viernes, 25 de marzo de 2011

"Renaciendo en el Amor" espera restitución del subsidio gubernamental

Por Dionely Duarte

Una labor altruista en espera de la incorporación de más voluntades para seguir ayudando a niños en situación de riesgo, es la de la casa hogar Renaciendo en el Amor, que atiende en la actualidad a 21 sucrenses entre 1 mes de nacidos y 6 años de edad, que esperan por un hogar sustituto o la decisión de las autoridades competentes para su reincorporación definitiva al núcleo familiar.

Mientras esto sucede, las damas voluntarias que conforman esta asociación civil sin fines de lucro, presidida por María Bamio de Sierra, hacen malabares para poder solventar las necesidades básicas de estos infantes, a quienes- si bien les sobra amor y atención por parte de estas madres temporales, requieren de los recursos del sector gubernamental y de más amigos naturales y jurídicos para cubrir gastos de alimentación, ropa, medicamentos; además de los requerimientos de la educación básica y especial, en la que se encuentran la mayoría de ellos.

La casa hogar Renaciendo en el Amor nació hace 8 años, con el propósito de dar cobijo a esos pequeños que dentro de su entorno familiar, se encuentra en evidente riesgo de que sus derechos sean violentados. Es allí donde entra en acción esta loable labor que llevan a cabo América Mirabal, Maritza Castillo y Zully Morón de Tovar, miembros principales de la junta directiva; acompañadas además por un personal que se dedica al cuidado diario y a las labores de mantenimiento del hospedaje ubicado en la avenida Gran Mariscal. Maritza Castillo, quien funge en la actualidad como sub-directora de la institución, cuenta que el objetivo de la fundación es “brindar asistencia emocional, física, social, pediátrica, psicológica, educativa y recreativa a los niños que se encuentran protegidos con medidas de abrigo; además de procurar la reinserción del niño en un ambiente familiar armónico, dando prioridad a la familia biológica”.

La directora asegura que la situación se ha agudizado en los últimos dos años, por la irregular entrega del subsidio gubernamental, que sirve para cubrir las necesidades de los niños y el pago de la nómina conformado por 14 personas. Castillo también acota que necesitan que otras empresas y personas naturales se sumen a esta causa y pasen a ser “ Amigos de la casa Hogar”, tal como denominan a los que ayudan con donaciones en dinero o especies, y que han sido el apoyo en estos meses difíciles.

Castillo aprovecha la oportunidad para hacer un llamado al gobernador Enrique Maestre, y al alcalde Rafael Acuña, acerca de la restitución del aporte. También llama a la reflexión a las autoridades del Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes-organismo encargado de decidir el destino de los infantes- para que sean más diligentes en sus responsabilidades “ya que el plazo para reinsertar al niño en el hogar familiar o brindarle un hogar sustituto es de 30 días, extensible a 90 días, y
tenemos niños que tienen 8 años esperando esta decisión”.

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