Por: Econ. Antonio José Rivera Chávez
guaripeterojo@outlook.com
En las estructuras sedimentadas por las clases dominantes se alimenta el poderoso Estado de los Impuestos, Multas, Tasas, contribuciones y demás de la sangre de los ciudadanos los cuales no dejan de ser las piezas inoxidables de la maquinaria burocrática que con gran precisión calcula los movimientos ciudadanos para explotarlos bajo diversas circunstancias históricas que estudiadas con delicado análisis se convierten en tenazas sobre la existencia del hombre sea este muy joven trabajador o simplemente bagazo residual del trajinar del sistema al cual generalmente dan el titulo de pensionados para caracterizar a un ex proletario sin fuerza sindical y sin encanto alguno para el respeto que no sea el de la hipócrita consideración como miembro otoñal de una Tercera Edad sin otro oficio que la espera de la muerte.
Los Estados en su evolución nada revolucionaria conservan el toque dictatorial del burocratismo cuando tratan al tal anciano improductivo como factor de preocupación electoral al cual le aplican el peso del sistema muchas veces con placer dominante dándole características de conejillo de Indias (acure en criollo) el cual se le puede someter a las mas inconsultas decisiones sin esperar otra reacción que la pasividad con el temblor en sus labios ansiosos por el bocado para su sobre vivencia. En nuestro caso típico de una sociedad cuartelaría los sistemas y procedimientos van como un látigo sobre la conducta pre-establecida de la presunción delictiva del pobre anciano el cual se le echa encima la carga de la prueba para en defensa del burochorocrata corrupto tenerlo bajo sospecha de terribles irregularidades administrativas por el control ejercido como ejemplar del cual cuidarse del pensionado delincuente cuando todo movimiento excluyente o incluyente en el Sistema de Pensiones depende del burócrata militar General.
El pensionado es la esencia del miserable revisado bajo supuestos de cometer manejos peligrosos para el Estado del Bienestar al cual se le agradece su producto social a través de una estadía en el circulo vicioso de la producción con un “salario diferido” religiosamente sacado sin protesta de su bolsillo semana tras semana sin otra razón que un Fondo de Pensiones al cual recurre el “status” por su fabulosa cuantía y hasta se construyen urbanizaciones con estos dineros como parte del uso compartido entre urbanizadores corruptos y los burochorocratas sin que el pensionado reciba nada de estas operaciones favorables a los poderosos. En un Estado “revolucionario” los métodos y Sistemas deben venir de abajo hacia arriba dándole la comodidad total al hoy aplastado ciudadano entre redes del papeleo burocrático y el abuso imperativo. Se entra a este túnel oscuro de la obediencia o te excluyen para uso entonces de tus asignaciones por parte de unos “especialistas” en el arte de la distribución de la culpa en indefensos pensionados cuando la culpabilidad, capacidad para la maldad y delito fiscal es monopolio del burócrata entronizado en la estructura de quienes nos pescan de cuando en vez como sardinas para las fauces del tiburón.
Se habla desde hace años de la “venta de pensiones” como de algo común desde donde se han amasado capitales burocráticos inmensos sin que se conozca de la eliminación sistemática de esas manos perversas del Sistema Estatal mientras mes a mes se observan las colas de ancianos para exigir al verdugo respeto por sus dineros. Concluimos exigiendo al Estado de la costumbre respeto y democracia porque el pensionado NO ES UN DELINCUENTE. Volteen la pirámide y hagan del pensionado el CONTRALOR del Sistema con capacidad para investigar y acusar y observaremos un cambio revolucionario y necesario de estas Estructuras represivas contra el Hombre Bueno.
guaripeterojo@outlook.com
En las estructuras sedimentadas por las clases dominantes se alimenta el poderoso Estado de los Impuestos, Multas, Tasas, contribuciones y demás de la sangre de los ciudadanos los cuales no dejan de ser las piezas inoxidables de la maquinaria burocrática que con gran precisión calcula los movimientos ciudadanos para explotarlos bajo diversas circunstancias históricas que estudiadas con delicado análisis se convierten en tenazas sobre la existencia del hombre sea este muy joven trabajador o simplemente bagazo residual del trajinar del sistema al cual generalmente dan el titulo de pensionados para caracterizar a un ex proletario sin fuerza sindical y sin encanto alguno para el respeto que no sea el de la hipócrita consideración como miembro otoñal de una Tercera Edad sin otro oficio que la espera de la muerte.
Los Estados en su evolución nada revolucionaria conservan el toque dictatorial del burocratismo cuando tratan al tal anciano improductivo como factor de preocupación electoral al cual le aplican el peso del sistema muchas veces con placer dominante dándole características de conejillo de Indias (acure en criollo) el cual se le puede someter a las mas inconsultas decisiones sin esperar otra reacción que la pasividad con el temblor en sus labios ansiosos por el bocado para su sobre vivencia. En nuestro caso típico de una sociedad cuartelaría los sistemas y procedimientos van como un látigo sobre la conducta pre-establecida de la presunción delictiva del pobre anciano el cual se le echa encima la carga de la prueba para en defensa del burochorocrata corrupto tenerlo bajo sospecha de terribles irregularidades administrativas por el control ejercido como ejemplar del cual cuidarse del pensionado delincuente cuando todo movimiento excluyente o incluyente en el Sistema de Pensiones depende del burócrata militar General.
El pensionado es la esencia del miserable revisado bajo supuestos de cometer manejos peligrosos para el Estado del Bienestar al cual se le agradece su producto social a través de una estadía en el circulo vicioso de la producción con un “salario diferido” religiosamente sacado sin protesta de su bolsillo semana tras semana sin otra razón que un Fondo de Pensiones al cual recurre el “status” por su fabulosa cuantía y hasta se construyen urbanizaciones con estos dineros como parte del uso compartido entre urbanizadores corruptos y los burochorocratas sin que el pensionado reciba nada de estas operaciones favorables a los poderosos. En un Estado “revolucionario” los métodos y Sistemas deben venir de abajo hacia arriba dándole la comodidad total al hoy aplastado ciudadano entre redes del papeleo burocrático y el abuso imperativo. Se entra a este túnel oscuro de la obediencia o te excluyen para uso entonces de tus asignaciones por parte de unos “especialistas” en el arte de la distribución de la culpa en indefensos pensionados cuando la culpabilidad, capacidad para la maldad y delito fiscal es monopolio del burócrata entronizado en la estructura de quienes nos pescan de cuando en vez como sardinas para las fauces del tiburón.
Se habla desde hace años de la “venta de pensiones” como de algo común desde donde se han amasado capitales burocráticos inmensos sin que se conozca de la eliminación sistemática de esas manos perversas del Sistema Estatal mientras mes a mes se observan las colas de ancianos para exigir al verdugo respeto por sus dineros. Concluimos exigiendo al Estado de la costumbre respeto y democracia porque el pensionado NO ES UN DELINCUENTE. Volteen la pirámide y hagan del pensionado el CONTRALOR del Sistema con capacidad para investigar y acusar y observaremos un cambio revolucionario y necesario de estas Estructuras represivas contra el Hombre Bueno.
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