunto quien en algún momento de euforia petrolera ofreció tres meses de aguinaldo a los pensionados cosa que nunca llego al bolsillo “esfarata’o” del necesitado . El paquetazo encubierto mino las defensas presupuestarias para la Navidad y Año Nuevo, para dejarnos claro que para el “mercado socialista” no somos nada.
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