miércoles, 11 de junio de 2014

Otilio Rondón y los petroglifos en Sucre

*El destacado investigador sucrense expondrá el 13 de Junio en la Universidad Latinoamericana y El Caribe, núcleo Cumaná, sobre “Los Misterios de la Atlántida: Una realidad con nosotros”. Tema polémico que muchos estudiosos desconocen.

(Ricardo García CNP-11099) Hoy tenemos el honor de presentar en nuestra página gallística al licenciado Otilio Rondón, un gran amigo y colega periodista que acaba de publicar su libro ESTADO SUCRE ¿LA ATLANTIDA CON NOSOTROS?  Este libro nos lleva por el camino de una verdad hasta el momento oculta en el continente Americano. Se trata de una de las obras que traerá polémica entre los investigadores y catedráticos que han escrito sobre el origen de las conocidas culturas avanzadas del mundo.

Otilio José Rondón Márquez es el tercero de 9 hermanos. Nació en Casanay el 13 de diciembre de 1953. Hijo de Juan Rondón y Elba Concepción Márquez.  Estudió su primaria en la Escuela “Matías Parra Alcalá” de su lar natal, la secundaria en el Liceo “Raimundo Martínez Centeno” de Cariaco y la superior en la Universidad Católica “Cecilio Acosta”. Además es egresado con título de Maestro del IUMPM-Cumaná y como profesor de la UPEL.

Como buen oriental, Otilio canta, declama y zapatea el joropo estribillo, pero no es “faramallero”, jaja. Siempre le gustó trabajar. A la edad de 12 años limpiaba zapatos, vendía las conservas de leche que hacía su abuela Genoveva y acompañaba a su papá en los trabajos de albañilería, carpintería y agricultura. Eso le ayudó a tener en el bolsillo algunos “realitos”, independizarse desde muy pequeño y formarse como persona de bien, para  triunfar en la vida.

Recuerda que a él le gustaba ir mucho al “Cine San Agustín” de Casanay que pertenecía a don Rafael Millán. Todos los días cargaba los cartelones y los colocaba en un sitio estratégico de flujo vial y peatonal del pueblo. Ese trabajo le garantizaba la entrada gratis a las funciones. Una película que le marcó para siempre fue la serie mexicana “Gastón Son”.

Dice que su vena artística le proviene de familia. En la escuela participaba en los actos culturales. Su primera dramatización fue: “Pesadilla con Tambor”, poesía de Andrés Eloy Blanco. La interpretó a la edad de 14 años en la Plaza Bolívar de Casanay bajo la dirección del maestro Gustavo Yanes Yanes.

En relación con la gallística, tema principal de esta página,  Otilio nos contó que como en todos los pueblos del estado Sucre, Casanay tiene herencia de la cultura española y siempre ha sido tradicional la presentación de grandes desafíos de gallos en las fiestas Patronales de “San Agustín”.

Recuerda que estos encuentros se efectúan desde siempre en la Gallera del señor Ramón Carrera, adyacente a la Plaza Bolívar. Otilio recuerda que él, muchacho al fin, se colaba entre la gente y se encaramaba en la tribuna a ver reñir los gallos. Le gustaba mucho ese ambiente porque presentaban cantantes locales y nacionales, además siempre se quedaba con las pichas que saltaban de la batea y uno que otro dado que luego usaba para jugar con sus amiguitos.

Para la época la gallera era un centro social y comercial de mucha actividad del pueblo. Vendían majarete, arroz con coco y empanadas de cazón que Otilio compraba y comía con una Frescolita. Otilio manifiesta que él no es gallero, pero recuerda esos años de adolecente con mucho anhelo y le viene a su mente galleros de entonces como Jesús “Chuito” Villegas, Antíoco Cabello, Pedro Ruiz, Juan Ignacio Natera y Enrique Boada, quien por cierto era juez de valla. “Entonces todo era diversión y gratos momentos. Yo respeto las tradiciones y la cultura popular de mi gente”, apunta.

