Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO
La porción de territorio continental que se desprende desde el Noreste de la cordillera de Los Andes, hasta la región del Esequibo, en los límites con la Guayana inglesa, estuvo reconocido como la Capitanía General de Venezuela y luego pasó, íntegramente, a constituirse en la República de Venezuela. Inglaterra siempre quiso avanzar hacia el Oeste para posesionarse de las tierras del Esequibo. Esa pretensión encontró legítima resistencia en Venezuela; ambos países se acogieron a la idea de resolver el asunto de forma pacífica y por vía de mediación arbitral. Pero, en 1899, con el llamado Laudo Arbitral de París, sin ningún fundamento histórico, étnico ni cultural, le fue cedido el territorio Esequibo a Inglaterra. Venezuela protestó y el Esequibo pasó a ser Zona en Reclamación. Cuando advino la independencia de Guayana inglesa (Guyana en inglés), los guyaneses siguieron en la idea de pretender el territorio Esequibo, pero la reclamación por parte de Venezuela continuó.
Venezuela siempre ha querido arreglar el asunto del Esequibo en forma pacífica, bajo ese ánimo firmo el Tratado de Ginebra, el 17 de febrero de 1966, para buscar un arreglo definitivo. Las conversaciones fueron avanzando y el 18 de junio de 1970, mediante el Protocolo de Puerto España (Trinidad y Tobago) se prorrogaron por doce años más.
Hasta 1999 Venezuela estuvo medianamente activa en las gestiones de reclamo del territorio Esequibo, a partir de allí bajó la presión. En ese año comenzó el Presidente Chávez su tarea de acentuar y expandir las ideas socialistas. Actualmente, cuando Guyana hace presencia real en la zona en reclamación, con intenciones claras y evidentes de aprovechar los recurso mineros, entonces el Gobierno venezolano, por interés electoral (las parlamentarias), se rasga las vestiduras tratando de mostrar una incontenible furia nacionalista.
Los convenios firmados por Guyana, con empresas petroleras, para explorar y explotar los recursos de hidrocarburos en la zona del Esequibo, no son de ahora. Vienen en movimiento desde hace varios años, ¿y dónde estaban los gobernantes venezolanos, cuando aquello? Simple, haciéndose la vista gorda. La primera concesión de exploración y de ganancias compartidas en aguas de El Esequibo, a la empresa Essmo Exploration and Production Guyana Limited, filial de Exxon Mobil, la firmó la presidenta de Guyana Janet Jagan (hija del fundador del Partido Progresista del Pueblo (PPP) y expresidente de Guyana, Cheddi Jagan), el 14 de junio de 1999. Este Partido, de tendencia densamente socialista, estuvo gobernando a Guyana durante casi 20 años, de los cuales, durante 16 años la voz de Venezuela, con respecto al Esequibo estuvo apagada. Quizás allí está la razón por la cual el hoy Presidente de Guyana, David Granger, quien sacó al PPP del poder y apenas va para tres meses gobernando, señala los reclamos del Presidente Maduro como de una estricta posición ideológica, muy alejada de toda consideración diplomática. Pero, la dejadez y la torpeza en el reclamo no anulan el hecho real: el Esequibo es parte de Venezuela. Y defenderemos esa verdad en cualquier instancia. Sólo exigimos, al Gobierno nuestro, seriedad y responsabilidad sin intenciones ideológicas ni propósitos electorales.
BRISAS SUAVES
TODO FUNCIONARIO público responsable debe actuar así. Hace pocos días, saliendo de mi casa me encontré con un hecho maravilloso: estaban asfaltando la calle. Me acerqué a un grupo de los trabajadores y pregunte: “¿Cómo se les ocurrió esto?” De en medio de los interrogados surgió un señor ataviado con ropa de seguridad y me dijo: “Señor, eso es parte del plan de asfaltado de la ciudad de Cumaná. Mucho gusto, soy Gustavo Márquez, coordinador del Ministerio de Transporte Terrestre en Cumaná”. Al notar mi reacción de sorpresa, continuó: “Como usted habrá oído decir, el ojo del amo engorda al caballo; estoy aquí para supervisar que los trabajos se hagan con la calidad exigida y en el tiempo previsto”. Eso es una buena y nueva forma de gerenciar. Felicito al señor Márquez…
ES DRAMÁTICA SITUACIÓN. Este viernes, a eso de las 9:30 de la noche pasé frente al Mercal de Los Chimas (Cumaná) y observé a varias personas tendiendo cartones como en disposición de hacer camas. Eran como una veintena de personas. Al día siguen, sábado, a las 8:00 de la mañana, volví a pasar por el sitio, y ahora habían más de 200 personas, pregunté a uno de los congregados: “¿Qué van a vender?” Contestó de forma lacónica: “No sabemos”. En recuerdo de lo visto la noche anterior le dije: “¡Pero si anoche vi gente aquí como en disposición de…” Me cortó antes de terminar la frase: “Sí, eso sucede a menudo, la gente duerme frente a los Mercal sin saber qué van a vender al otro día, o sin saber si venderán”. Entonces, la gente duerme a la intemperie, expuesta a lluvias o a cualquier evento no deseado para un albur. Eso es un atentado contra un derecho humano fundamental: el derecho a la alimentación…
USTED VOLVERÁ a leerme.
