Por: Luis Martínez
(ljm1802@hotmail.com y @luisjosemart)
La catadura de un líder se demuestra en las dificultades y en las derrotas, no en los triunfos, sobre todo si estos llegan fácilmente. Henrique Capriles muestra pasta de líder cuando, desde el primer momento que reconoce su derrota en el pasado proceso electoral, se levanta lleno de coraje y reinicia la lucha, aun con mayor fuerza, en búsqueda de un nuevo objetivo. Triunfar en las elecciones de la gobernación de Miranda el próximo 16 de diciembre de este mismo año.
Si bien cada cabeza es un mundo y hay estados en donde la derrota fue mucho más marcada; también es cierto que quien asume compromisos políticos y pretende ser guía de un pueblo, no debe mostrar signos de miedo, aunque los tenga, pues hay un pueblo que lo mira y cualquier debilidad que presagie cobardía le hace más daño que la fortaleza del contrario. Capriles ha dada el ejemplo y ese mismo camino deben seguirlo todos los candidatos de la unidad, en cada rincón del país. Hay 6.500.000 venezolanos repartidos en todas las regiones que esperan madurez y coraje en los líderes regionales. La gran mayoría están dando muestras de ello, los que todavía no lo hacen, esperamos que de una buena vez asuman el compromiso adquirido, más que con la MUD, con un pueblo que tiene parte de sus esperanzas puesta en este camino.
La pelea que está perdida es la que no se da. Del análisis de resultados de las elecciones del 7 O, si bien algunos estados son más factibles de ganar que otros, en todos es posible el triunfo. Mucho más cuando consideramos variables importantes como resultados de procesos electorales pasados. Los electores no se comportan de la misma manera en unas elecciones presidenciales que en una elección regional, mucho más cuando, la mayoría de los gobiernos regionales regentados por el chavecismo, han tenido una gestión pública catastrófica y cuestionable tanto que, hasta su presidente y dueño del partido, le ha negado la aspiración a la reelección a cinco de esos mandatarios. El pueblo venezolano no puede darse el lujo de seguir probando candidatos del Psuv en cada región, para luego estar sufriendo las consecuencias de su error. En muchas regiones de Venezuela el pueblo ha producido cambios positivos tanto que, la mayoría de los candidatos de la unidad a la reelección tienen un alto porcentaje de aprobación de su gestión.
El ganar o perder una gobernación no depende del recurso que maneje el contrario. Depende en gran medida de la voluntad, el coraje, la fortaleza y la popularidad del candidato; así como, de la capacidad que este tenga de cohesionar en torno a su candidatura, a todos los movimientos que lo apoyan y más allá de estos. En todo el país hay condiciones para el triunfo.
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