Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO
¿Por qué a 58 años de instauración del gobierno de los Castro, en Cuba, desde dentro de la sociedad de ese país no ha surgido una manifestación protestataria contundente con capacidad para estremecerle las cimientes del régimen? Sin descartar otras, por tres razones circunstanciales muy pronunciadas.
Una, la inclinación inocultable de los latinoamericanos, y especialmente los del área del Caribe, a poner las esperanzas en un “mesías”, en una persona a la cual recostarle la solución de los problemas fundamentales, mientras se sigue sumido en el goce pachanguero; el acto revolucionario de Fidel Castro, de 1958, al derrocar el gobierno de Fulgencio Baptista, fue convertido en la revelación y las masas entraron en delirio de apoyo máximo. Otra, la puesta en marcha de una “máquina del terror”. Precisando los Castro el amor de las masas hacia ellos y ya internalizada la idea de quedarse eternamente en el poder, comenzaron a mater miedo a aquellos aun resistentes a la creencia; por dos vías: el paredón de fusilamiento y la constitución de un monstruo de mil ojos y oídos denominado “colectivos de apoyo a la revolución”, formado por personas dispuestas y entrenadas para vigilar y denunciar toda acción de los ciudadanos, con miras a detectar, calificar y reprimir las consideradas contrarias a la “virtud revolucionaria”. De esta segunda surgió la tercera circunstancia: la auto inclinación de las gentes a murmurar sus desgracias puertas adentro de sus casas, y ni siquiera en el zaguán y ni en la sala de recibo, sino en las habitaciones más recónditas o en el traspatio, allá donde se tuviera certeza de no llegar los ojos y oídos del monstruo de la vigilancia. Así, las gentes se auto excluyeron de la obligatoria y digna misión de ejercer ciudadanía. Por eso, a más de medio siglo, allí está el régimen cubano todavía, vivito y coleando.
Esa fórmula cubana ha sido importada por el régimen chavista imperante en Venezuela. Por supuesto, los nuevos tiempos aconsejan algunas modificaciones o adaptaciones operativas; por ejemplo, dejan fuera el paredón de fusilamientos y adoptan algo más sofisticado, las cárceles a donde envían a las apersonas sin pasar por formulación de juicios. Los demás elementos quedan. Quedan los “colectivos”, armados hasta los dientes; el aparato de espionajes, aportador de insumos para las amenazas terroríficas. Quedan las milicias, el brazo armado de la ideología. Se establece la incondicionalidad de las instituciones y se banaliza el orden constitucional en función de darle riendas sueltas a los deseos del poder por siempre.
Afortunadamente, en Venezuela, todavía el régimen no ha podido lograr efectividad con el empleo del método cubano, debido a haberse acendrado en nosotros la cultura de los principios democráticos. Pero el peligro sigue latente, y pudiera acrecentarse si sucumbimos al impulso de murmurar puertas adentro; de engurruñarnos a plañir acomodados en cualquier rincón de nuestras casas. El antídoto debemos reforzarlo construyendo ciudadanía en la calle; reclamando a cielo abierto respeto a nuestra dignidad como personas amantes de la libertad y de la paz.
BRISAS SUAVES
SIGUE LA SEÑORA Delcy Rodríguez, como niña malcriada, reclamando un juguete para sí, en este caso llamado “Presidencia pro tempore de Mercosur”. Por eso, como es costumbre en todos los de su especie (recuerden las andanzas de un guerrillero urbano de la década de los años `60 y las pretensiones de un militar golpista del año 1992), trata de arrebatar y apropiarse de tal presidencia utilizando el método de “a lo macho”. Por supuesto, ha encontrado lógica resistencia en países donde el valor de los principios democráticos ocupa buena posición en la escala. A PROPOSITO DE ESTE de ese asunto ¿saben ustedes cuál es el argumento de peso, para decirle a Venezuela: “A ti no”? Anótenlo. Es algo relacionado con la mentira. Al parecer el Gobierno venezolano mintió (ese su comportamiento cotidiano) con respecto a sus condiciones arancelarias, al momento de incorporarse a Mercosur; además, durante su permanencia en esta institución internacional ha sido renuente a adoptar una conducta de respeto a los principios democráticos propulsados por la organización. Ahora se le impide asumir la pro tempore y sufre las consecuencias de creerse invulnerables… DESDE MI HUMILDE posición de manso cordero y no de lobo como algunos predican, pido al señor Alcalde de Cumaná utilizar un poco de su tiempo en la solución de problemitas visibles de la ciudad. Por ejemplo, en la intercepción de la calle Querequere y la avenida Andrés Bello, las aguas de lluvia forman una inmensa laguna muy propensa a impedir la circulación de vehículo y de personas; laguna propensa a la creación de condiciones para la aparición de enfermedades infecciosas. Señor Alcalde, la solución es sencilla. Disponga usted de una cuadrilla de cuatro hombres equipados con dos palas, dos picos y dos carretillas y ordéneles sacar todo el barro y la basura acumulada en el dren lateral a la calle Quiriquire. La asesoría es gratis… TUVE EL HONOR de conocer de cerca al dirigente político Hirám Gaviria, en su visita de este fin de semana a Cumaná. Lo capté como un hombre de comunicación fluida y de planteamientos muy sólidos y frescos para la solución de los problemas del país… USTED VOLVERÁ a leerme.