Otilio es docente jubilado y actualmente se dedica al periodismo: radio y prensa, así como a la investigación histórica. Lo que le ha llevado a publicar siete libros: El dolor de vivir, Casanay Amor y Canto, Compendio Histórico de Casanay, Poesías y Relatos de mi Pueblo, Confesiones bajo el Plenilunio y Sucre ¿La Atlántida con Nosotros?...Actualmente está preparando su octava obra titulada: “En busca del Oricalco”, otro trama relacionada con la Atlántida, pasión que le quita el sueño.

Al preguntarle ¿De dónde te viene ese tema? Otilio nos explicó: “A mí me inspiró la Cruz Celeste del Gran Arquitecto del Universo. Y te puedo decir que la educación de la conciencia humana me hace sentir maravilloso”. Otilio pertenece a la Orden Francmasónica de Carúpano que preside el Venerable Juan Trillo. Esta orden cumplirá 200 años de fundada el próximo 2 de diciembre.

Añade el escritor que estas publicaciones le han abierto las puertas a nuevos conocimientos, nuevos temas, nueva gente y sobre todo poder llegar a Caracas a través de AMISUCRE y presentar sus ponencias en el CNP-Caracas”. Otilio participó recientemente en el Segundo Congreso de Geohistoria y Cultura Sucrense, realizado en Cumaná bajo la organización de la Fundación “Diego Carbonel”, el Rectorado de la UDO y la Universidad Politécnica “Clodosvaldo Rucian”.

“El objetivo de este libro, ESTADO SUCRE ¿LA ATLANTIDA CON NOSOTROS?  es dar a conocer que el estado Sucre tiene otra historia que contar a las llamadas “culturas avanzadas”. Aquí existieron culturas con grandes tecnologías que están a simple vista. Ejemplos hay de figuras en piedras que se observan en determinadas horas del día. Lo que significa que quienes las elaboraron tenían un conocimiento superior sobre la óptica. Dichas figuras la podemos observar en un monolito de 12 metros de altura que se encuentra en el sector La Naranja, municipio Andrés Mata”.

El investigador sucrense apunta que “indudablemente se ha escrito mucho sobre las civilizaciones antiguas y sobre todo de la Cultura Sumeria. Señala que son muchas las teorías que han llegado a la conclusión errónea de afirmar que ésta es la cuna de la civilización, pero no es así”.

Otilio argumenta que él es el “descubridor de los Petroglifos en el estado Sucre”. En consecuencia, es el investigador que derrumba después de muchos años los mitos sobre una nueva cultura en Sucre. En Venezuela se tenía conocimiento de petroglifos en los estados Bolívar, Miranda, Falcón, y ahora en Sucre, lo que indica que la “Atlántida está con nosotros”.

Agradecemos a Otilio su amistad, su alegre y positiva visión de la vida, su desprendimiento de lo material y sobre todo sus sabios consejos para estudiar la cultura y asumir con dignidad y claridad la vida.  

ANECDOTARIO

No Hay nada más difícil que tomar una decisión para renunciar a alguien o a algo que amamos, esto es determinante y supremo. Esta filosofía la recuerdo al pensar lo que tuvo que resolver Esteban  Giménez, humilde vecino de  Piritu de Portuguesa, mi pueblo natal. Esteban era muy conocido en las galleras. No faltaba a ninguna jugada en el pueblo o en los campos vecinos. Era tan aficionado que tenía su casa llena de gallos, en todos los rincones había una jaula. Sus culecos ganaban y perdían, pero siempre mantenía el mismo entusiasmo. Su mujer  estaba muy brava  porque  Esteban se iba todos los fines de semana para  las galleras.  Lo tenía  amenazado  con  dejarlo si seguía con ese plan semanal. Un día domingo  Esteban mando adelante los gallos para la gallera y él se fue más tarde. Su sorpresa fue cuando regresó de la gallera y encontró a Casilda, su mujer, en la puerta de la casa con las maletas. Ella le dijo al rompe con mucha rabia: “Esteban usted no tiene cura, quédese  con sus gallos, me voy a casa de mi mamá y no me busque más. Tu no tienes remedio. Los gallos son más importantes para usted que la familia, que su mamá, que su mujer, que su casa y que su hijo. Por eso me voy Esteban”...

