Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO
¡Insólito; estamos llegando a la frontera donde la comprensión y el aguantar más, pasan a estado de angustia! Este último viernes pasado, Rafael Figueroa y Yo acompañábamos a nuestro amigo Fernando Luis Morgado a la población de San Antonio del Golfo (Estado Sucre). Salimos de Cumaná a las 2:00 P.M. y llegamos a destino diez minutos antes de las 3:00; estimando haber arribado muy temprano para el propósito de su misión, el acompañado decidió traspasar el límite del poblado y avanzar hasta Pericantar, para tomar un café.
De regreso, a cien metros de la Comandancia de Policía de San Antonio, una turba de gentes enardecidas, en actitud retadora y como dispuesta a todo: hombres, niños, mujeres embarazadas y con recién nacidos guindándoles del costado, habían trancado evitando la circulación de vehículos: Su grito era: “¡Queremos agua, queremos agua! ¡Llevamos cuatro meses sin recibir agua para beber!” Grito ya oído por nosotros en varias ocasiones y en distintos sitios de nuestra geografía, pero este sonaba con un dramatismo espeluznante, parecía venir de una profundidad donde la angustia impulsa a la voluntad. Detenidos por la tranca, estuvimos hasta las 5:56 P.M. cuando, por iniciativa propia de los manifestantes, se decidió abrir paso escalonado. Al llegar a San Antonio enfrentarnos a otra cola. En el extremo Oeste de la población, gentes en estado de desesperación, casi en condición de plañideras habían cerrado la carretera, gritando: “¡Tenemos hambre! ¡No encontramos qué comer!” Esta tranca se despejó a las 7:30 P.M. Entonces, en espacio de menos de cuatro kilómetros, el mismo día y hora surgen dos trancas en la circulación vehicular, ambas por reclamo en imposibilidad de satisfacer dos necesidades básicas para la subsistencia humana: comida y agua.
Uno entiende la disposición de la gente a recurrir, en ocasiones, a la protesta pública para reclamar la solución de algún problema de tipo colectivo. No debería ser lo normal, porque se estaría estimulando el fenómeno de lograr la atención de las autoridades y la solución de los problemas colectivos sólo bajo presión, ello indicaría estar en presencia de una sociedad en situación de anomia, muy difícil de reorientar y, por tanto, a punto de una explosión de incalculables consecuencias. Un dato muy importante, dos trancas simultáneas en una carretera (troncal 9), en linderos de una población, retrasando en cuatro horas y medias el transito normal vehicular y no hubo presencia de autoridad alguna, siquiera para informarse sobre los motivos de esa protesta popular. Indudablemente, estamos bajo la conducción de un Gobierno displicente, indolente, al cual le importa un bledo el bienestar del pueblo. ¿Cuántas manifestaciones de ese tipo, azuzadas por las mismas motivaciones, se estrían produciendo en el territorio nacional en ese instante, sin encontrar respuestas del Gobierno? Se acentúan las razones para pedir la renuncia del Presidente Maduro.
BRISAS SUAVES
TODAVIA ESTUPEFACTO POR el despliegue publicitario del Gobierno, inmediatamente de haber culminado la Semana Santa, al pretender dejar sentada la creencia de haber sido unos días de asueto placenteros, con desplazamiento de entre 15 y 18 millones de personas, recurrí al señor Joaquín Ruiz Amador, profesional en materia turística, el cual ha prestado servicios de esa naturaleza en España, Francia, Alemania, países del Norte de África y en Cumaná ahora administra su propia empresa, para precisar su opinión al respecto de la euforia del oficialismo. Su respuesta fue: “Escuche, eso es una gran mentira del Gobierno. Se lo demuestro con un ejemplo; suponiendo en 30 millones los habitantes de Venezuela y, según la publicidad oficial, se desplazó la mitad; dígame si la mitad de los habitantes de la calle donde usted vive se desplazó, o pregunte usted a algún vecino del barrio Brasil de acá de Cumaná, si la mitad de los habitantes de esa localidad se desplazó, o preguntémosle al propio Aristóbulo Isturiz si la mitad de los residentes, en el edificio donde él vive, se desplazó". Entonces, comprendí y concluí: el Gobierno, mediante la mentira, quiere asentar la tesis de ser Venezuela un país plenamente feliz: Eso es cinismo a la máxima potencia… ALGO RARO Y NO muy gracioso debe andar saltando en los ánimos de los dirigentes de la MUD, parece como si cada quien jala para su lado, sin la más mínima intención de formarse en roca para pedir la salida de Nicolás Maduro. La situación se torna peligrosa, porque las gentes comienzan a impacientarse, pero mantienen esperanza en las acciones de la bancada mayoritaria en la Asamblea Nacional. Cierto, van por buen camino ejerciendo sus funciones de legislar… LAS DENTELLADAS ENTRE los distintos miembros de la cúpula del PSUV ya casi les dejan ver sus vísceras. Parece una batalla de todos contra todos con tendencia a no dejarse un hueso sano. El más mesurado, el señor Rodríguez Torres, pega con mandarrias. No hay escusas, porque son demasiados los intereses en juego… DEJARON DE SER secretos esos datos estadísticos. 28 recién nacidos murieron en el hospital central de Cumaná durante el mes de marzo. ¿Quién es el responsable de la salud de los sucrenses? ¿Se le podrá conminar a revisar y evitar ese problema? Si seguimos con esa situación, dentro de pocos años seremos una sociedad gerontológica… USTED VOLVERÁ a leerme.
