“Manuel Edulneiro Díaz Albino es un artista autodidacta que me confiesa que jamás ha estudiado a ningún maestro contemporáneo ni de la antigüedad. Todo lo que hace es de su creación. Es el más representativo en la plástica marigüitense después de Rafael Gómez V”, actualmente con una interesante muestra en los espacios del Palacio Legislativo Sucrense que estará en exhibición durante dos meses, abierto al público.
El Prof. Jesús Gómez Morales, también de Marigüitar, es un docente, escritor y columnista, con más de 50 años como artista plástico, a quien le correspondió hablar sobre la vida y obra de Manuel Albino, en la inauguración de la retrospectiva denominada “Poemas en Azul”, en la Galería de Arte que lleva su nombre, organizada por la Agenda Cultural del CLES, a cargo de Enoe Oropeza, como parte de la gestión 2012-2013 que lleva a cabo el Presidente de ese ente, Leg. Alexander García.
Relató que Manuel Albino nació un 23 de marzo del año 1938 y durante su trayectoria, de más de 50 años, como artista plástico ha recibido, condecoraciones, distinciones y premios como: en el Primer Salón Conahotu en el Concejo Cumanés; Premio Diario de Carúpano en el II Salón del Diario Siglo 21; Premio “Pedro Ángel González, en el XIV Salón Fondene en Nueva Esparta; Premio en Pintura en el 2dol salón regional de la UDO; en el Primer Salón Medio Pliego, entre otros.
-Hombre de profunda honestidad y transparencia, sincero, y, sobre todo, amante de todos los espacios existentes y creados por él mismo. Muchas veces en su mutismo permanece horas, quizás creando y luego plasma lo vivido en él. Manuel Albino tiene el Don de una mente preclara y unas manos prodigiosas que puso en ejecución a través de la creación artística, al extremo de construir sobre las ruinas de su humilde casa donde nació, su propia vivienda, manteniendo un ritmo arquitectónico inspirado y construido por el mismo.
Su maestro fue otra importante figura de la plástica en la población de Marigüitar, Municipio Bolívar en el Estado Sucre, se trata de Rafael Gómez Velásquez, a quien le siguió los pasos muy de cerca. Recuerda que se ubicaba detrás de él cuando pintaba a lo alto del cerro a apreciar la aplicación del color y el empleo de los pinceles. Pero Manuel antes de conocer a Gómez, cumplió servicio militar en el Cuartel de Armamento en Maracay donde sorprendió con su arte, dejando una vasta obra en ese destacamento.
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