Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO
La dada en llamarse “izquierda latinoamericana” ha devenido en una sólida estructura de corrupción. Sus postulados de reivindicación popular han resultado ser un subterfugio para captar incautos. Una hábil mutación o cambio sustancial en sus operaciones proselitistas le concedió grandes parcelas de poder político gubernamental: Pasó de la lucha armada al mimetismo de defensora, a ultranza, de principios democráticos extremos, como la participación protagónica, cuyo norte sería desplazar el principio de representación. Virando por esa esquina, la autollamada izquierda latinoamericana, tutelada por el castrocomunismo, logró seducir a grandes sectores populares. Con ese caudal político se hizo del poder en varios países: Nicaragua, Venezuela, Brasil, Bolivia, Argentina, Ecuador, testimonian el éxito obtenido.
Ahora, llegado a ese punto de haber logrado -mediante método democrático y con cierta holgura- el poder en los países indicados, ¿a qué se dedicó la “izquierda latinoamericana? Simplemente, a mentir y a buscar y perfeccionar instrumentos idóneos para mantenerse indefinidamente en el poder, con el objetivo de tener cauces abiertos para el ejercicio de su verdadera vocación: la práctica del latrocinio, de la corrupción, del desprecio por la moral pública. Casos emblemáticos sobre esa vocación de la “izquierda latinoamericana” existen.
Tenemos el caso de los actos de lascivia realizados por el señor Daniel Ortega, actual Presidente de Nicaragua, practicados en la persona de su hijastra. El señor Ortega salió del laberinto gracias a la complicidad de las instancias judiciales de su país, los cuales le reforzaron la conducta de desprecio por la moral.
En Venezuela, son relevantes la desaparición de miles de millones de dólares, cuyo destino, no dudamos, ha sido los bolsillos de exfuncionarios y funcionarios, y las abultadas cuentas bancarias de ellos en paraísos financieros. Es sabido, el Presidente Chávez estimulaba esa conducta delictiva, y el Presidente Maduro ha continuado aplicando el método, como una forma de garantizarse solidaridades. Lo resaltante en estas normas de reforzamiento de la conducta delictiva en los funcionarios públicos de la “revolución bolivariana” es la condescendencia de todos los órganos del poder público, en especial, del Tribunal Supremo de Justicia, ya convertido en una fracción del partido oficialista PSUV . Es decir, las instancias judiciales apañando vagabunderías. Un hecho donde el Presidente Maduro da muestras de aventajado alumno en defensa de malhechores, es la petición, al Presidente Obama, de derogación de su Decreto de condena a una pandilla de venezolanos señalados como ejecutantes de actividades económicas ilícitas, del tipo narcotráfico y blanqueo de dinero mal habido. Maduro, en vez de solicitar una investigación clarificadora sobre el caso, prefiere apañar, denunciando al Decreto de Obama como una afrenta al pueblo venezolano.
Tronío fuerte está emitiendo el caso del señor Lula Da Silva, expresidente de Brasil, está siendo investigado por un juez, debido a denuncias en su contra por enriquecimiento ilícito y blanqueo de dinero. La señor Dilma Rousseff, Presidenta de Brasil, aplicando la misma receta de otros conmilitones de la “izquierda latinoamericana”, opta por nombrarlo ministro de la Casa Civil, buscando evitar la acción judicial; es decir, una manera de apañar malos hábitos.
Establecido está: la “izquierda latinoamericana”, reconocida ya en su tendencia malandra y, entrando en crisis de poder, muestra su condición de igual catadura. Trata, por todos los medios a su disposición, de tapar sus actos de latrocinio. Y su preocupación no es el bienestar del pueblo, sino resguardar sus privilegios e intereses.
BRISAS SUAVES
ENTRÓ EL CONTRALOR GENERAL de la República, Manuel Galindo, también de “izquierda”, en el club de violadores de la Constitución Nacional; emitió una orden de prohibición a los organismos contralores de presentar cuenta, sin permiso, a la Asamblea Nacional (AN). Es una manera de blindar las acciones de peculado, malversación y apropiación de los dineros públicos. Esa orden va en contra de uno de las funciones básicas de la AN: Controlar la gestión de gobierno, conocer cómo y por qué se gastan los dineros públicos. Debe ser bastante mal oliente la acción administrativa del Gobierno, cuando el Contralor, actuando en imitación a felinos, trata de taparla como si fuera excreta… SE ESPERABA ESA decisión. La Asamblea Nacional ha nombrado una Comisión Especial para inspeccionar el hospital central de Cumaná. La ciudadanía se queja del estado de insalubridad de ese centro asistencial. Esa Comisión debe presentar soluciones urgentes… ES CIERTO, UN PAÍS como Venezuela, con carencia de producción no puede darse el lujo de tomar más de doce días de vacaciones generales de Semana Santa, cuando eso sólo amerita cuatro días. Eso indica la mala planificación del Gobierno… A MITAD DE ESTA semana me encontré, por pura casualidad, con mi amigo Simón Cordero, en Puerto la Cruz. Tenía más de ocho años sin verlo. Al saludarnos, me dijo: “¡Compañero, años sin verlo, pero lo leo. Todos los lunes en la mañana espero sus escritos con mayor disposición de ánimo que al desayuno!” Al agradecerle su exageración, le pedí saludar de mi parte a su hermano Julio, residenciado en Porlamar… A LOS TEMPARADISTAS les pedimos disculpas por las incomodidades y, a la vez, le agradecemos disfrutar con sentido conservacionista lo que encuentren… USTED VOLVERÁ a leerme.
