miércoles, 30 de noviembre de 2011

Opinión: Cumaná, ciudad educadora

Por Yonny Galindo Marín
yonnydg@gmail.com

Cumaná está a tan sólo cuatro años para celebrar su quinto centenario, sin embargo el rostro que muestra es el de una ciudad en proceso de depauperación urbana.

Es una de las ciudades que presenta mayores niveles de desaseo por sus aguas negras que, como géiseres, brotan y se esparcen por sus barriadas populares y calles céntricas, así como por la tanta acumulación de basura. Eso en cuanto a lo ambiental, en lo atinente a la relación de los cumaneses entre sí o con quienes la visitan, muestra signos de violencia, intolerancia y desatención, contrario a lo que siempre la ha identificado como hospitalaria, amplia y acogedora.

Tenemos que convertir a Cumaná en una ciudad educadora, para eso hace falta que su educación formal sea de calidad y direccionar el currículo de sus escuelas hacia su vocación natural turística. También es preciso integrar en una misma perspectiva la acción educativa de los distintos ámbitos y agentes educativos a partir del diálogo y la colaboración.

Esto comporta que la educación de los niños y jóvenes no sólo sea responsabilidad del Estado y la familia, sino que también lo es de la municipalidad, de los consejos comunales, de las asociaciones culturales y deportivas, de las empresas públicas y privadas, en fin de todos aquellos sectores que dinamizan y mueven la ciudad. Tiene que haber voluntad educadora en todos los ámbitos de la vida social de la ciudad. Para ello hay que potenciar la formación de los agentes educativos no escolares y la comunicación con todo el tejido social citadino.

Hay mucho trabajo para las próximas autoridades que vayan a regir los destinos de Cumaná. Prepararla en estos próximos cuatro años para que celebre dignamente sus 500 años es ya una inmensa responsabilidad que deben asumir. Es evidente que deben facilitar la participación ciudadana, para que fluya la acción trasformadora de los cumaneses en sus distintos y particulares perímetros de acción; evitar cualquier forma de discriminación o exclusión porque eso sería como ocluir o taponar las arterias que llevan la savia creadora de cada cumanés.

Gobernantes, suénenles el clarín a los mejores ciudadanos y verá usted cómo salen cumaneses dispuestos a dar su tiempo, sabiduría y amor para trabajar por una Cumaná educadora y celebrar por todo lo alto su quinto centenario.
Demasiado se le ha enjabonado Cumaná con esos epítetos de “mariscala” y “marinera” que ya, por lo gastado que están, no le dejan ningún aroma. Es hora de ir por la creatividad y la originalidad para encontrar la mirra poética que rezuma lo que es la actual esencia de Cumaná.

Repensarla, reelaborarla para que surja un nuevo concepto de ciudad con el que se identifique la verdadera cumanidad. Promover espacios de diálogo e intercambio entre propios y extraños para conocer y debatir sobre experiencias foráneas de ciudades educadoras: foros, conferencias, conversatorios, congresos, son de las distintas modalidades de discusión que nos pueden permitir hablarnos y oírnos.

El Núcleo Sucre de la UDO bien que puede ser un escenario para iniciar el diálogo entre cumaneses y no cumaneses para introducirnos en esta parafernalia celebratoria, y desde su Escuela de Educación aportar una metodología de trabajo para impulsar la ciudad educadora, que incorpore aquellos sectores no involucrados en la educación formal o que no trabajan en el campo educativo para que se conviertan en agentes educativos. Desde las Escuelas y Liceos Bolivarianos, Escuelas Técnicas Robinsonianas se deben articular los Proyectos Educativos Integrales comunitarios (PEIC) en sus distintos ámbitos de acción social y cultural para también incorporarlos como agentes educativos.

1 comentario:

  1. Tengo tres años que llegué a Cumaná y siempre lo mismo. Golpes de pecho algunos y la indiferencia de muchos. Me convencí que al cumanés le gusta vivir así, en calles rotas y sucias, abandonado por las autoridades. Ser servil y sumiso. ¿De que se quejan? Cada pueblo tiene el gobierno que se merece. Y si hay hambre, la mujer a una misión y el hombre a tomar ron.

    ResponderEliminar

Los comentarios aparecerán luego de ser revisados