¿Por qué a 58 años de instauración del gobierno de los Castro, en Cuba, desde dentro de la sociedad de ese país no ha surgido una manifestación protestataria contundente con capacidad para estremecerle las cimientes del régimen? Sin descartar otras, por tres razones circunstanciales muy pronunciadas.
Una, la inclinación inocultable de los latinoamericanos, y especialmente los del área del Caribe, a poner las esperanzas en un “mesías”, en una persona a la cual recostarle la solución de los problemas fundamentales, mientras se sigue sumido en el goce pachanguero; el acto revolucionario de Fidel Castro, de 1958, al derrocar el gobierno de Fulgencio Baptista, fue convertido en la revelación y las masas entraron en delirio de apoyo máximo. Otra, la puesta en marcha de una “máquina del terror”. Precisando los Castro el amor de las masas hacia ellos y ya internalizada la idea de quedarse eternamente en el poder, comenzaron a mater miedo a aquellos aun resistentes a la creencia; por dos vías: el paredón de fusilamiento y la constitución de un monstruo de mil ojos y oídos denominado “colectivos de apoyo a la revolución”, formado por personas dispuestas y entrenadas para vigilar y denunciar toda acción de los ciudadanos, con miras a detectar, calificar y reprimir las consideradas contrarias a la “virtud revolucionaria”. De esta segunda surgió la tercera circunstancia: la auto inclinación de las gentes a murmurar sus desgracias puertas adentro de sus casas, y ni siquiera en el zaguán y ni en la sala de recibo, sino en las habitaciones más recónditas o en el traspatio, allá donde se tuviera certeza de no llegar los ojos y oídos del monstruo de la vigilancia. Así, las gentes se auto excluyeron de la obligatoria y digna misión de ejercer ciudadanía. Por eso, a más de medio siglo, allí está el régimen cubano todavía, vivito y coleando.
Esa fórmula cubana ha sido importada por el régimen chavista imperante en Venezuela. Por supuesto, los nuevos tiempos aconsejan algunas modificaciones o adaptaciones operativas; por ejemplo, dejan fuera el paredón de fusilamientos y adoptan algo más sofisticado, las cárceles a donde envían a las apersonas sin pasar por formulación de juicios. Los demás elementos quedan. Quedan los “colectivos”, armados hasta los dientes; el aparato de espionajes, aportador de insumos para las amenazas terroríficas. Quedan las milicias, el brazo armado de la ideología. Se establece la incondicionalidad de las instituciones y se banaliza el orden constitucional en función de darle riendas sueltas a los deseos del poder por siempre.
Afortunadamente, en Venezuela, todavía el régimen no ha podido lograr efectividad con el empleo del método cubano, debido a haberse acendrado en nosotros la cultura de los principios democráticos. Pero el peligro sigue latente, y pudiera acrecentarse si sucumbimos al impulso de murmurar puertas adentro; de engurruñarnos a plañir acomodados en cualquier rincón de nuestras casas. El antídoto debemos reforzarlo construyendo ciudadanía en la calle; reclamando a cielo abierto respeto a nuestra dignidad como personas amantes de la libertad y de la paz.
BRISAS SUAVES
SIGUE LA SEÑORA Delcy Rodríguez, como niña malcriada, reclamando un juguete para sí, en este caso llamado “Presidencia pro tempore de Mercosur”. Por eso, como es costumbre en todos los de su especie (recuerden las andanzas de un guerrillero urbano de la década de los años `60 y las pretensiones de un militar golpista del año 1992), trata de arrebatar y apropiarse de tal presidencia utilizando el método de “a lo macho”. Por supuesto, ha encontrado lógica resistencia en países donde el valor de los principios democráticos ocupa buena posición en la escala. A PROPOSITO DE ESTE de ese asunto ¿saben ustedes cuál es el argumento de peso, para decirle a Venezuela: “A ti no”? Anótenlo. Es algo relacionado con la mentira. Al parecer el Gobierno venezolano mintió (ese su comportamiento cotidiano) con respecto a sus condiciones arancelarias, al momento de incorporarse a Mercosur; además, durante su permanencia en esta institución internacional ha sido renuente a adoptar una conducta de respeto a los principios democráticos propulsados por la organización. Ahora se le impide asumir la pro tempore y sufre las consecuencias de creerse invulnerables… DESDE MI HUMILDE posición de manso cordero y no de lobo como algunos predican, pido al señor Alcalde de Cumaná utilizar un poco de su tiempo en la solución de problemitas visibles de la ciudad. Por ejemplo, en la intercepción de la calle Querequere y la avenida Andrés Bello, las aguas de lluvia forman una inmensa laguna muy propensa a impedir la circulación de vehículo y de personas; laguna propensa a la creación de condiciones para la aparición de enfermedades infecciosas. Señor Alcalde, la solución es sencilla. Disponga usted de una cuadrilla de cuatro hombres equipados con dos palas, dos picos y dos carretillas y ordéneles sacar todo el barro y la basura acumulada en el dren lateral a la calle Quiriquire. La asesoría es gratis… TUVE EL HONOR de conocer de cerca al dirigente político Hirám Gaviria, en su visita de este fin de semana a Cumaná. Lo capté como un hombre de comunicación fluida y de planteamientos muy sólidos y frescos para la solución de los problemas del país… USTED VOLVERÁ a leerme.
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