jueves, 15 de noviembre de 2012

Opinión: Belisario y sus carros de madera

Autor: Amalio (Mayito) Solano

Cada persona manifiesta su obra de arte de alguna manera, no sólo con sus manos. También están las personas que muestran sus obras que han realizado con su boca o con sus pies; impresionantes paisajes y naturaleza muerta plasmada en el alma del lienzo sobre el bastidor colocado en el caballete.

En el Estado Bolívar encontramos artistas que están ocultos, que requieren ser conocidos así como sus obras. Y encontramos personas preocupadas por esta situación como lo es la profesora Oly Azocar, investigadora de la delegación de cultura de la Universidad Experimental de Guayana (Uneg), que se ha dedicado a la tarea de dar a conocer esos artistas, cultores y artesanos.

Al llegar a la casa de Luis Eduardo Belisario en la Villa del Yocoima, Upata; fue recibida por él, con el mayor entusiasmo en su taller donde realiza sus obras y junto a la profesora, Carlos A. Monsalve, corresponsal de “Primicia”, atentos a la declaración y explicación de Belisario.

Este hombre de piel morena nacido un 16 de septiembre de 1951 cuando gobernaba en el país el dictador Marcos Pérez Jiménez, dijo que desde niño se entretenía viendo (a otros trabajar la madera) y así fue como aprendió. Cuando joven en sus tiempos libres fabricaba diferentes modelos de carros de la época. Así como también los diferentes modelos de máquinas.

Al comenzar a trabajar en el Ministerio de la Vivienda como chofer ya no tenía el tiempo necesario para fabricar sus carros de madera, pero aun así hacía los que podía. La profesora Oly y Monsalve seguían con atención la explicación que les daba Belisario, extasiándose los visitantes en las obras. Y entre preguntas y comentarios el tiempo pasaba, pero dejando gratas impresiones en ellos.

Hace seis años que el hacedor de carros de madera está dedicado a tiempo completo y es así como en su taller tiene las ruedas de madera, partes de los autos y sus herramientas indispensables para trabajar la madera y elaborar sus obras. Todas ellas dan impresión de que las estuviera coleccionando. En el taller se encuentra un inquieto mono capuchino, un perico y tres loros que le hace compañía, y son ellos quienes les adornan el lugar cuando forman su algarabía mientras él trabaja en la realización de los carros.

Belisario mostrando con orgullo sus obras de arte dijo que muchas veces los regalaba porque no le gusta venderlos…, pero que el valor de su arte

está por el orden de 400 bolívares. Y sonreído agregó: “Esto como incentivo a las decenas de horas y dedicación antes de culminarlos”.

Este amable artista contó que prefiere tener la mente ocupada fabricando sus carros (comos esos modelos de 1967 y los de ahora) y no estar en la Plaza Bolívar viendo pasar gente sin hacer nada. Y aprovechando la visita, le hizo un llamado a la juventud para que se interesen por actividades como como la que él hace ya que los mantendría siempre ocupados.

La profesora Oly Azocar cuando se refiere a Luis Eduardo Belisario, lo hace con tanta emoción que tildó su talento de “intachable y virgen”. Más adelante dijo la profesora: “Valorar el trabajo de un artista es lo que busca la Uneg, colocarlo en el lugar que se merece como artista y artesano”.

Y Oly andando en esa búsqueda, es así como Belisario mostrará sus carros de madera a partir del 20 de noviembre en la sede de la universidad en la exposición que lleva por nombre “Don Luis Belisario Artesano Hecho Duramen”, título basado en el corazón de la madera que no puede romperse, es lo que conoce como duramen. Al finalizar la exposición, esta será llevada a la Galería de Arte Sidor, por solicitud de la de Siderúrgica del Orinoco Alfredo Maneiro, Sidor.

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