Opinión: SUEPPLES, una nueva perspectiva

Por: Ramón Gómez
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Estamos por iniciar la segunda mitad del año 2015 y observamos con profunda preocupación que los motivos que nos impulsaron a presentar una opción para dirigir a Suepples en 2013 persisten;

es sumamente inquietante que todo aquello que denunciamos oportunamente durante el proceso electoral sindical siga de la misma manera, los pasivos laborales continúan incrementándose cada día, el contrato colectivo está vencido desde 2008, el gobierno regional se niega a cumplir sus compromisos contractuales en lo que se refiere a las emergencias médicas y servicios funerarios, persiste la deuda con el IVSS, Caja de Ahorros, Fondo de Ahorro Habitacional, entre otros muchos aspectos que inciden de manera negativa en el nivel y calidad de vida de la clase trabajadora; todo ante una pasividad inexplicable e injustificable, de hecho existen elementos contradictorios en el comportamiento de la directiva de Suepples, como por ejemplo, en las asambleas cada vez que mencionamos el tema de los pasivos insisten que es más importante discutir una nueva contratación colectiva, pero no se terminan de activar los mecanismos y estrategias que permitan que ello se concrete, declinan ejercer un reclamo justo, por buscar un beneficio que no se ve por ningún lado, simplemente, a mi manera de ver las cosas han equivocado la estrategia, es necesaria una urgente revisión y rectificar donde haya que hacerlo.

Es cierto que hay una serie de elementos que ponderan a mayor o menor escala la realidad que padecemos, sin embargo, hay una serie de tareas que deben hacerse, por ejemplo una campaña de motivación y concientización de los afiliados, existe demasiada apatía a la hora de una convocatoria, solo cuando se habla de algún pago es que hay asistencia notoria; casi es inexistente una política clara de acción sindical que promueva una participación más activa de los agremiados en la búsqueda de soluciones a los diferentes aspectos que se relacionan con el bienestar laboral y contractual; Suepples requiere de un proceso de reorganización y modernización destinado a recuperar la confianza y participación de los trabajadores a partir del diseño y ejecución de estrategias de acción que desconcentren la función y acción sindical para darle mayor dinamismo, haciendo una reingeniería funcional y operativa, modernizando los estatutos para darle la debida participación a los jubilados tal cual lo consagra la LOTTT, previendo el amparo del personal contratado en aras de la justicia y equidad social, estableciendo un proyecto con metas a corto, mediano y largo plazo otorgando funciones y responsabilidades específicas y grupales a todos los directivos de la organización, considerando no sólo los procesos revocatorios, sino las sanciones a quienes no cumplan su labor, hay que establecer un patrón organizacional sistemático que permita y promueva el fortalecimiento de la institución como órgano garante de los derechos de sus trabajadores; modernizando incluso la estructura sindical, en un esquema organizado, viable y realizable, lo cual será posible bajo una correcta conducción que aplique criterios gerenciales adaptados a la realidad social de los afiliados, llamados a ser los verdaderos protagonistas de los logros que han de venir.

Es necesario sembrar para cosechar, estamos en condiciones de hacerlo; no puede seguir pasando el tiempo sin actuar conforme se tiene y debe hacer, si, es importante la discusión del contrato colectivo, también solicitar y exigir el pago de pasivos y más urgente aún, es necesario empezar a motivar, concientizar a los trabajadores, hay que ir allanando el camino hacia la consolidación del suficiente apoyo necesario para demostrarle al gobierno regional que ¡LA DIGNIDAD DE LOS TRABAJADORES NO SE MENDIGA, SE EXIGE Y SE IMPONE, YA BASTA DE CONSIDERACIONES, VAMOS A ACTUAR, CON MESURA PERO CONTUNDENCIA!