viernes, 2 de octubre de 2015

Opinión: El pollo de Juan Pendejo

Por: Econ.Tony Rivera Chavez
profetanoskagamus@yahoo.com

Juan Pendejo, el Pensionado Heroico, en orden cerrado en madrugada calurosa se encontraba haciendo la cola de la amargura y desde el mas allá percibió las inquietudes de su ayer cuando en tiempos peligrosos disfrazaba el atomizador o la tres minutos bajo los libros con el ture al hombro para en disimulo estudiantil recorrer la Calle Sucre(de Cumana) para grafitiar ¡Cuba Si¡ ¡Yanquis no¡ o ¡Rómulo Renuncia¡ en actos de valentía quizás cuando muchos de estos burochorocratas de actualidad andaban en sus cuarteles comentando la última repartición de Plan(y Peinilla)de la Patria en el Liceo tal o cual. O cuando nos entregaban un taco de dinamita dentro de un Pote de Liga de Frenos al cual bautizaban como tres minutos cuando en verdad podía ser medio minuto y uno de pendejo obedecía ciegamente poniendo la mente en un futuro revolucionario cuando el socialismo científico (marxista-Leninista) trajera la felicidad para todos y se industrializara la Nación para el Reino de los Trabajadores. O cuando los domingos en lugar de pasear nos embarcábamos para vía Cumanacoa realizar trabajos políticos con los campesinos para abrir el camino a la guerrilla en el Turimiquire.

De repente una voz de mando lo trajo a la realidad. ¡Maestro, avíspese¡ péguese a la cola. Callo con ganas de decirle al militaroste: El único maestro que yo conozco es Jovito Villalba pero decidió el silencio. Este puede pensar que Jovito Villalba es un imperialista y me llevan pa’Cocoyar se dijo.

Sigue el teje y maneje de la espera controlada y empieza la llegada de los comerciantes. Uno ofrece sillas a cien bolos, otros café, otros manzanilla, fororo y hasta chinguirito pal frio. Ya con el calor del movimiento y la habladera de la gente. Todos dicen que hay que votar porque esto no lo soporta “naidem”. El pensionado heroico sigue recordando las Cooperativas de alimentos cuando se compraba sin aviso y sin protesto .El todo a real. La Kola Glaciere. Los polos, el snobol, las bombas y nada de colas para comprar y hasta el pesca ‘o lo pregonaban desde bien temprano fresco y barato. Así era el tiempo de la Dictadura burguesa pero como pendejo es pendejo ahora la cosa es de lo peorcito en el gobierno socialista y no entiende este asunto cuando además la grandulona habla de precio justo y Juan piensa: ¿Justo? Las caraotas costaban nada y ahora son casi millonarias si las consigues. No entiendo este precio justo socialista. Divagaba Juan Pendejo.

Se alborota el avispero porque se acerca la hora de abrir el negocio. Se agolpan a la puerta y surge el grito marcial de pa’traz Sin relajo porque no entran. Cedula en mano pa ’la marca ¡Coño¡ dice para si el pensionado: ¿La marca del zorro? Esta es la última. Cuando todo está en orden llegan unas artistas y unos tipos que le dicen al Guardia que ellas están anotadas y pasan pa ’dentro. La gente murmura. A Juan se le ocurre preguntar porque pasan sin hacer cola y el Guardia le contesta: Ellas son funcionarias y tienen que irse rápido. Juan cavila: La verdad es que más bien tienen cara de trabajar con la maquinita de hacer el amor que en la policía. Entonces se acordó de los

Paralelos y como corría la cerveza a real la polarcita, el tercio a un bolívar y el botellón a dos y cincuenta. Eso sí era precio justo .Seria capitalismo pero era justo. Le pusieron el sesenta y nueve en el brazo al pensionado heroico.

Pasa la cola dentro del establecimiento y otro manganzón dice: La cola pal pollo aquí. Y dale con las colitas. Recordó que el precio de una Kola era de 0,25.Precio burgués menor al precio justo. O sea piensa el heroico: Yo arriesgué hasta la vida para echarme esta vaina de no solo hacer cola para todo si no que no me alcanza la pensión y la jubilación. Si adquiero pollo, no hay pescado, ni carne de res. Esto es una dictadura gastronómica en el siglo XXI. Sera pensó que sin comida no hay energía y así nadie forma problemas. Esta gente todo lo calcula al detalle ¡Sera?....Bueno luego de ocho horas de cola se aparece otra vez el Guardia y grita con placer sádico:¡Se acabó el pollo¡ A llorar para las Salinas de Araya. El pensionado heroico presa de la CIA (Corriente Interna de Arrechera) lo que encontró más cerca fue una batata y se la lanzo al pollero y se originó el caos y la desesperación. Detenido y enjaulado por terrorista recordó cuando siendo vendedor de la Tribuna Popular en el Puente de Cumana se lo llevaron preso por subversivo. O sea Juan Pendejo no pega una y si protesta va preso. Desde la unidad policial solo le quedo gritar: Voten. Voten porque pa bachaco, chivo. La esperanza es lo último que se pierde. Algún día la pegamos.

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