La porción de territorio continental que se desprende desde el Noreste de la cordillera de Los Andes, hasta la región del Esequibo, en los límites con la Guayana inglesa, estuvo reconocido como la Capitanía General de Venezuela y luego pasó, íntegramente, a constituirse en la República de Venezuela. Inglaterra siempre quiso avanzar hacia el Oeste para posesionarse de las tierras del Esequibo. Esa pretensión encontró legítima resistencia en Venezuela; ambos países se acogieron a la idea de resolver el asunto de forma pacífica y por vía de mediación arbitral. Pero, en 1899, con el llamado Laudo Arbitral de París, sin ningún fundamento histórico, étnico ni cultural, le fue cedido el territorio Esequibo a Inglaterra. Venezuela protestó y el Esequibo pasó a ser Zona en Reclamación. Cuando advino la independencia de Guayana inglesa (Guyana en inglés), los guyaneses siguieron en la idea de pretender el territorio Esequibo, pero la reclamación por parte de Venezuela continuó.
Venezuela siempre ha querido arreglar el asunto del Esequibo en forma pacífica, bajo ese ánimo firmo el Tratado de Ginebra, el 17 de febrero de 1966, para buscar un arreglo definitivo. Las conversaciones fueron avanzando y el 18 de junio de 1970, mediante el Protocolo de Puerto España (Trinidad y Tobago) se prorrogaron por doce años más.
Hasta 1999 Venezuela estuvo medianamente activa en las gestiones de reclamo del territorio Esequibo, a partir de allí bajó la presión. En ese año comenzó el Presidente Chávez su tarea de acentuar y expandir las ideas socialistas. Actualmente, cuando Guyana hace presencia real en la zona en reclamación, con intenciones claras y evidentes de aprovechar los recurso mineros, entonces el Gobierno venezolano, por interés electoral (las parlamentarias), se rasga las vestiduras tratando de mostrar una incontenible furia nacionalista.
Los convenios firmados por Guyana, con empresas petroleras, para explorar y explotar los recursos de hidrocarburos en la zona del Esequibo, no son de ahora. Vienen en movimiento desde hace varios años, ¿y dónde estaban los gobernantes venezolanos, cuando aquello? Simple, haciéndose la vista gorda. La primera concesión de exploración y de ganancias compartidas en aguas de El Esequibo, a la empresa Essmo Exploration and Production Guyana Limited, filial de Exxon Mobil, la firmó la presidenta de Guyana Janet Jagan (hija del fundador del Partido Progresista del Pueblo (PPP) y expresidente de Guyana, Cheddi Jagan), el 14 de junio de 1999. Este Partido, de tendencia densamente socialista, estuvo gobernando a Guyana durante casi 20 años, de los cuales, durante 16 años la voz de Venezuela, con respecto al Esequibo estuvo apagada. Quizás allí está la razón por la cual el hoy Presidente de Guyana, David Granger, quien sacó al PPP del poder y apenas va para tres meses gobernando, señala los reclamos del Presidente Maduro como de una estricta posición ideológica, muy alejada de toda consideración diplomática. Pero, la dejadez y la torpeza en el reclamo no anulan el hecho real: el Esequibo es parte de Venezuela. Y defenderemos esa verdad en cualquier instancia. Sólo exigimos, al Gobierno nuestro, seriedad y responsabilidad sin intenciones ideológicas ni propósitos electorales.
BRISAS SUAVES
TODO FUNCIONARIO público responsable debe actuar así. Hace pocos días, saliendo de mi casa me encontré con un hecho maravilloso: estaban asfaltando la calle. Me acerqué a un grupo de los trabajadores y pregunte: “¿Cómo se les ocurrió esto?” De en medio de los interrogados surgió un señor ataviado con ropa de seguridad y me dijo: “Señor, eso es parte del plan de asfaltado de la ciudad de Cumaná. Mucho gusto, soy Gustavo Márquez, coordinador del Ministerio de Transporte Terrestre en Cumaná”. Al notar mi reacción de sorpresa, continuó: “Como usted habrá oído decir, el ojo del amo engorda al caballo; estoy aquí para supervisar que los trabajos se hagan con la calidad exigida y en el tiempo previsto”. Eso es una buena y nueva forma de gerenciar. Felicito al señor Márquez…
ES DRAMÁTICA SITUACIÓN. Este viernes, a eso de las 9:30 de la noche pasé frente al Mercal de Los Chimas (Cumaná) y observé a varias personas tendiendo cartones como en disposición de hacer camas. Eran como una veintena de personas. Al día siguen, sábado, a las 8:00 de la mañana, volví a pasar por el sitio, y ahora habían más de 200 personas, pregunté a uno de los congregados: “¿Qué van a vender?” Contestó de forma lacónica: “No sabemos”. En recuerdo de lo visto la noche anterior le dije: “¡Pero si anoche vi gente aquí como en disposición de…” Me cortó antes de terminar la frase: “Sí, eso sucede a menudo, la gente duerme frente a los Mercal sin saber qué van a vender al otro día, o sin saber si venderán”. Entonces, la gente duerme a la intemperie, expuesta a lluvias o a cualquier evento no deseado para un albur. Eso es un atentado contra un derecho humano fundamental: el derecho a la alimentación…
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