Por: TONY RIVERA CHAVEZ
profetanoskagamus@yahoo.con
El Pensionado Heroico se topa con la vecina en el pasillo del Edificio y esta observa que lleva dos paquetes de Harina de Maíz. Le dice la conocida: Cuando las despoje de su contenido si puede me las da. Sospechoso Juan la interroga:¿ Y eso pa’que? Le cuento vecino murmura Elena que es el nombre de la tipa quien además vende empanadas en un Centro Comercial cercano.
Tengo un amigo “curioso” al que apodan El Brujo de Caiguire Abajo que me recomendó para tener siempre Harina Pan que hiciera un altar con Maria Lienza en el centro y todos sus alrededores debe ser cubiertos con empaques del codiciado “oro blanco” para la empanada en el Nuevo Amanecer Rojo de colas y amargura.Segun el que cumple este rito nunca le hace falta un paquete de maíz blanco para el fogón.Entonces Juan Pendejo viaja al mas allá para recordar como ha veces venían de la ciudad de Caracas unos benditos y sabios funcionarios que sabían disertar sobre los “materialismos” y todo lo que en el capitalismo nos aliena pero principalmente sobre la Mercancía. Repaso el caletre y hojeo desde el Libro Primero, El proceso de producción de Capital, en su sección Primera: Mercancía y Dinero.Capitulo I La Mercancía y allí esta la aseveración “teórica” de Carlos Marx y su Capital: “A primera vista pareciera que las mercancías fueran objetos muy intrincados llenos de sutilezas metafísicas y resabios teológicos”
Bueno se refería sin duda el Padre del Socialismo Científico en una “primera vista” a un mercado donde había oferta y demanda fluida pero si observamos este mercado “socialista” del siglo XXI en una “ultima vista” nos damos cuenta que mas que la mercancía como tal es la escasez de la misma la que perturba la mente de los trabajadores y la locura por un paquete de harina puede llevar a quien vive de esta materia prima a la conducta de rezarle a una imagen para que caiga la harina pan(será del cielo)desde lo inesperado. O sea deduce uno que el señor Marx no conoció el “socialismo científico” sino en pura teoría porque en la practica las mercancías se vuelven fantasmas en el socialismo donde además aparecen figuras nada angelicales como el Bachaquero para completar no ya la “sutileza metafísica” sino la realidad donde ni papel tóale se consigue.
Según los marxistas lo que pasa es que este es un periodo de transición hacia el comunismo donde nunca ninguna sociedad llega y la tal figura transitoria termina siempre descubriendo el Capitalismo y la Economía de Mercado como algo mejor que este Cuento del Fetichismo y la alineación del sujeto.La verdad es que en la actualidad no solo hay alineación sino que la CIA (Corriente Interna de Arrechera) florece en las mentes donde ayer todo era paz, dulzura y generosidad porque por otra parte no es el vil explotador burgués quien se ríe de la angustia del desposeído de mercancías esenciales para la vida sino el burócrata dueño y señor de la producción importada porque siendo improductivo todo lo compra hecho con sobreprecio porque algo debe ganarle el que le acerca al pobre la harina, la leche,el café o cualquier otro genero transformando la locura socialista en oro. En este devenir donde el marketing de hasta las caraotas se hace complejo para el pendejo queda uno sorprendido ante lo expuesto como extraordinario por el Sr. Marx y esta realidad “socialista” nunca explicada en la realidad por nadie. ¿Por qué a quien se le iba a ocurrir ser socialista sabiendo la verdad, verdadera? A nadie que no fuera una pandilla de pendejos estudiantes de bachillerato y hasta universitarios creyendo en Teorías donde nadie señalaba fracasos, escasez y verdades. Buena trampajaula la de Marx y Engels, Lenin, los PC, los Castro, MAO y afines para gozarse una y parte de otra escribiendo cuentos de esperanzas sin futuro.
