jueves, 8 de agosto de 2013

Opinión: Por un piropo

De: Amalio (Mayito) Solano

La tarde del domingo 04 de agosto de 2013, el sol en la tierra guayanesa caía intensamente sin que alguna nube le impidiera proyectar su luz. Hacía calor de tal manera que César Emilio decidió tomarse unos tragos de licor junto con unos amigos en una conocida bodega del barrio 11 de Abril. Los chistes no faltaron en medio de la conversación, contar alguna anécdota de los tiempos idos de muchachos enamorados y de sentirse atraídos por una dama presente y de no dejarla de mirar tampoco faltó entre ellos.

Pero esa dama quien se sintió ofendida por el piropo de César Emilio, protestó la actitud del “pica flor” y se marchó del lugar. Ellos siguieron ingiriendo la llamada bebida espirituosa y después de hablar de trabajo, comentando de lo buena que está la jeva.

–Sí, es verdad-dijo Juan. Y Jhonny le recordó a su amigo César que no debió de ofenderla. A lo que él le respondió:-Yo no la ofendí. Ella se sintió ofendida. Y dejando a un lado lo ocurrido siguieron tomándose los tragos. Ninguno de ellos pensó que la dama después de haber transcurrido unos quince minutos regresaría acompañada de un hombre que conducía un Hyundai de color azul.

El carro con los vidrios ahumados, permitía que los amigos no se percataran que la mujer le señalara a su acompañante quien era César. Ellos seguían inmerso en su conversación cuando el hombre salió del carro y fue a reclamarle el por qué ofendió a su compañera. Entre los dos hombres se inició una discusión la cual los compañeros de César no pudieron evitar y en medio de esta, la mujer desde el carro le pidió a su pareja que le disparara y éste obedeciendo sacó su pistola y le disparó tres veces, para luego huir.

Los amigos de César aprovecharon el momento para auxiliar a su amigo y lo trasladaron hasta el Hospital Raúl Leoni en Guaiparo. El herido de 33 años recibió dos herida en la columna y una en la pierna. En el hospital fue atendido en la Sala de Emergencia. Después de las cuatro de la tarde cuando ocurrió el suceso, los minutos y las horas fueron de angustia para la familia de éste hombre que por piropear a una mujer recibió tres impactos de baja en su cuerpo y ahora se encuentra con reservado pronóstico en el hospital.

Llegada la noche y cuando eran las diez en punto, se supo que estaba estabilizado y remitido a quirófano. César fue intervenido pero su estado de salud seguía siendo delicado. La familia aun sabiendo lo delicado del caso, esperaba su recuperación, pero lamentablemente a las cinco de la mañana del día lunes recibió la noticia que había fallecido. Este hombre quien era albañil y trabajaba en una construcción en puerto Ordaz, por un piropo dejó huérfanas a dos hijas de 12 y 13 años de edad. Ahora su viuda y familiares esperan que los cuerpos policiales resuelvan este caso y que no se convierta en otro cangrejo policial.

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