Mi amigo recibió el baño de agua fría y sin decir una palabra, la vio pasar a su lado. Cuando Casilda sin voltear se alejaba, la miró con angustia, tragó saliva y miró para el  cuarto vacío. Se  arregosto a la puerta, respiró hondo y soltó su determinación: “Bueno en este cuarto caben unas cuatro jaulas más. (Cuento enviado por el Periodista Eutimio Guillen, lector de esta página, vía Web desde Portuguesa).

SALUDOS en Cumaná al amigo y gran benefactor Shikre Rassi, propietario de la empresa Naviarca, hombre desprendido, humanitario, un sucrense colaborador al servicio de su gente...

Al ex gobernador Ramón Martínez quien se comunica para decirnos que siempre nos lee desde su exilio y está pendiente de todo lo que ocurre en su país…

En Cariaco al amigo comerciante y gallero Felipe Luna quien fue víctima del hampa la semana pasada…

En Carúpano  al cantautor de Jota, Polo y Galerón Oriental don Rafael Montaño, en el Mercado Municipal al popular Hernán García del Quiosco “Toda Música”  y al personal de la Voz del Mercado que leen esta página Los gallos, cultura y tradición popular…

HASTA EL PÓXIMO LUNES.

3 comentarios:

  1. que buena tu columna otilio, pero que mala la desaparicion del semanario CARUPANO HOY un medio de comunicacion que mostraba lo mas positivo de esta parte del estado sucre, saludos (ruben garcia)

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    1. amigo ruben la columna no es del señor otilio, sino de ricardo garcia y lo del semanario es lamentable, gracias.

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  2. Ocultan algo

    Dos sujetos celebres, cuyos nombres desconozco, (yo leía mucho y no tenia tiempo para escuchar la radio) presumían estar al tanto del acontecer en sus pregones diarios. Lo supe de boca de Carlos Rojo., decía que se enaltecían de orgullo cuando se incrementaba su audiencia. Aquella cosa que hacían seria acaso como lanzar una piedra a las puertas del Palacio de Gobierno o bañarse desnudos en una plaza, tal como solía hacer la loca al frente del bar “El Cascabel”. Desconocía por que la gente hacia tanto escándalo por aquellos tipos que vestían elegante y llevaban maletines de cuero como si los estuviesen persiguiendo. ¿Será que ocultaban algo? Cuando le pregunté a Carlos Rojo sobre cuales eran sus tópicos de interés sondeaba con muecas, intentaba conjeturas metafóricas, intentaba apañar su discurso disparatado con su cliché autómata “es muy importante” y su nervioso “es como”… y hasta el infinito. Tanta monería y tanta saliva malgastada y no logró decirme nada. Entonces me di cuenta que algo olía sospechoso.
    Yo tenía una gran duda, pensaba en ella demasiado, y no hallaba respuesta en mi cabecita de hombre mortal. De mi mamá (que a la hora del té hacia de los dos) seguro la heredé. El hecho ocurrió después visitar al señor que me hablaba de lo buena que es la playa y de pasar por el zoológico, donde esta aquel león que me ruge de lejos cada vez que paso cerca de las comadrejas trepadas en los arboles de la plaza. Ese día por fortuna los vi, pasaban cerca de la iglesia. Entonces apresuré mis pasos. Vi que uno de ellos volteó y le murmuró algo al otro, ¿será que me confunden con un asesino?- Pensé- Pero no desistí de mi intento y los alcancé. Voltearon nerviosos al verme pasar por su lado. Les dije que no estaba armado. Los saludé y les réferi el motivo de mis dudas. Se trataba de un pensamiento “x”. Se los expuse, después les pregunté si su autoría era del filósofo “y”. En caso de que no fuese el que especulaba, les rogué que si podían salvarme de aquel problema que me angustiaba tanto. El nombre. ¿Cual seria su verdadero autor? Los maleducados indiferentemente se dieron la vuelta, fingían naturalidad, y empezaron hablar acerca de antros, vicios y permutas.

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