Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO
En el plano internacional está solidificada la matriz de opinión de ser el gobierno de Nicolás Maduro una auténtica dictadura con características de ferocidad jamás vista; incluso, con una tendencia de exterminio total de todo afloramiento de oposición, muy superior a los efectos de las dictaduras militares aparecidas en el mundo. ¿Qué pretende el Gobierno de Maduro con esa persecución destructiva contra los factores de oposición en Venezuela?
Coincido con Fernando Mires en la apreciación de estar el Gobierno de Maduro en fase terminal, en momentos agónicos, pero con fuerza suficiente para buscar superar la convalecencia; y en esa búsqueda uno de sus intentos es convencer a sus seguidores de conservar todavía los conductores fácticos del poder. Al coincidir con Mires en ese punto de vista, agrego la idea de ser la represión, llevada a cabo por el Gobierno, una estrategia concebida en procura de evitar la derrota electoral en las parlamentarias. Bajo ese enfoque, la estrategia puesta en marcha por el Gobierno persigue varios objetivos, de los cuales menciono:
Uno, quebrarle a la oposición los cuadros dirigenciales con capacidad de motivación y entusiasmo de las masas populares, mientras impulsan la campaña de estar la oposición huérfana de dirigentes y, en consecuencia, no tener propuesta alternativa. De esa manera, las masas populares verán siempre en el Gobierno la fuente de propuestas, aun cuando sus pasos sean desastrosos para el bienestar del país; ello endurecería el voto militante y la desesperanza ablandaría el voto disidente.
Dos, incentivar en los factores de oposición la tendencia al reclamo con acciones de manifestaciones de calle, muy propensas a ser llevadas, por el propio Gobierno, a actos violentos. Ello daría motivo para una intervención de las fuerzas del orden público en compañía de las fuerzas paralelas de choque con saldos lamentables de pérdidas de vidas; allí estaría el sustento para decretar un Estado de Excepción, se suspenderían las elecciones parlamentarias hasta fecha indefinida.
Tres, Desatar, si la oposición no reacciona con enérgicas acciones, la campaña de estar el Gobierno obrando correctamente. Frente a ese hecho, cualquier otra decisión tomada podría lograr la suficiente aceptación popular; por ejemplo, el aumento del precio de la gasolina, para cuyo propósito, ya el Gobierno despliega una amplia campaña publicitaria de concientización. El Gobierno necesita recursos económicos para enfrentar la campaña electoral parlamentaria, tiene la convicción de poder adquirir votos por compras en el mercado.
Frente a esa estrategia del Gobierno, ¿qué puede o debe hacer la oposición? Sencillísimo: a) imponer el criterio de la ilegalidad en la actuación del Gobierno, mediante denuncias bien sustentadas antes los órganos jurisdiccionales venezolanos e internacionales; b) evitar la confrontación de calle –eso no postula inhibirse de las manifestaciones populares- para no poner los muertos y resultar siendo culpable; c) escoger de inmediato sus candidatos a diputados a la Asamblea Nacional e impulsar, con los medios disponibles, una campaña electoral regia con mensaje establecido en la línea de acentuar la posibilidad real del cambio; d) dejar al Gobierno en su camino hacia el desgaste total -destino hacia donde va- sin confrontarlo, porque así acelera la caída por su propio peso.
BRISAS SUAVES
UN REPIQUE OPORTUNO. Nuestro amigo, profesor Luis Acuña Cedeño, Gobernador de Sucre, ha pedido, mediante declaraciones en un programa de radio, ayuda a los sucrenses para impulsar una tarea en procura del desarrollo turístico de nuestra región. El señor Fernando Morgado Bossio, en artículo de prensa de esta semana, el cual recomiendo leer de comienzo a final, le acepta la invitación, y le asoma valiosísimas orientaciones para llevar a cabo un trabajo exitoso en el propósito indicado. Amigo Gobernador, se la pusieron bombita. ¡Agarre el trompo en la uña! Con la ejecución de una cuarta parte de las obras mencionadas por Morgado pasaría usted a ser el Gobernador más progresista en la historia de esta Entidad Federal…
CON ESTA COPLA enjuicia el poeta Rómulo Calderón Torres la circunstancia política vivida hoy en el país: “Riñe entonces la moral/con la soberbia arrogancia,/en tumultuaria ignorancia/que enaltece al pedestal”. Ciertamente, el Gobierno actúa como si fuera inapelable la sentencia: “La torpeza siempre supera a la ignorancia”…
ES UNA PERTURBACIÓN para los amantes de permanecer por siempre en el poder. Todas las encuestas arrojan resultados de un 65% de intención favorable al voto por la oposición en Venezuela…
A TODAS ESTAS, ¿alguien habrá visto, en estos dos primeros meses del año, aun cuando sea por Facebook, al señor David Velásquez, Alcalde de Cumaná?...
USTED VOLVERÁ a leerme.