La dada en llamarse “izquierda latinoamericana” ha devenido en una sólida estructura de corrupción. Sus postulados de reivindicación popular han resultado ser un subterfugio para captar incautos. Una hábil mutación o cambio sustancial en sus operaciones proselitistas le concedió grandes parcelas de poder político gubernamental: Pasó de la lucha armada al mimetismo de defensora, a ultranza, de principios democráticos extremos, como la participación protagónica, cuyo norte sería desplazar el principio de representación. Virando por esa esquina, la autollamada izquierda latinoamericana, tutelada por el castrocomunismo, logró seducir a grandes sectores populares. Con ese caudal político se hizo del poder en varios países: Nicaragua, Venezuela, Brasil, Bolivia, Argentina, Ecuador, testimonian el éxito obtenido.
Ahora, llegado a ese punto de haber logrado -mediante método democrático y con cierta holgura- el poder en los países indicados, ¿a qué se dedicó la “izquierda latinoamericana? Simplemente, a mentir y a buscar y perfeccionar instrumentos idóneos para mantenerse indefinidamente en el poder, con el objetivo de tener cauces abiertos para el ejercicio de su verdadera vocación: la práctica del latrocinio, de la corrupción, del desprecio por la moral pública. Casos emblemáticos sobre esa vocación de la “izquierda latinoamericana” existen.
Tenemos el caso de los actos de lascivia realizados por el señor Daniel Ortega, actual Presidente de Nicaragua, practicados en la persona de su hijastra. El señor Ortega salió del laberinto gracias a la complicidad de las instancias judiciales de su país, los cuales le reforzaron la conducta de desprecio por la moral.
En Venezuela, son relevantes la desaparición de miles de millones de dólares, cuyo destino, no dudamos, ha sido los bolsillos de exfuncionarios y funcionarios, y las abultadas cuentas bancarias de ellos en paraísos financieros. Es sabido, el Presidente Chávez estimulaba esa conducta delictiva, y el Presidente Maduro ha continuado aplicando el método, como una forma de garantizarse solidaridades. Lo resaltante en estas normas de reforzamiento de la conducta delictiva en los funcionarios públicos de la “revolución bolivariana” es la condescendencia de todos los órganos del poder público, en especial, del Tribunal Supremo de Justicia, ya convertido en una fracción del partido oficialista PSUV . Es decir, las instancias judiciales apañando vagabunderías. Un hecho donde el Presidente Maduro da muestras de aventajado alumno en defensa de malhechores, es la petición, al Presidente Obama, de derogación de su Decreto de condena a una pandilla de venezolanos señalados como ejecutantes de actividades económicas ilícitas, del tipo narcotráfico y blanqueo de dinero mal habido. Maduro, en vez de solicitar una investigación clarificadora sobre el caso, prefiere apañar, denunciando al Decreto de Obama como una afrenta al pueblo venezolano.
Tronío fuerte está emitiendo el caso del señor Lula Da Silva, expresidente de Brasil, está siendo investigado por un juez, debido a denuncias en su contra por enriquecimiento ilícito y blanqueo de dinero. La señor Dilma Rousseff, Presidenta de Brasil, aplicando la misma receta de otros conmilitones de la “izquierda latinoamericana”, opta por nombrarlo ministro de la Casa Civil, buscando evitar la acción judicial; es decir, una manera de apañar malos hábitos.
Establecido está: la “izquierda latinoamericana”, reconocida ya en su tendencia malandra y, entrando en crisis de poder, muestra su condición de igual catadura. Trata, por todos los medios a su disposición, de tapar sus actos de latrocinio. Y su preocupación no es el bienestar del pueblo, sino resguardar sus privilegios e intereses.
BRISAS SUAVES
ENTRÓ EL CONTRALOR GENERAL de la República, Manuel Galindo, también de “izquierda”, en el club de violadores de la Constitución Nacional; emitió una orden de prohibición a los organismos contralores de presentar cuenta, sin permiso, a la Asamblea Nacional (AN). Es una manera de blindar las acciones de peculado, malversación y apropiación de los dineros públicos. Esa orden va en contra de uno de las funciones básicas de la AN: Controlar la gestión de gobierno, conocer cómo y por qué se gastan los dineros públicos. Debe ser bastante mal oliente la acción administrativa del Gobierno, cuando el Contralor, actuando en imitación a felinos, trata de taparla como si fuera excreta… SE ESPERABA ESA decisión. La Asamblea Nacional ha nombrado una Comisión Especial para inspeccionar el hospital central de Cumaná. La ciudadanía se queja del estado de insalubridad de ese centro asistencial. Esa Comisión debe presentar soluciones urgentes… ES CIERTO, UN PAÍS como Venezuela, con carencia de producción no puede darse el lujo de tomar más de doce días de vacaciones generales de Semana Santa, cuando eso sólo amerita cuatro días. Eso indica la mala planificación del Gobierno… A MITAD DE ESTA semana me encontré, por pura casualidad, con mi amigo Simón Cordero, en Puerto la Cruz. Tenía más de ocho años sin verlo. Al saludarnos, me dijo: “¡Compañero, años sin verlo, pero lo leo. Todos los lunes en la mañana espero sus escritos con mayor disposición de ánimo que al desayuno!” Al agradecerle su exageración, le pedí saludar de mi parte a su hermano Julio, residenciado en Porlamar… A LOS TEMPARADISTAS les pedimos disculpas por las incomodidades y, a la vez, le agradecemos disfrutar con sentido conservacionista lo que encuentren… USTED VOLVERÁ a leerme.
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