Prensa Fundadanza.- Se niega rotundamente a quitarse la maya negra y a cumplir con la condición de retirado que le impuso el sistema, porque - asegura -aun tiene metas que cumplir, y con ello, seguir escribiendo la historia de la danza contemporánea en el estado Sucre, de la cual fue uno de sus principales precursores junto a Mireya Tamayo y Reina Linares, quienes en 1975 impulsaron los primeros talleres que originaron la única escuela de esta disciplina en toda la entidad: La escuela de danza contemporánea de Cumaná “Rodolfo Varela”.
Leobaldo López no se imagina ejerciendo otra profesión a la de bailarín, y la descubrió a los 17 años de la mano de Julio Lama y Fleming York, cuando lo impulsan a incursionar en el ballet clásico, para luego saltar a la danza contemporánea donde conoce a sus principales inspiradores: Sonia Sanoja, Juan Monzón, Grishka Holguin y Rodolfo Varela, en la escuela nacional de danza. Sobre su destreza Varela resalta: “Para iniciar un movimiento, nunca necesitó tomar impulso, su energía corporal siempre fue instantánea; arrancaba de repente, como movido por un resorte biónico , sin dudar, como un potro salvaje suelto en la sabana de la villa San Martín, en el oeste caraqueño”..
Labor Fundadora
Cuando irrumpió en el arte del movimiento supo que sería para siempre y llegó al estado Sucre con la convicción de que había mucho por hacer en un estado al que le sobraba potencial. En 1977, fundó el grupo “Forma” que lo llevó a interesantes escenarios como el primer encuentro de danza contemporánea en Maracaibo y a la sala de conciertos de la UCV. A esta tarea de sembrar la danza contemporánea en Sucre se le unieron posteriormente los maestros Ramón Núñez y Rodolfo Varela.
La creación también se despierta en Leobaldo López y decide irse a Mexico, donde ingresa al centro superior de coreografías y se mantiene activo en obras musicales y de teatro. Dos años después regresa a Cumaná para integrarse como docente a la escuela de danza contemporánea de Cumaná, desde donde fue partícipe del auge de la disciplina en los años 80, que involucró la conformación de la compañía juvenil y el mejoramiento profesional, proyectos en el que fungió como director artístico y coordinador, respectivamente.
Una deuda que saldar
Los 45 años de trayectoria le dan el suficiente criterio para opinar sobre la situación actual del movimiento dancístico regional y coincide con su colega Rodolfo Varela, sobre el “quiebre generacional” que ha originado la carencia actual de profesores de danza. “Desde hace tiempo llevo haciendo un llamado de atención a la nueva generación, porque se están inclinando hacia la parte creativa más que a la instrucción. No tienen la menor idea de cómo impartir la técnica. Es por ello que se deben crear talleres para formar profesores”, resalta.
Advierte el bailarín que las escuelas de danza de la entidad “están en quiebra” y reconoce que la responsabilidad no solo ha sido del gobierno sino de todo los actores que involucran el movimiento.
López confiesa que tiene una deuda con la danza contemporánea “que arrastro sobre mis espalda”. Se refiere al hecho de que actualmente no existe una compañía juvenil de la disciplina, y en cuyo proyecto se encuentra inmerso desde hace varios meses, cuando conformó el grupo Tempis. “Tengo esa propuesta y necesito el apoyo institucional y económico”, señala.
Leyenda de foto:”Leobaldo López: Un pequeño gigante de la danza” se inaugura hoy a las 5:00 p.m. en la sede de Fundadanza.
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