domingo, 12 de julio de 2015

Opinión: Guardia nacional socialista

Por: Econ.ANTONIO JOSE RIVERA CHAVEZ
torivera@terra.com

Esta “revolución” se supone marxista al inscribirse en una línea política donde se trata de realzar como principios de la misma ciertos valores relacionados con la concepción del mundo desde el punto de vista donde por definición lo mas importante seria esgrimir el materialismo (Histórico-Dialéctico)como base fundamental de todo cuanto se estructure como Políticas del Estado Socialista lo cual por cierto no ocurre por carecer los dirigentes de la tal revolución socialista de una formación para llevar adelante la transformación de la sociedad y elevar la clase trabajadora a la posición de conductora del cambio.

La carencia hasta afectiva para la igualdad social y el uso de la ciencia para producir con eficiencia se encubre en una “diarrea” conceptual adonde todo por obra y gracia de la inercia intelectual se denomina Poder Popular o/y pueblo a todo cuanto se les ocurra como si se tratara de hacer oraciones en la contemplación para exigir milagros resumida dicha actividad por el Presidente al expresar en algún momento de sinceridad: ¡Dios proveerá¡ convencido de que desde el mas allá le llegaran las soluciones a los problemas cuando además rechaza “el materialismo” para declararse apegado al sistema greco-religioso idealista tan desmenuzado por inútil a los ojos de Marx-Engels y Lenin.

Desde estas jugarretas ajenas al Materialismo y la necesaria concepción comunista de la existencia del hombre dentro del capitalismo observamos como la vida como factor esencial para el desarrollo en todos sus aspectos es tomada “a juego” en una estrategia populista desde donde se privilegia al malhechor ante los trabajadores. Los Cuerpos de Seguridad del Estado obedecen a su propia dinámica e intereses marginando al hombre trabajador a una existencia espantosa donde el sobresalto no solo proviene por el temor a la delincuencia si no a las propias fuerzas de la represión militarizada cuya concepción del mundo sigue siendo la tradicional cuando no solo maltratan, vejan, detienen y hasta desaparecen a cualquier ciudadano bajo el derecho bestial de la Fuerza. Los uniformes exhiben la palabra “pueblo”pero solo como parte del Fundamentalismo Demagógico y en la practica no solo son anti comunistas si no anti pueblo. Son cuerpos donde los líderes están más apegados al “Money Man” que al trabajo como valor y las acciones que se deriven de ello. Ver en las redes sociales como unas “ayudas” para los damnificados del pueblo venezolano de Guasdalito fueron convertidas en mercancía para los necesitados es prueba evidente de la concepción mercantilista de quienes bajo conceptos creados para abusar no dejan la matraca ni el negocio para la “derecha” si no que la practican. Uno de los hombres mas importante del socialismo científico (Lenin) escribió: “La vida practica es el criterio de la verdad”. Sobran las palabras para la justa interpretación de esta frase.

En realidad nada es azar aun cuando existan muchas personas por este mundo de la contemplación creyendo en Cuentos de Cuartel donde en verdad lo que se cosecha es el egocentrismo del hombre de la fuerza armada el cual sin ninguna norma aplica estos conceptos a su libre albedrío calificando de “escuálidos” o “derechistas” a quienes les resulten críticos a su posición ante la vida donde se muestran tal como son. El uso de conceptos sin base cierta solo han servido para prostituir el Poder Popular, el Control Obrero, el socialismo, la economia, etc ya que todo esto ha servido para el “Centralismo Burocrático” salvaje, necesario para estructurar una dictadura militar donde el pueblo hace “colas” y el uniformado los ordena desde el perfil del Guardia entrenado para tal fin y de paso son privilegiados en el consumo para mantenerlos fieles apoyando el régimen.

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