martes, 2 de agosto de 2011

Yonny Galindo/"El país y su educación"

Por: Yonny Galindo Marín
yonnydg@gmail.com

Las vacaciones escolares dejan al magisterio desmovilizado totalmente. Aunque últimamente no es que se haya movido mucho para reclamar sus derechos y hacerse respetar ante el gobierno, no. Sin embargo, es tanta la indignación que estoy seguro de que ahora sí se van a levantar sus voces para exigir respeto.

Los maestros venezolanos se van de las aulas con la estima y consideración propia por debajo del suelo, y esa es una de las estrategias del gobierno, desmoralizar a los maestros para que éstos actúen con miedo y sumisión.

La situación de pobreza que viven los docentes debe preocupar a la sociedad en general, toda vez que esos hombres y mujeres son los que van a preparar a sus hijos en las escuelas y liceo, son los que hacen posible que logren la prosecución escolar y les acercan el mundo del saber científico y humanístico. Suena como reiterativo y a verdad de Perogruyo, pero como que se hace necesario hacerles ese recordatorio al gobierno y a la sociedad en general.

La crisis de valores que vivimos está en correspondencia con el desinterés que hay hacia la educación, y pensar que ella, a todos, nos debe ocupar. No hay nadie que escape de las consecuencias que se originan de una buena o mala educación. Siempre hemos afirmado que el próximo gobierno donde tiene que centrar su eje de atención es en las políticas educativas, para lograr desmontar toda una estructura legal y jurídica, de acción y de pensamiento que margina lo pedagógico.

Son demasiadas las aristas que esconden el trigo pedagógico, por lo que atendiendo a la escuela se activan todos los mecanismos de la economía al igual que las áreas académicas, axiológicas y espirituales. Es la atención directa a los protagonistas del hecho educativo, es decir, docentes y alumnos, lo que puede lograr revertirse la situación de deterioro que vive la sociedad venezolana.

La paz, el progreso y el bienestar se alcanzan desde la salud, la educación y la seguridad. Ese es el trípode que puede sostener la mejor Venezuela. Es impensable un país cuya educación esté en manos de legos (as). Muy mal anda un país cuando sus maestros están marginados y empobrecidos materialmente. Bien, este país, por lo mal que está, fue impensable unos 12 años atrás; ni salud, ni educación, ni seguridad.

Este pequeño relato tomado de “Alicia en el país de las maravillas” ilustra las políticas educativas que este gobierno emprende: "Quieres decirme, por favor, ¿qué camino debo tomar para salir de aquí?", preguntó Alicia. "Eso depende mucho de a dónde quieres ir", respondió el Gato.- "Poco me preocupa a dónde ir", dijo Alicia. "Entonces, poco importa el camino que tomes", replicó el Gato.

Y es que así andamos en las escuelas y liceos del país, nadie sabe hacia dónde van dirigidas las acciones administrativas y académicas, con qué finalidad se aplican y qué resultados se esperan, porque todo es improvisación, marchas y contramarchas; resoluciones van y vienen y nadie tiene idea de qué país se quiere proyectar en la educación que se imparte en escuelas y liceos.

Los maestros estamos inmersos en esta nube espesa (roja) que se ha posado sobre el país durante estos 12 años, por eso es que no nos extraña el trato que recibimos y la valoración que se hace de nuestras responsabilidades.

Nosotros, colegas educadores, andamos como anda el país, de tal manera que fortaleza y constancia para la acción pedagógica y para la lucha gremial. En estas vacaciones descansa el marcador, pero no los pies para marchar hacia la Venezuela de la paz, el progreso y la prosperidad.

¡Dale, que sí se puede!

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