¡Insólito; estamos llegando a la frontera donde la comprensión y el aguantar más, pasan a estado de angustia! Este último viernes pasado, Rafael Figueroa y Yo acompañábamos a nuestro amigo Fernando Luis Morgado a la población de San Antonio del Golfo (Estado Sucre). Salimos de Cumaná a las 2:00 P.M. y llegamos a destino diez minutos antes de las 3:00; estimando haber arribado muy temprano para el propósito de su misión, el acompañado decidió traspasar el límite del poblado y avanzar hasta Pericantar, para tomar un café.
De regreso, a cien metros de la Comandancia de Policía de San Antonio, una turba de gentes enardecidas, en actitud retadora y como dispuesta a todo: hombres, niños, mujeres embarazadas y con recién nacidos guindándoles del costado, habían trancado evitando la circulación de vehículos: Su grito era: “¡Queremos agua, queremos agua! ¡Llevamos cuatro meses sin recibir agua para beber!” Grito ya oído por nosotros en varias ocasiones y en distintos sitios de nuestra geografía, pero este sonaba con un dramatismo espeluznante, parecía venir de una profundidad donde la angustia impulsa a la voluntad. Detenidos por la tranca, estuvimos hasta las 5:56 P.M. cuando, por iniciativa propia de los manifestantes, se decidió abrir paso escalonado. Al llegar a San Antonio enfrentarnos a otra cola. En el extremo Oeste de la población, gentes en estado de desesperación, casi en condición de plañideras habían cerrado la carretera, gritando: “¡Tenemos hambre! ¡No encontramos qué comer!” Esta tranca se despejó a las 7:30 P.M. Entonces, en espacio de menos de cuatro kilómetros, el mismo día y hora surgen dos trancas en la circulación vehicular, ambas por reclamo en imposibilidad de satisfacer dos necesidades básicas para la subsistencia humana: comida y agua.
Uno entiende la disposición de la gente a recurrir, en ocasiones, a la protesta pública para reclamar la solución de algún problema de tipo colectivo. No debería ser lo normal, porque se estaría estimulando el fenómeno de lograr la atención de las autoridades y la solución de los problemas colectivos sólo bajo presión, ello indicaría estar en presencia de una sociedad en situación de anomia, muy difícil de reorientar y, por tanto, a punto de una explosión de incalculables consecuencias. Un dato muy importante, dos trancas simultáneas en una carretera (troncal 9), en linderos de una población, retrasando en cuatro horas y medias el transito normal vehicular y no hubo presencia de autoridad alguna, siquiera para informarse sobre los motivos de esa protesta popular. Indudablemente, estamos bajo la conducción de un Gobierno displicente, indolente, al cual le importa un bledo el bienestar del pueblo. ¿Cuántas manifestaciones de ese tipo, azuzadas por las mismas motivaciones, se estrían produciendo en el territorio nacional en ese instante, sin encontrar respuestas del Gobierno? Se acentúan las razones para pedir la renuncia del Presidente Maduro.
BRISAS SUAVES
TODAVIA ESTUPEFACTO POR el despliegue publicitario del Gobierno, inmediatamente de haber culminado la Semana Santa, al pretender dejar sentada la creencia de haber sido unos días de asueto placenteros, con desplazamiento de entre 15 y 18 millones de personas, recurrí al señor Joaquín Ruiz Amador, profesional en materia turística, el cual ha prestado servicios de esa naturaleza en España, Francia, Alemania, países del Norte de África y en Cumaná ahora administra su propia empresa, para precisar su opinión al respecto de la euforia del oficialismo. Su respuesta fue: “Escuche, eso es una gran mentira del Gobierno. Se lo demuestro con un ejemplo; suponiendo en 30 millones los habitantes de Venezuela y, según la publicidad oficial, se desplazó la mitad; dígame si la mitad de los habitantes de la calle donde usted vive se desplazó, o pregunte usted a algún vecino del barrio Brasil de acá de Cumaná, si la mitad de los habitantes de esa localidad se desplazó, o preguntémosle al propio Aristóbulo Isturiz si la mitad de los residentes, en el edificio donde él vive, se desplazó". Entonces, comprendí y concluí: el Gobierno, mediante la mentira, quiere asentar la tesis de ser Venezuela un país plenamente feliz: Eso es cinismo a la máxima potencia… ALGO RARO Y NO muy gracioso debe andar saltando en los ánimos de los dirigentes de la MUD, parece como si cada quien jala para su lado, sin la más mínima intención de formarse en roca para pedir la salida de Nicolás Maduro. La situación se torna peligrosa, porque las gentes comienzan a impacientarse, pero mantienen esperanza en las acciones de la bancada mayoritaria en la Asamblea Nacional. Cierto, van por buen camino ejerciendo sus funciones de legislar… LAS DENTELLADAS ENTRE los distintos miembros de la cúpula del PSUV ya casi les dejan ver sus vísceras. Parece una batalla de todos contra todos con tendencia a no dejarse un hueso sano. El más mesurado, el señor Rodríguez Torres, pega con mandarrias. No hay escusas, porque son demasiados los intereses en juego… DEJARON DE SER secretos esos datos estadísticos. 28 recién nacidos murieron en el hospital central de Cumaná durante el mes de marzo. ¿Quién es el responsable de la salud de los sucrenses? ¿Se le podrá conminar a revisar y evitar ese problema? Si seguimos con esa situación, dentro de pocos años seremos una sociedad gerontológica… USTED VOLVERÁ a leerme.
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