Por: Econ.Antonio José Rivera Chávez
guaripeterojo@outlook.com
El uso de la palabra Imperio mueva al totalitarismo defensivo ante el Poder externo cuyas gigantescas fauces suelen tragarse a los países más débiles en razón de la Geopolítica porque el poderoso necesita el dominio espacial para alimentar sus actividades de monopolio y explotación.
Los Imperios existen desde los tiempos más remotos y buscan adueñarse del mundo como ideal optimo lo cual crea una competencia entre países donde lo importante es la explotación para beneficio máximo de las clases dominantes. También hay “Imperios” ideológicos que son aun mas criminales que los solamente económicos cuando ejercen la violencia para obligar por el sometimiento “a pensar” en una forma única como ocurrió en tiempos de la Inquisición en beneficio del desarrollo (cristiano) del Imperio Español cuando o eras cristiano o no eras ser humano cosa que hoy día tratan de revivir con la misma crudeza los fundamentalistas agrupados en el Islam. Ahora bien estos Imperios de una u otra forma se conforman para “aplastar” al que estorbe en sus objetivos “totalitarios” a la vez puede ser usada su vigencia por gobiernos inescrupulosos para darle excusa a sus controles internos bajo la exasperación popular contra esta amenaza aun cuando sus actividades estén encubiertas en razón de las nuevas situaciones de mercado donde se respetan ciertas reglas para edulcorar el proceso de servicio del pequeño subdesarrollado hacia la metrópoli normativa de las leyes que rigen la estructura Político-Comercial-Económica de la región donde la influencia del Imperio es decisoria. El Imperio como factor poderoso no desapareció si no que se transformo no solo en métodos si no en formas de aplicación. El capitalismo como tal es el sistema donde se desenvuelven la casi totalidad de los países del mundo de tal manera que, la exclusión de pocos países a las reglas del juego no ameritan del uso de las fuerzas militares para desviarlos de sus decisiones si no que la oferta y la demanda de sus productos los lleva a su propio marginamiento del Sistema Mundial. No hay ninguna guerra como tal cuando el país se excluye.
Entonces, fluye esa interna necesidad del “descarriado” por demostrar que sus problemas internos se deben al mundo Internacional cuando se trata de una decisión aislacionista del “agredido” quien pretende hacer respetar las reglas del “socialismo” al mundo externo no solo ajeno si no enemigo de este Modo de Producción desdeñado en el tiempo por inoperante para la transformación de la sociedad y sus trabajadores en buenos consumidores. Levantar la bandera de la Patria ante la realidad circunstancial para exigir respeto es una tontería para quienes exigen la misma autonomía para un mundo donde existe con la relatividad del caso: autonomía política de los ciudadanos, dependencia estable de los trabajadores, consumo en demasía y derechos Humanos. Exasperar en estos tiempos la conciencia del pueblo ante el ataque Imperial del invasor armado es una treta a la cubana para el CONTROL MENTAL de los venezolanos que en la emoción del combate imaginario pueda sostener el gobierno aun en las condiciones mas miserables para no perder la Patria que en verdad le es ajena a las clases desposeídas pero no a la Clase Dominante que la explota al máximo bajo ese Control Mental necesario para la explotación del burócrata por el ciudadano. El Imperio existe pero sus “guerras” se dan de acuerdo a sus necesidades tal como ocurre con Rusia la cual perdida en el plano económico busca invadir espacios cercanos para renacer colonialismos para mejorar su economía e imagen de país dirigente. No es el caso nuestro por ahora. El socialismo del siglo XXI si produjera mas y mejor podría ser una amenaza cierta para el Imperio mas cercano pero arruinado no necesita nadie de invasiones por la fuerza militar.La necesidad obliga al minusvalido.
guaripeterojo@outlook.com
El uso de la palabra Imperio mueva al totalitarismo defensivo ante el Poder externo cuyas gigantescas fauces suelen tragarse a los países más débiles en razón de la Geopolítica porque el poderoso necesita el dominio espacial para alimentar sus actividades de monopolio y explotación.
Los Imperios existen desde los tiempos más remotos y buscan adueñarse del mundo como ideal optimo lo cual crea una competencia entre países donde lo importante es la explotación para beneficio máximo de las clases dominantes. También hay “Imperios” ideológicos que son aun mas criminales que los solamente económicos cuando ejercen la violencia para obligar por el sometimiento “a pensar” en una forma única como ocurrió en tiempos de la Inquisición en beneficio del desarrollo (cristiano) del Imperio Español cuando o eras cristiano o no eras ser humano cosa que hoy día tratan de revivir con la misma crudeza los fundamentalistas agrupados en el Islam. Ahora bien estos Imperios de una u otra forma se conforman para “aplastar” al que estorbe en sus objetivos “totalitarios” a la vez puede ser usada su vigencia por gobiernos inescrupulosos para darle excusa a sus controles internos bajo la exasperación popular contra esta amenaza aun cuando sus actividades estén encubiertas en razón de las nuevas situaciones de mercado donde se respetan ciertas reglas para edulcorar el proceso de servicio del pequeño subdesarrollado hacia la metrópoli normativa de las leyes que rigen la estructura Político-Comercial-Económica de la región donde la influencia del Imperio es decisoria. El Imperio como factor poderoso no desapareció si no que se transformo no solo en métodos si no en formas de aplicación. El capitalismo como tal es el sistema donde se desenvuelven la casi totalidad de los países del mundo de tal manera que, la exclusión de pocos países a las reglas del juego no ameritan del uso de las fuerzas militares para desviarlos de sus decisiones si no que la oferta y la demanda de sus productos los lleva a su propio marginamiento del Sistema Mundial. No hay ninguna guerra como tal cuando el país se excluye.
Entonces, fluye esa interna necesidad del “descarriado” por demostrar que sus problemas internos se deben al mundo Internacional cuando se trata de una decisión aislacionista del “agredido” quien pretende hacer respetar las reglas del “socialismo” al mundo externo no solo ajeno si no enemigo de este Modo de Producción desdeñado en el tiempo por inoperante para la transformación de la sociedad y sus trabajadores en buenos consumidores. Levantar la bandera de la Patria ante la realidad circunstancial para exigir respeto es una tontería para quienes exigen la misma autonomía para un mundo donde existe con la relatividad del caso: autonomía política de los ciudadanos, dependencia estable de los trabajadores, consumo en demasía y derechos Humanos. Exasperar en estos tiempos la conciencia del pueblo ante el ataque Imperial del invasor armado es una treta a la cubana para el CONTROL MENTAL de los venezolanos que en la emoción del combate imaginario pueda sostener el gobierno aun en las condiciones mas miserables para no perder la Patria que en verdad le es ajena a las clases desposeídas pero no a la Clase Dominante que la explota al máximo bajo ese Control Mental necesario para la explotación del burócrata por el ciudadano. El Imperio existe pero sus “guerras” se dan de acuerdo a sus necesidades tal como ocurre con Rusia la cual perdida en el plano económico busca invadir espacios cercanos para renacer colonialismos para mejorar su economía e imagen de país dirigente. No es el caso nuestro por ahora. El socialismo del siglo XXI si produjera mas y mejor podría ser una amenaza cierta para el Imperio mas cercano pero arruinado no necesita nadie de invasiones por la fuerza militar.La necesidad obliga al minusvalido.
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