En el plano internacional está solidificada la matriz de opinión de ser el gobierno de Nicolás Maduro una auténtica dictadura con características de ferocidad jamás vista; incluso, con una tendencia de exterminio total de todo afloramiento de oposición, muy superior a los efectos de las dictaduras militares aparecidas en el mundo. ¿Qué pretende el Gobierno de Maduro con esa persecución destructiva contra los factores de oposición en Venezuela?
Coincido con Fernando Mires en la apreciación de estar el Gobierno de Maduro en fase terminal, en momentos agónicos, pero con fuerza suficiente para buscar superar la convalecencia; y en esa búsqueda uno de sus intentos es convencer a sus seguidores de conservar todavía los conductores fácticos del poder. Al coincidir con Mires en ese punto de vista, agrego la idea de ser la represión, llevada a cabo por el Gobierno, una estrategia concebida en procura de evitar la derrota electoral en las parlamentarias. Bajo ese enfoque, la estrategia puesta en marcha por el Gobierno persigue varios objetivos, de los cuales menciono:
Uno, quebrarle a la oposición los cuadros dirigenciales con capacidad de motivación y entusiasmo de las masas populares, mientras impulsan la campaña de estar la oposición huérfana de dirigentes y, en consecuencia, no tener propuesta alternativa. De esa manera, las masas populares verán siempre en el Gobierno la fuente de propuestas, aun cuando sus pasos sean desastrosos para el bienestar del país; ello endurecería el voto militante y la desesperanza ablandaría el voto disidente.
Dos, incentivar en los factores de oposición la tendencia al reclamo con acciones de manifestaciones de calle, muy propensas a ser llevadas, por el propio Gobierno, a actos violentos. Ello daría motivo para una intervención de las fuerzas del orden público en compañía de las fuerzas paralelas de choque con saldos lamentables de pérdidas de vidas; allí estaría el sustento para decretar un Estado de Excepción, se suspenderían las elecciones parlamentarias hasta fecha indefinida.
Tres, Desatar, si la oposición no reacciona con enérgicas acciones, la campaña de estar el Gobierno obrando correctamente. Frente a ese hecho, cualquier otra decisión tomada podría lograr la suficiente aceptación popular; por ejemplo, el aumento del precio de la gasolina, para cuyo propósito, ya el Gobierno despliega una amplia campaña publicitaria de concientización. El Gobierno necesita recursos económicos para enfrentar la campaña electoral parlamentaria, tiene la convicción de poder adquirir votos por compras en el mercado.
Frente a esa estrategia del Gobierno, ¿qué puede o debe hacer la oposición? Sencillísimo: a) imponer el criterio de la ilegalidad en la actuación del Gobierno, mediante denuncias bien sustentadas antes los órganos jurisdiccionales venezolanos e internacionales; b) evitar la confrontación de calle –eso no postula inhibirse de las manifestaciones populares- para no poner los muertos y resultar siendo culpable; c) escoger de inmediato sus candidatos a diputados a la Asamblea Nacional e impulsar, con los medios disponibles, una campaña electoral regia con mensaje establecido en la línea de acentuar la posibilidad real del cambio; d) dejar al Gobierno en su camino hacia el desgaste total -destino hacia donde va- sin confrontarlo, porque así acelera la caída por su propio peso.
BRISAS SUAVES
UN REPIQUE OPORTUNO. Nuestro amigo, profesor Luis Acuña Cedeño, Gobernador de Sucre, ha pedido, mediante declaraciones en un programa de radio, ayuda a los sucrenses para impulsar una tarea en procura del desarrollo turístico de nuestra región. El señor Fernando Morgado Bossio, en artículo de prensa de esta semana, el cual recomiendo leer de comienzo a final, le acepta la invitación, y le asoma valiosísimas orientaciones para llevar a cabo un trabajo exitoso en el propósito indicado. Amigo Gobernador, se la pusieron bombita. ¡Agarre el trompo en la uña! Con la ejecución de una cuarta parte de las obras mencionadas por Morgado pasaría usted a ser el Gobernador más progresista en la historia de esta Entidad Federal…
CON ESTA COPLA enjuicia el poeta Rómulo Calderón Torres la circunstancia política vivida hoy en el país: “Riñe entonces la moral/con la soberbia arrogancia,/en tumultuaria ignorancia/que enaltece al pedestal”. Ciertamente, el Gobierno actúa como si fuera inapelable la sentencia: “La torpeza siempre supera a la ignorancia”…
ES UNA PERTURBACIÓN para los amantes de permanecer por siempre en el poder. Todas las encuestas arrojan resultados de un 65% de intención favorable al voto por la oposición en Venezuela…
A TODAS ESTAS, ¿alguien habrá visto, en estos dos primeros meses del año, aun cuando sea por Facebook, al señor David Velásquez, Alcalde de Cumaná?...
USTED VOLVERÁ a leerme.
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