Jesús Lara
l.jesus297@hotmail.com
Muchas personas se quejan porque la oposición no tiene un líder, y es que tener un líder implica ser un pueblo y dejamos de ser pueblo cuando se crearon las instituciones, si usted está enfermo va al médico no va al líder, si está metido en vainas legales va a un abogado, no va al líder si su carro falla va al mecánico no va al líder, al líder van los pueblos, de manera que encontrar un líder en la oposición será una cuestión de última hora para que asuma el papel de gerente.
Dígame donde están los grandes líderes contemporáneos. Fácil, se lo tragaron las instituciones, sino pregúntenle al de Perú el Sr. Fijimori, o el General Noriega panameño retador del imperialismo, o el gran líder de Cuba que se ha salvado por cuanto nunca soltó el poder, y no se olviden al General Pinoché feroz dictador. Eso por estos lados. En otras latitudes, aún recordamos el estratega de la madre de todas las batallas que lo encontraron en una cueva como una rata del desierto y el que pensaban que estaba en una vida sacrificada viviendo en una cueva resulto muerto a plomo limpio en una mansión en Paquistán
De manera que soy optimista, muchos países han tenido sus Esteban y se encuentra mejor que nunca, observemos a Chile, que está convencido que internet debe ser un Derecho Humano, Colombia, Panamá, Brasil, claro, esos países son menos tercos que el nuestro que no aprendimos del General Marcos Pérez Giménez y Dios tuvo que mandarnos otro y peor, para que nos diera duro por la trompa, pero tendremos que aprender así sea como decían los abuelos, la letra con sangre entra. De manera que el hecho de que la oposición no tenga un líder es tal vez una de sus virtudes, recuerden a la generación del 28, que a cuenta de que se enfrentaron al dictador bueno, se instalaron como demócratas e hicieron el gran sacrificio de hacerse ricos durante cuarenta años en el poder. Paciencia y más paciencia.
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