lunes, 24 de octubre de 2011

Gonzalo Aragort/"Tercrita"

Por: Gonzalo Emilio Aragort Reyes
aragorrrt@hotmail.com

La enfermedad de Chávez, la muerte de Gadafi, la crisis económica de Europa y EE.UU., lluvia en todo el mundo, inseguridad alarmante que mata y mata, secuestra y secuestra, las dudas de la humanidad, el miedo, etc., son hoy el tipo de nota que predomina en periódicos, canales de TV, radio y rumores. Ahí se apoya el viejo decir del fin del mundo; apocalipsis full.

En el libro LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO, de Vargas Llosa, mucha gente cree el cuento que aseguraba que el mundo llegaría a su fin a las 12 PM del 31 de diciembre de 1900, día exacto en que finalizaba el siglo 19. Y ante ese horror, en un pueblo brasileño, las mujeres le confesaron al marido su infidelidad, otro confesó al socio que lo robaba desde hace tiempo, el hijo le dijo al padre que desde hacía años sacaba real de la cartera y el vivo le confesó al pana del alma que le liquidaba a la esposa. Todo el mundo “entregó sus obras”, tal como el diablo le aconsejó a Doña Bárbara a la luz de las velas agonizantes. Pero no se acabó el mundo, la rumba siguió en todo el planeta, cohetes, ron, abrazos, expresiones de esperanza y planes del nuevo siglo. Y si algún mundo se acabó fue el de la tonta que confesó su cacho y el socio que dijo que robaba al amigo. Se suicidaron o se encerraron para pasar las penas.

Ya Venezuela vivió su propia guerra del fin del mundo el 12 y el 13 de abril del 2002, cuando Carmona Estanga aterrorizó al mundo con su decreto apocalíptico. Nicolás Maduro, Freddy Bernal, Cilia Flores, José Vicente, Diosdado y otros 20 se escondieron en barrios, huecos y recovecos, creyendo que el mundo se les iba y confesarían sus bajas pasiones y barrancos y el 13 regresaron dándosela de guapos y de Simón Bolívar; y los gafos que alzaron manos apoyando a Carmona Estanga también huyeron el 13, dejaron zapatos regados, pantaletas en el suelo, gritos de “YO NO JUI” y nos causaron este mal de Chávez por otra década más. Para unos ni otros se acabó el mundo, y la telenovela de Huguito con su fiebre amarilla, el fin del mártir rojo de Libia, la matazón diaria en las calles del país, los líos bancarios de Nueva York y Londres y la lluvia incesante, son palos de agua que paran y dan paso al sol radiante.

Mañana lunes 24 a las 2 PM el canal 210 de Directv pasa EN BUSCA DE LA FELICIDAD, y vale la pena verla para entender que ninguna tragedia es superior a la esperanza de cambiar. Se los digo yo, horas después de saber que mataron en Higuerote a mi amigo profesor José Pacheco, lleno vida, de planes y de Fe e ilusiones por una Venezuela próspera. Créanme.

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