Opinión: La caída del régimen

Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO

¿A quién se le hubiese ocurrido postular, seis años atrás, la brevedad del régimen chavista, conociendo el inmenso poder masificador de su creador: Hugo Chávez Fría, y reiterada afirmación de su creación como una fuerza con consistencia para regir los destinos del país más allá del año 2019?

El propio Chávez lo decía en forma jocosa, pero con trasfondo realista, debido a su éxito en reducir a la más mínima expresión la ‘potencia de los partidos políticos tradicionales como Acción Democrática y Copei, y, además, haber hecho añicos todos los sistemas productivos del país, capaces de sustentar o auxiliar, de alguna forma, la vigencia del entramado socio-político existente para el momento. A nadie se le hubiese ocurrido esa osadía predictiva, a menos de aventurarse a ser calificado de loco, de inconsciente, desadaptado, de ignorante en la apreciación de los hechos o algo por el estilo.

Pues sí, el régimen chavista está a punto de ir a la debacle, y si nos atrevemos a ser más contundentes, el régimen chavista sólo espera por sus exequias. Ha fenecido. Aquí debemos hacer una exegesis: Una cosa es el régimen, con sus indicaciones ideológicas, sus postulados doctrinarios, sus adhesiones persistentes, sus inclinaciones sectarias y dogmáticas, y otra cosa es el Gobierno con sus instrumentos de fuerza, sus huestes condicionales, sus deberes institucionales y sus estimaciones administrativas de la República. Pues, algo insólito ha sucedido, el Gobierno sufrió una derrota hace dos año. Cuando se comenzó a activar –y se consolidó- el petitorio del referéndum revocatorio, a partir de allí comenzó a dar muestra de su desaparición, comenzó a dar pasos dislocados, cuya más evidente señal es la decantación por la vía de la represión indiscriminada contra el pueblo opositor.

Ahora, quien va en picada es el régimen. Hubiesen podido salvarlo adviniéndose a un cambio de Gobierno, con muchas posibilidades de quedar en manos de gente del mismo régimen. Pero ya es tarde. Cayó el Gobierno hace dos años. Sólo lo sostienen los implementos y elementos de las fuerzas represivas; ellos lo sostienen una especie de angarilla cargada sobre sus hombros. Y el régimen está cayendo. Por supuesto, una pléyade de personas piensa o aspira su caída para este año. Pude ser el próximo año, pero la caída del régimen es inminente, y cualquiera sea el día de llamado a elecciones, al otro día de realizadas las mismas en Venezuela ya no se hablará más de chavismo ni revolución del siglo XXI ni de aplausos a Fidel. Todo pasará a consideración de la historia.

BRISAS SUAVES

POR RAZONES DE SOLIDARIDAD y compromiso en la lucha por la libertad, por la democracia, por el respeto al orden constitucional, por el respeto a los derechos humanos, hicimos dupla Fernando Luis Morgado Graterol y yo para ir a Caracas y estar presentes en la marcha convocada a Caracas por la oposición para exigir elecciones, cese a la represión y respeto por la vida humana. La idea nuestra era poner nuestro granito de arena presencial. La cita sería en la autopista Francisco Fajardo, a la hora 9:00 A.M. Nos incorporamos por los lados de Altamira un poco antes de esa hora y ya la Fajardo era, como suele decirse, un mar de gente oleando (según informaciones de red) sobre la línea fronteriza de la Plaza Venezuela. A nuestra llegada fuimos informados del asesinato de un joven en las inmediaciones de San Bernardino, según, con una bala de los armamentos de los agentes del Gobierno. La concentración era muy densa, ello imposibilito nuestro avance más allá de los cincuenta metros. Terminada la cita: 2:00 P.M. comenzó la disolución de la concentración. Gente de todos los estratos volviendo pacíficamente a sus hogares, todos a pie. A esa hora -lo experimentamos en carne propia- comenzó una brutal represión de las fuerzas armadas y policiales. Quienes caminábamos desde Altamira hacia el Oeste, a la altura de El Bosque fuimos recibidos por piquetes militares armados con bombas lacrimógenas y apoyados por motorizados de los llamados “colectivos”. En el recorrido de la Plaza Brión a las inmediaciones de la Plaza Venezuela, la lluvia de bombas lanzadas sobre nuestras humanidades fue bestial y profusa. El gas nos intoxicaba y los represores parecían disfrutarlo al máximo… ¡ALGO INSÓLITO ESTÁ fluyendo de la mente de los oficialistas! Difuminan la idea, según la cual, ser ciudadano de este país en postura de reclamo por el respeto a los derechos humanos y pedir elecciones dentro del cauce institucional, es ser un criminal, traidor a la patria y por tanto propenso a perder la nacionalidad venezolana. Esa actitud del oficialismo es una aberración, ella es copia de aquella del oficialismo cubano, al calificar a sus connacionales disidentes como “gusanos”. Esa pretensión debemos execrarla de nuestro ánimo… ¿SERÁ VERDAD ESO? Según comentarios, al actual Secretario General de Gobierno del estado Sucre, un grupo de invitados por la Gobernación a la marcha oficialista de Caracas, el 19 de abril, le hinchó la cara a golpes por no haber cumplido con el ofrecimiento en el pago de veinte mil bolívares a cada uno de ellos, ofrecido como estímulo a la asistencia. Es un caso de investigar para su veracidad… USTED VOLVERÁ a leerme.