Por: JOSÉ ISIDRO CORDERO
Prácticamente, cuando el gobierno estadounidense declara a Venezuela "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos", en mi apreciación muy personal, no lo hace estimulado por posición ideológica mal enfocada, sino como respuesta a una posibilidad cierta, derivada del contexto general de actuación del gobierno venezolano durante estos últimos diecisiete años. Actuación evidenciada en apoyos sostenidos, con declaraciones, gestiones, planteamientos y tal vez, con elementos no fáciles de detectar, a grupos movidos por intenciones terroristas. Y no existe forma de negar las acciones de grupos terroristas internacionales en contra de Estados Unidos. Un ejemplo del peligro lo ubicamos hace unos seis días. En el aeropuerto de Lisboa (Portugal), dos sujetos, detectados como terroristas españoles, fueron detenidos al presentar pasaportes venezolanos. El gobierno portugués calificó como falsos los pasaportes.
¿Realmente son falsos esos pasaportes presentados por los sujetos españoles o se corresponden con las normativas venezolanas para la emisión de documentos de tal naturaleza? Cualquiera de las dos condiciones constituye un peligro para los amenazados por grupos terroristas. Si realmente son falsos, eso indica la intención de uso del gentilicio venezolano por sujetos con inclinaciones aviesas, pero con cierta facilidad para entrar adonde le venga en ganas sustentados en nuestra condición pacífica gente y siempre inclinados a la convivencia. Si los pasaportes son de procedencia legal; entonces, ¿cómo lo obtienen personas con prontuarios terroristas? ¿Quién emite la orden de entrega de esos documentos? O, en todo caso, si los pasaportes son conseguidos por canales normales, ¿está la burocracia venezolana en esos absorbentes placeres delictivos? Si agudizamos bien los sentidos, notaremos la culpa del Gobierno nuestro en la expansión del fenómeno.
Por eso, en sabiendas de la disposición a cualquier veleidad delictiva, por parte de funcionarios de la administración pública venezolana, el gobierno estadounidense opta por sancionar a siete venezolanos violadores de los Derechos Humanos y en presunta actividad económica ilícita. La sanción prevé congelación de los bienes colocados en Estado Unidos y la prohibición de hacer negocios en ese país. Por cierto, y como bien lo testificó el Presidente estadounidense, Barak Obama, el acto no es contra el noble pueblo venezolano, sino contra siete individuos de conducta desviada y valores sociales difusos.
BRISAS SUAVES
¡DIOS, QUÉ HUBIESE dicho Arístides Calvani, si viviera! A su alumno en materia diplomática, Roy Chaderton, se le salió la clase. Como muchas personas de su condición psicosomática; buscando congraciarse con quienes le otorgan privilegios, refiriéndose al caso del niño estudiante de San Cristóbal, asesinado por un policía, dijo: “La bala fue dirigida a un hueco cerebro de escuálido”. ¡Qué opiniones tan infelices! Según comentarios, por esas tan amaneradas formas de ver y calificar los sucesos, Chaderton fue reprendido en su familia…
¿POR QUÉ TRASLADAN a presos políticos, recluidos en calabozos del SEBIN, a centros penitenciarios de alta peligrosidad, si aún muchos de ellos no han sido sentenciados ni condenados? ¡Qué pregunta! Parece de alguien trepado en una nube comiendo algodón de azúcar. ¡Señor, los llevan a esos centros para intimidarlos, para aflojarle la moral, buscando confesiones propias de crímenes no cometidos! Ese sistema fue práctica común en Rusia, cuando la hegemonía de la Unión Soviética, especialmente bajo el mandato de Joseph Stalin, el más sanguinario dictador aparecido sobre la faz de la tierra. Con respecto a esos traslados, ya se están viendo las consecuencias; un detenido apreció muerto. Según el Gobierno, la causa es por asfixia mecánica (ahorcamiento). ¿Quién lo hizo? Allí es donde comienza a aparecer la madeja…
APROPÓSITO DE STALIN, muy contento el Presidente Maduro cuando al comentar, en la Feria Internacional del Libro, una foto del dictador soviético engalanando la carátula de un libro, dijo: “¡Stalin se parecía a mí, el bigote igualito!” Ciertamente, pero invirtiendo los términos de la frase, Maduro se parece a Stalin, no sólo en las condiciones fenotípicas de bigote, tamaño, corpulencia, sino también en las genotípicas de incapacidad para precisar bien los sucesos; en la disposición para ver enemigos en todas partes y en la tendencia a admitir, sin ningún rubor, la idea de eliminar a los contrarios…
DIJO DIOSDADO CABELLO: “Venezolano que no defienda la patria, es un traidor”. Muy de acuerdo. Pero también, digo yo, venezolano defensor de personas con conductas delictivas, diezmadores de los recursos de la República, con actitudes violadoras de los Derechos Humanos, como esos siete inculpados por Estados Unidos, es doblemente traidor a la patria, porque la exponen a vergüenza universal…
CON PRIMARIAS, sin primarias, con acuerdo, incluso, con imposición, en este caso con crítica al método, la oposición cuenta con mi voto en las parlamentarias. El objetivo es relevante…
USTED VOLVERÁ a leerme.
