Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO
Desde aquellos días de mis estudios primarios, en la escuela de la maestra Silvestra Figueroa (tía de Luis Beltrán Prieto Figueroa), sentado en una sillita de bejucos fabricada por mi padre y llevada por mí mismo desde mi casa, comencé a recibir formación de moral y cívica sobre la majestad presidencial. Solía oír a la maestra expresar: “El Presidente de la República debe ser comedido y meditar bien sus palabras, porque ellas deben ser reflejo del pensamiento y postura del país”.
Si nació en Venezuela y cursos sus estudios de primaria en este país, supongo en Nicolás Maduro una formación cívica similar a la mía; porque esa enseñanza sobre moral y cívica era eje fundamental de la educación impartida hasta finales de la década de los ’70. En ese entonces la educación básica estaba centrada en hacerle entender al educando la necesidad de no mentir y de respetar a los demás, como método para alcanzar una excelente convivencia.
Por su forma de expresarse, su comportamiento al emitir opiniones, su irrespeto a los demás, o Maduro no nació en Venezuela y, por supuesto, no cursó sus primeros estudios acá, donde hubiera obtenido sólida formación cívica, o, por imperativo de circunstancia no deseadas, sus padres, habiendo nacido en este país lo enviaron, todavía acurrucado en cesta, a otra región donde fue educado ¿? Esa región no pudo ser Colombia. Allí lo portentoso de la educación es la enseñanza sobre el buen comportamiento y el respeto a los demás. Y si nació o fue enviado allá, entonces Nicolás fue un estudiante “roca”, incapaz de asimilar los buenos modales y las debidas formalidades de respeto hacia sus congéneres.
La más evidente demostración del magno irrespeto de Maduro por su congéneres; de su incapacidad extrema para desplazarse en un mundo donde exista la diversidad de criterios, es el abusivo señalamiento contra los exgobernantes: Andrés Pastrana (Colombia), Sebastián Piñera (Chile) y Felipe Calderón (México), al acusarlos de venir a Venezuela, como agentes del narcotráfico, a apoyar un golpe de Estado. Esa es una aberrante declaración repudiada por toda Venezuela, porque si Maduro tiene pruebas debe presentarlas ante tribunales competentes.
BRISAS SUAVES
ASISTÍ Y PARTICIPÉ en la marcha convocada por la MUD este sábado. Fue una manifestación ciudadana muy contundente. A la cabeza de esa manifestación estuvo el Coordinador Regional de la MUD, Fernando Luis Morgado. A propósito de esta marcha y las efectuadas en el territorio nacional por la oposición, durante los días viernes 23 y sábado 24, técnicos en medición de conglomerados humanos dicen de una movilización de aproximadamente dos millones de personas. Es una respetable fuerza…
NO ES CUESTIÓN DE gobiernos gemelos, pero el parecido con el nuestro asombra. Refiriéndose al caso de la muerte del Fiscal argentino, Alberto Nisman, el articulista del diario El País, de España, Héctor E. Schamis, en su último artículo (23-01-2015), intitulado: “Alberto Nisman, Victima y Síntoma”, dice: “El fiscal fue víctima de una sociedad anómica, un sistema político disfuncional y un gobierno perverso, corrupto y desconectado de la realidad”. El parecido pudiéramos encontrarlo en la revisión del caso del asesinato de Danilo Anderson. Por cierto, ¿han aparecido los culpables?...
PIENSO Y DIGO: “Las colas frente a supermercados, para tratar de adquirir algún producto de primera necesidad, se están convirtiendo en un mecanismo efectivo de control de la protesta, utilizado por el Gobierno Nacional. La gente, sin reflexionar en lo denigrante del acto y actuando por mandato del estómago, va dócilmente a las colas y se amolda a la directrices de la Guardia Nacional, quienes evitan el brote del germen de la protesta…
SOBRE LA FERVOROSA expresión del Presidente Maduro: “¡Dios proveerá!” decir algo más allá de lo dicho por Lauriano Márquez, en su “Carta de Dios a Maduro”, (23-01-2015) sería petulancia. Por ello recomiendo leer esa misiva. Allí está todo…
AL COINCIDIR EN sentimiento de tristeza, producido por la muerte de nuestro común amigo, el ingeniero agrónomo Nelson Rodríguez, hecho acaecido en la ciudad de Caracas el día miércoles, Iván Darío Hernández y yo hemos acordado enviar, por este medio, nuestras palabras de pesar a sus familiares en la persona de su hermano, y también amigo nuestro, Franklin Rodríguez…
USTED VOLVERÁ a leerme.
