Gonzalo Aragort/"Tercrita"

Por: Gonzalo Emilio Aragort Reyes
aragorrrt@hotmail.com

Me pregunta un lector que desde cuándo me metí a adivino del fútbol, en vista que, según él, adiviné el resultado del mundial Sudáfrica 2010 y ahora esta copa América… Le respondí que no es adivinanza, porque no se necesita ser muy experto para darse cuenta del ánimo de los jugadores, el avance que tienen en Europa, el cansancio, los problemas de las federaciones nacionales y el ambiente a favor o en contra que se ve. España tiene el mejor fútbol del mundo.

El Barcelona es un imperio y sus jugadores, casi todos españoles, son de una calidad innegable. Casi perfecto su juego. Su toque. Holanda ha mejorado un mundo, además que ambos países llegaron a Sudáfrica con la sed de triunfo dibujada en el alma; más España, que lo venía asomando claramente. A todo lo cual se debe sumar la debilidad que se notaba en los grandes de siempre… Lo demás es el riesgo. Hay que decir a quién va uno; y si no se da, pues no se dará. Uruguay mostró su avance en Sudáfrica. Forlán, el mejor jugador del mundial; y tiene a 3 de los mejores de Europa este año, uno de ellos Cavani (Nápoli), una estrella.….! Messi está cansado, no sufre del nacionalismo argentino y como que quiere más al Barcelona y a su gloria que a su país. Tévez y otros agotados, aparte del capricho de directivos y técnicos que dejan por fuera a Riquelme, a Ronaldinho y a otras estrellas con el cuento de la renovación o puro capricho y odios.

Y eso se veía claro (Yo lo vi) en Argentina y Brasil este año, al lado de la fuerza que llevó Uruguay y de los cambios que mostraron otros países como Perú, Venezuela, etc. No es adivinar. Es La Fuerza del Cambio en el fútbol mundial; y me alegra mucho que al menos un amigo lector se fijara en que “adiviné”, pues demuestra que me lee al menos un fanático del deporte, que está pendiente del cambio que igual se ve en Río Chico, que antes tenía fútbol y hoy no tiene; que antes era ordenado y hoy tiene ventas de perol, de manteca y de tripa de pescado en plena calle. Así es el cambio de vida en estos tiempos de revolución, fútbol y tarantín.