Prácticamente, cuando el gobierno estadounidense declara a Venezuela "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos", en mi apreciación muy personal, no lo hace estimulado por posición ideológica mal enfocada, sino como respuesta a una posibilidad cierta, derivada del contexto general de actuación del gobierno venezolano durante estos últimos diecisiete años. Actuación evidenciada en apoyos sostenidos, con declaraciones, gestiones, planteamientos y tal vez, con elementos no fáciles de detectar, a grupos movidos por intenciones terroristas. Y no existe forma de negar las acciones de grupos terroristas internacionales en contra de Estados Unidos. Un ejemplo del peligro lo ubicamos hace unos seis días. En el aeropuerto de Lisboa (Portugal), dos sujetos, detectados como terroristas españoles, fueron detenidos al presentar pasaportes venezolanos. El gobierno portugués calificó como falsos los pasaportes.
¿Realmente son falsos esos pasaportes presentados por los sujetos españoles o se corresponden con las normativas venezolanas para la emisión de documentos de tal naturaleza? Cualquiera de las dos condiciones constituye un peligro para los amenazados por grupos terroristas. Si realmente son falsos, eso indica la intención de uso del gentilicio venezolano por sujetos con inclinaciones aviesas, pero con cierta facilidad para entrar adonde le venga en ganas sustentados en nuestra condición pacífica gente y siempre inclinados a la convivencia. Si los pasaportes son de procedencia legal; entonces, ¿cómo lo obtienen personas con prontuarios terroristas? ¿Quién emite la orden de entrega de esos documentos? O, en todo caso, si los pasaportes son conseguidos por canales normales, ¿está la burocracia venezolana en esos absorbentes placeres delictivos? Si agudizamos bien los sentidos, notaremos la culpa del Gobierno nuestro en la expansión del fenómeno.
Por eso, en sabiendas de la disposición a cualquier veleidad delictiva, por parte de funcionarios de la administración pública venezolana, el gobierno estadounidense opta por sancionar a siete venezolanos violadores de los Derechos Humanos y en presunta actividad económica ilícita. La sanción prevé congelación de los bienes colocados en Estado Unidos y la prohibición de hacer negocios en ese país. Por cierto, y como bien lo testificó el Presidente estadounidense, Barak Obama, el acto no es contra el noble pueblo venezolano, sino contra siete individuos de conducta desviada y valores sociales difusos.
BRISAS SUAVES
¡DIOS, QUÉ HUBIESE dicho Arístides Calvani, si viviera! A su alumno en materia diplomática, Roy Chaderton, se le salió la clase. Como muchas personas de su condición psicosomática; buscando congraciarse con quienes le otorgan privilegios, refiriéndose al caso del niño estudiante de San Cristóbal, asesinado por un policía, dijo: “La bala fue dirigida a un hueco cerebro de escuálido”. ¡Qué opiniones tan infelices! Según comentarios, por esas tan amaneradas formas de ver y calificar los sucesos, Chaderton fue reprendido en su familia…
¿POR QUÉ TRASLADAN a presos políticos, recluidos en calabozos del SEBIN, a centros penitenciarios de alta peligrosidad, si aún muchos de ellos no han sido sentenciados ni condenados? ¡Qué pregunta! Parece de alguien trepado en una nube comiendo algodón de azúcar. ¡Señor, los llevan a esos centros para intimidarlos, para aflojarle la moral, buscando confesiones propias de crímenes no cometidos! Ese sistema fue práctica común en Rusia, cuando la hegemonía de la Unión Soviética, especialmente bajo el mandato de Joseph Stalin, el más sanguinario dictador aparecido sobre la faz de la tierra. Con respecto a esos traslados, ya se están viendo las consecuencias; un detenido apreció muerto. Según el Gobierno, la causa es por asfixia mecánica (ahorcamiento). ¿Quién lo hizo? Allí es donde comienza a aparecer la madeja…
APROPÓSITO DE STALIN, muy contento el Presidente Maduro cuando al comentar, en la Feria Internacional del Libro, una foto del dictador soviético engalanando la carátula de un libro, dijo: “¡Stalin se parecía a mí, el bigote igualito!” Ciertamente, pero invirtiendo los términos de la frase, Maduro se parece a Stalin, no sólo en las condiciones fenotípicas de bigote, tamaño, corpulencia, sino también en las genotípicas de incapacidad para precisar bien los sucesos; en la disposición para ver enemigos en todas partes y en la tendencia a admitir, sin ningún rubor, la idea de eliminar a los contrarios…
DIJO DIOSDADO CABELLO: “Venezolano que no defienda la patria, es un traidor”. Muy de acuerdo. Pero también, digo yo, venezolano defensor de personas con conductas delictivas, diezmadores de los recursos de la República, con actitudes violadoras de los Derechos Humanos, como esos siete inculpados por Estados Unidos, es doblemente traidor a la patria, porque la exponen a vergüenza universal…
CON PRIMARIAS, sin primarias, con acuerdo, incluso, con imposición, en este caso con crítica al método, la oposición cuenta con mi voto en las parlamentarias. El objetivo es relevante…
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