domingo, 7 de mayo de 2017

Opinión: La discusión es otra

Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO

Muy bien precisada está la subyacente intención de la propuesta de una Asamblea Nacional Constituyente, por parte del Gobierno. Ya todos estamos entendidos en el hecho de ser tal propuesta un subterfugio, una forma de impedir o esquivar cualquier proceso electoral en lo inmediato.

El Gobierno, en cumplimiento estricto de las directrices emanadas de la sala situacional de la inteligencia gubernamental cubana, cuyos importantes centros operativos para Venezuela se encuentran: en la isla La Orchila, bajo la responsabilidad directa de un señor de apellido Valdez; en el Fuerte Tiuna, coordinado por un militar cubano de alto rango, en la Base Aérea de Maracay, igualmente coordinado por militar cubano; en Maracaibo, en espacios cedido por la Gobernación de Zulia, coordinado por el propio embajador de Cuba en nuestro país, ha ejecutado un programa para medir su popularidad y también la popularidad de la oposición. El programa consistió, por una parte, en dotar a la población del tan mencionado “Carnet de la Patria” y, por otra parte, conminar e inducir a los partidos políticos de oposición a revalidarse ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

La primera fase del programa: el Carnet de la Patria, a pesar del inmenso esfuerzo publicitario desde las esferas del Gobierno ha sido adquirido por un pequeño porcentaje de venezolanos; mostrando así un amplio rechazo al régimen. La otra fase la revalidación de los partidos políticos, ha sido un éxito. Todos los importantes partidos del espectro político venezolano, concurrentes a ese proceso impuesto por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) han logrado el objetivo; mostrando, de esa manera, el apego de los venezolanos a sus organizaciones políticas y el deseo de terminar con el régimen. Frente a esos resultados, reveladores de una realidad a cumplirse: la pérdida, por parte del Gobierno, de todo evento electoral por venir, Éste opta por tomar otra vereda en función de garantizarse el seguir gobernando. El nuevo sendero es la propuesta de una Constituyente con un piquetico al revés, con bases comiciales sustentadas en lo sectorial y territorial, dos aspectos no definidos.

En opinión de una gama extensa de estudiosos de la vigente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) coinciden en afirmar: “Todos los considerandos argumentativos para darle fuerza a la petición de la Constituyente, ya están dentro de la normativa de la CRBV; entonces es inoficiosos una nueva Constitución, con cumplir los mandatos de la actual bastaría”. Por supuesto, la reacción en contra de la Constituyente, como la quiere el Gobierno, ha sido contundente. Por esa razón el presidente de la Comisión Especial estructurada por el Gobierno para impulsar la Constituyente, señor Elías Jaua, expresa ante las delegaciones diplomáticas establecidas en nuestro país: “Nosotros tenemos derecho a gobernar”. Y ese nos es el meollo de la cuestión. El problema es otro, tiene derecha a gobernar sí, pero a gobernar bien, gobernar sin represión, sin asesinar a jóvenes estudiantes, gobernar sin ir contra los derechos humanos, sin cuartar las libertades ciudadanas, gobernar sin someter al pueblo a la humillación de andar mendingando algo para comer o alguna medicina para aliviar sus males y gobernar dentro de los lineamientos constitucionales. Como se resisten a gobernar así, respetando al pueblo; entonces deben salir del Gobierno.

BRISAS SUAVES

TODO EL MUNDO ha quedado estupefacto con la diligente actitud de Tibisay Lucena, rectora presidenta del Consejo Supremo Electoral, para recibir al Presidente Maduro al momento de hacer entrega de su proyecto de Asamblea Constituyente. Ella, negada siempre a hablar de Referendo Revocatorio, de elecciones regionales y de elecciones o arreglo del problema referente a los diputados del estado Amazonas, aparece ahora ponderando y dándole a la propuesta Maduro la cualidad de instrumento para un excelente “reencuentro nacional”. Esa actitud, de por sí, abona terreno para el crecimiento de la suspicacia en los venezolanos… UNA PREGUNTA CAPCIOSA. ¿Quién, por encima del general Antonio Benavides, ordena a la Guardia Nacional Bolivariana esa represión brutal contra el pueblo, en sus marchas pacíficas exigiendo atención a sus problemas y elecciones transparentes y urgentes? Tal vez, algún capitancito retirado, de aquellos participantes en el golpe de estado de 1992. Capitancito ambicioso e irresponsable. Ese tiene una cita con la justicia. NADIE DUDA YA de un hecho concreto, 37 muertes violentas en dos meses lo confirman. En Venezuela, estamos inmersos y trajinando largo trecho de algo muy, pero muy parecido a una guerra civil, donde el pueblo (y los jóvenes con mayor cuota de sacrificio) exigiendo libertad, derecho a votar y liquidación de la corrupción y el latrocinio, pone el pecho, mientras el Gobierno, en comandita con una especie de jauría integrada por elementos llamados “colectivos”, pone los fusiles y escupe las balas asesinas. Es algo atroz… USTED VOLVERÁ a leerme.

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