El fetichismo de la mercancía en el socialismo disloca a los pendejos y pajuatos mientras a los autores del “proceso” los eleva a la condición de privilegiados en el reino del cielo terrenal y no solo tienen mercancías como les da la gana sino los dólares para espantar divagancias y angustias. ¡Que belleza¡
profetanoskagamus@yahoo.con
El Pensionado Heroico se topa con la vecina en el pasillo del Edificio y esta observa que lleva dos paquetes de Harina de Maíz. Le dice la conocida: Cuando las despoje de su contenido si puede me las da. Sospechoso Juan la interroga:¿ Y eso pa’que? Le cuento vecino murmura Elena que es el nombre de la tipa quien además vende empanadas en un Centro Comercial cercano.
Tengo un amigo “curioso” al que apodan El Brujo de Caiguire Abajo que me recomendó para tener siempre Harina Pan que hiciera un altar con Maria Lienza en el centro y todos sus alrededores debe ser cubiertos con empaques del codiciado “oro blanco” para la empanada en el Nuevo Amanecer Rojo de colas y amargura.Segun el que cumple este rito nunca le hace falta un paquete de maíz blanco para el fogón.Entonces Juan Pendejo viaja al mas allá para recordar como ha veces venían de la ciudad de Caracas unos benditos y sabios funcionarios que sabían disertar sobre los “materialismos” y todo lo que en el capitalismo nos aliena pero principalmente sobre la Mercancía. Repaso el caletre y hojeo desde el Libro Primero, El proceso de producción de Capital, en su sección Primera: Mercancía y Dinero.Capitulo I La Mercancía y allí esta la aseveración “teórica” de Carlos Marx y su Capital: “A primera vista pareciera que las mercancías fueran objetos muy intrincados llenos de sutilezas metafísicas y resabios teológicos”
Bueno se refería sin duda el Padre del Socialismo Científico en una “primera vista” a un mercado donde había oferta y demanda fluida pero si observamos este mercado “socialista” del siglo XXI en una “ultima vista” nos damos cuenta que mas que la mercancía como tal es la escasez de la misma la que perturba la mente de los trabajadores y la locura por un paquete de harina puede llevar a quien vive de esta materia prima a la conducta de rezarle a una imagen para que caiga la harina pan(será del cielo)desde lo inesperado. O sea deduce uno que el señor Marx no conoció el “socialismo científico” sino en pura teoría porque en la practica las mercancías se vuelven fantasmas en el socialismo donde además aparecen figuras nada angelicales como el Bachaquero para completar no ya la “sutileza metafísica” sino la realidad donde ni papel tóale se consigue.
Según los marxistas lo que pasa es que este es un periodo de transición hacia el comunismo donde nunca ninguna sociedad llega y la tal figura transitoria termina siempre descubriendo el Capitalismo y la Economía de Mercado como algo mejor que este Cuento del Fetichismo y la alineación del sujeto.La verdad es que en la actualidad no solo hay alineación sino que la CIA (Corriente Interna de Arrechera) florece en las mentes donde ayer todo era paz, dulzura y generosidad porque por otra parte no es el vil explotador burgués quien se ríe de la angustia del desposeído de mercancías esenciales para la vida sino el burócrata dueño y señor de la producción importada porque siendo improductivo todo lo compra hecho con sobreprecio porque algo debe ganarle el que le acerca al pobre la harina, la leche,el café o cualquier otro genero transformando la locura socialista en oro. En este devenir donde el marketing de hasta las caraotas se hace complejo para el pendejo queda uno sorprendido ante lo expuesto como extraordinario por el Sr. Marx y esta realidad “socialista” nunca explicada en la realidad por nadie. ¿Por qué a quien se le iba a ocurrir ser socialista sabiendo la verdad, verdadera? A nadie que no fuera una pandilla de pendejos estudiantes de bachillerato y hasta universitarios creyendo en Teorías donde nadie señalaba fracasos, escasez y verdades. Buena trampajaula la de Marx y Engels, Lenin, los PC, los Castro, MAO y afines para gozarse una y parte de otra escribiendo cuentos de esperanzas sin futuro.
El fetichismo de la mercancía en el socialismo disloca a los pendejos y pajuatos mientras a los autores del “proceso” los eleva a la condición de privilegiados en el reino del cielo terrenal y no solo tienen mercancías como les da la gana sino los dólares para espantar divagancias y angustias. ¡Que belleza¡
exacto
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