Desde aquellos días de mis estudios primarios, en la escuela de la maestra Silvestra Figueroa (tía de Luis Beltrán Prieto Figueroa), sentado en una sillita de bejucos fabricada por mi padre y llevada por mí mismo desde mi casa, comencé a recibir formación de moral y cívica sobre la majestad presidencial. Solía oír a la maestra expresar: “El Presidente de la República debe ser comedido y meditar bien sus palabras, porque ellas deben ser reflejo del pensamiento y postura del país”.
Si nació en Venezuela y cursos sus estudios de primaria en este país, supongo en Nicolás Maduro una formación cívica similar a la mía; porque esa enseñanza sobre moral y cívica era eje fundamental de la educación impartida hasta finales de la década de los ’70. En ese entonces la educación básica estaba centrada en hacerle entender al educando la necesidad de no mentir y de respetar a los demás, como método para alcanzar una excelente convivencia.
Por su forma de expresarse, su comportamiento al emitir opiniones, su irrespeto a los demás, o Maduro no nació en Venezuela y, por supuesto, no cursó sus primeros estudios acá, donde hubiera obtenido sólida formación cívica, o, por imperativo de circunstancia no deseadas, sus padres, habiendo nacido en este país lo enviaron, todavía acurrucado en cesta, a otra región donde fue educado ¿? Esa región no pudo ser Colombia. Allí lo portentoso de la educación es la enseñanza sobre el buen comportamiento y el respeto a los demás. Y si nació o fue enviado allá, entonces Nicolás fue un estudiante “roca”, incapaz de asimilar los buenos modales y las debidas formalidades de respeto hacia sus congéneres.
La más evidente demostración del magno irrespeto de Maduro por su congéneres; de su incapacidad extrema para desplazarse en un mundo donde exista la diversidad de criterios, es el abusivo señalamiento contra los exgobernantes: Andrés Pastrana (Colombia), Sebastián Piñera (Chile) y Felipe Calderón (México), al acusarlos de venir a Venezuela, como agentes del narcotráfico, a apoyar un golpe de Estado. Esa es una aberrante declaración repudiada por toda Venezuela, porque si Maduro tiene pruebas debe presentarlas ante tribunales competentes.
BRISAS SUAVES
ASISTÍ Y PARTICIPÉ en la marcha convocada por la MUD este sábado. Fue una manifestación ciudadana muy contundente. A la cabeza de esa manifestación estuvo el Coordinador Regional de la MUD, Fernando Luis Morgado. A propósito de esta marcha y las efectuadas en el territorio nacional por la oposición, durante los días viernes 23 y sábado 24, técnicos en medición de conglomerados humanos dicen de una movilización de aproximadamente dos millones de personas. Es una respetable fuerza…
NO ES CUESTIÓN DE gobiernos gemelos, pero el parecido con el nuestro asombra. Refiriéndose al caso de la muerte del Fiscal argentino, Alberto Nisman, el articulista del diario El País, de España, Héctor E. Schamis, en su último artículo (23-01-2015), intitulado: “Alberto Nisman, Victima y Síntoma”, dice: “El fiscal fue víctima de una sociedad anómica, un sistema político disfuncional y un gobierno perverso, corrupto y desconectado de la realidad”. El parecido pudiéramos encontrarlo en la revisión del caso del asesinato de Danilo Anderson. Por cierto, ¿han aparecido los culpables?...
PIENSO Y DIGO: “Las colas frente a supermercados, para tratar de adquirir algún producto de primera necesidad, se están convirtiendo en un mecanismo efectivo de control de la protesta, utilizado por el Gobierno Nacional. La gente, sin reflexionar en lo denigrante del acto y actuando por mandato del estómago, va dócilmente a las colas y se amolda a la directrices de la Guardia Nacional, quienes evitan el brote del germen de la protesta…
SOBRE LA FERVOROSA expresión del Presidente Maduro: “¡Dios proveerá!” decir algo más allá de lo dicho por Lauriano Márquez, en su “Carta de Dios a Maduro”, (23-01-2015) sería petulancia. Por ello recomiendo leer esa misiva. Allí está todo…
AL COINCIDIR EN sentimiento de tristeza, producido por la muerte de nuestro común amigo, el ingeniero agrónomo Nelson Rodríguez, hecho acaecido en la ciudad de Caracas el día miércoles, Iván Darío Hernández y yo hemos acordado enviar, por este medio, nuestras palabras de pesar a sus familiares en la persona de su hermano, y también amigo nuestro, Franklin Rodríguez…
USTED VOLVERÁ a leerme.
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